Por Stakeholders
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Este miércoles 8 de enero se llevó a cabo la audiencia definitiva del proceso de amparo contra el proyecto minero Ariana, ubicado en el sistema hídrico estratégico de Marcapomacocha, en la región Junín. Esta audiencia, presidida por el juez Eduardo Romero Roca de la Primera Sala Constitucional, definirá el futuro del agua para más de 11 millones de personas en Lima y Callao.
La parte demandante expuso argumentos técnicos y legales que subrayan el riesgo crítico que supone el proyecto. Según Dionel Martínez, geógrafo especialista, el sistema hídrico de Marcapomacocha está reconocido como un «activo crítico nacional», lo que implica su intangibilidad legal, conforme a la Resolución 124-2020-DINI-01. Este sistema es responsable del 62% del abastecimiento hídrico durante la temporada de estiaje en Lima y Callao.
Impacto del proyecto Ariana
Martínez subrayó que el proyecto mina Ariana, cuya inversión no supera los 200 millones de dólares, pone en peligro una infraestructura cuya importancia económica y social es incalculable, considerando que solo Sedapal tiene proyectos en la zona valorizados en más de 2,000 millones de dólares.
Por su parte, Sedapal, la empresa estatal encargada de la captación y distribución de agua, y que ha intervenido como coadyuvante de la parte demandante, identificó cuatro riesgos principales asociados a la operación minera:
- Posibles daños al túnel trasandino Cuevas-Milloc, lo que podría interrumpir el suministro de agua.
- Filtraciones en las lagunas hacia los socavones mineros debido a la permeabilidad de la formación rocosa calcárea “jumasha”, reduciendo la disponibilidad de agua.
- Contaminación con metales tóxicos en los cursos de agua superficiales y subterráneos, dificultando la potabilización del agua.
- Restricciones de acceso para trabajos técnicos en la zona, generadas por el cercado del área de influencia por parte de la minera Ariana.
Kathia Zambrano, abogada de Sedapal, reiteró que estos riesgos no solo son inminentes, sino que carecen de mitigación adecuada en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado en 2016.
Cuestionamientos al Estudio de Impacto Ambiental
Ana Leyva, abogada de la organización CooperAcción, destacó que el EIA del proyecto no incluyó una evaluación exhaustiva de los impactos en el sistema hídrico de Marcapomacocha. «El estudio presenta vacíos significativos y no da certeza científica sobre la viabilidad del proyecto», señaló. Además, Elizabeth Zamalloa, ingeniera geoambiental, explicó que las características geológicas de la zona requieren un drenaje intensivo del agua subterránea, lo que afectaría gravemente los niveles de almacenamiento hídrico.
Marisa Glave, excongresista y parte demandante, añadió que, en un contexto de cambio climático y estrés hídrico, resulta inadmisible comprometer un sistema tan vital como Marcapomacocha. «Ninguna institución evaluó los impactos sobre la calidad y cantidad de agua para Lima durante el proceso de aprobación del proyecto», denunció Glave.
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Defensa del proyecto y perspectivas sobre Ariana
Los abogados del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) defendieron las resoluciones que autorizaron el proyecto. Según Claudio Cajima, abogado de Southern Peaks Mining (SPM), empresa responsable del proyecto, las soluciones de ingeniería propuestas son suficientes para mitigar los riesgos. Sin embargo, estas afirmaciones no convencieron a los demandantes, quienes insisten en la insuficiencia de los estudios presentados.
El proyecto Ariana, diseñado como una mina subterránea de cobre y zinc, se encuentra en una zona altamente sensible a una altitud de más de 4,500 metros sobre el nivel del mar. Su desarrollo implica la excavación bajo ecosistemas estratégicos que incluyen bofedales, lagunas y complejas redes de agua subterránea.
El impacto en el contexto nacional
Este caso trasciende lo local, reflejando tensiones estructurales en la relación entre minería y gestión de recursos hídricos en el Perú. Lima, una de las ciudades más afectadas por el estrés hídrico en América Latina, depende casi exclusivamente del agua proveniente de la sierra central. Según datos del Observatorio de Ceplan, Perú ocupa el tercer lugar en América Latina con mayor estrés hídrico, y Lima es la ciudad más vulnerable del país.
El sistema hídrico de Marcapomacocha, compuesta por 48 lagunas, bofedales y aguas subterráneas y que abastece el túnel Cuevas-Milloc, es una infraestructura esencial para trasladar agua desde la cuenca del Mantaro hacia la cuenca del Rímac. Si este sistema fuera alterado, Lima enfrentaría una crisis hídrica sin precedentes, agravando aún más la precariedad de su acceso al agua potable.
Expectativa por el fallo judicial
El fallo del juez Eduardo Romero Roca, que se espera para los próximos días, será decisivo no solo para el futuro del proyecto Ariana, sino también para la seguridad hídrica de Lima y Callao. Mientras tanto, organizaciones sociales, técnicos y especialistas instan al Poder Judicial a priorizar el derecho al agua como un bien superior sobre cualquier interés económico.
El desenlace de este caso marcará un precedente para futuras disputas socioambientales, definiendo el rol del Estado y de la sociedad en la protección de los recursos naturales estratégicos frente a la expansión minera.
