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Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe

No hay duda que uno de los mayores retos que tienen las aulas es implementar estrategias innovadoras que les permitan obtener óptimos resultados en su propia comunidad estudiantil. Al respecto, Meir Ben Ytzchak, Director del Centro de Estudios y Formación Docente en el Lookstein Center de Bar Ilan University, invitado al Congreso Internacional de Educadores realizado por la Facultad de Educación de la UPC, conversó con Stakeholders acerca del complejo proceso de implementar innovación en las aulas. Además, el especialista destacó el rol que cumple el docente en las aulas, y lo debidamente preparado que debe estar al momento de ejercer su rol con el estudiante.

Nacido en Argentina, Meir está radicado en Israel desde 1980 donde realizó sus estudios superiores, docencia universitaria y asesoría de proyectos educativos a nivel nacional. Asimismo, es docente y conferencista invitado en distintas universidades de Sudamérica y España. Su área de especialización es la transmisión de valores en la educación. Ha desarrollado varios y exitosos programas de formación que se caracterizan por abarcar una visión integral del maestro como modelo de identificación y transmisor de valores sociales.

En materia educativa, ¿de qué forma la innovación puede tomar un rol protagónico en el aprendizaje del estudiante?

Parte de la idea de implementar novedosos procesos en el entorno educativo, de aplicar la imaginación del propio ser humano y concretarlo en las aulas.

En ese sentido, ¿qué tan complicado es implementarlo en las aulas?

Este asunto de la implementación parte de la riqueza intelectual de quienes toman las decisiones en las instituciones educativas; en efecto, de los responsables de la implementación de las distintas políticas, en este caso, educacionales. No limitarse es estar abiertos en materia educativa. Por definición, estamos hablando de un área que tiene que respetar la imaginación, la creatividad de las personas.

Sin embargo, en muchas circunstancias, el docente se enfrenta a dificultades que imposibilitan el desarrollo de sus capacidades como maestro o en algunos casos no cuentan con las herramientas o medios necesarios para implementar procesos de innovación en las aulas. ¿Cómo enfrentar dicha situación?

En dicho caso, no depende del docente, sino de los responsables de las distintas instituciones educativas que tienen bajo su cargo. El proceso educativo tiene que fijar sus propios logros u objetivos educativos, de cómo tiene que verse la educación en cada uno de los países. Ello pasa por otorgar las herramientas necesarias o fomentar el clima apropiado a los docentes para que puedan implementar sus proyectos educativos.

En ese contexto, ¿Cuál es el valor más transcendental que debe poseer un docente?

En lo que respecta a su formación como docente, es necesario entender que el maestro, en su proceso de formación, es un alumno. Por ende, él debe ser el foco de atención al momento de desarrollar su exigente formación, para que con las herramientas suficientes pueda educar a sus estudiantes. Las escuelas tienen como misión no solo educar, sino en formar valores, porque el conocimiento lo encuentras al alcance de la tecnología. El desafío que enfrentan las escuelas gira en torno a nivel cultural y de valores que deban promover, no tanto de acumulación de conocimientos, porque esto último puede llegar por diferentes vías. El conocimiento lo encuentras en todas partes, mediante un computador, un celular o recurriendo al gran profesor “Google”. Entonces, a nivel de instituciones educativas, es la formación humana lo que se debe de priorizar al momento de formar nuevos estudiantes.

Respecto al tema de la formación tanto del docente como de los estudiantes, ¿En quién debe recaer dicha responsabilidad dentro de las escuelas?

Esta responsabilidad pasa por aquellos funcionarios del área educativa, quienes toman las decisiones correctas dentro de sus funciones diarias. En este caso, sus decisiones influirán en los docentes, quienes son los agentes de cambio diarios que tienen bajo su posibilidad de influir día a día sobre el alumnado. Tanto docentes como estudiantes deben tener claro los objetivos que tiene toda institución educativa, ya sea a nivel nacional o en este caso local.

Por otra parte, el docente tiene que ser el primer innovador, él debe tener la iniciativa suficiente para sus educandos también se interesen en lo aprendido en las aulas. Esto forma parte del “job description” por definición del docente. Además, el tema de la vocación es clave, independientemente de cómo es visto el rol del docente de cada país, del nivel de su remuneración, es necesario que el profesional educativo cuente con una amplia y profunda vocación de enseñar, transmitir y compartir.

¿Y sobre todo que inspire?

Sí, aunque resulta ser mucho más complicado, pero los buenos maestros son excelentes modelos de identificación. Desde su experiencia, considerando las mejores condiciones para el docente, ¿En qué medida se pueden ver resultados a largo plazo en las escuelas? En todo proceso existen etapas que son medibles de forma cuantitativa, a pesar de no estar hablando de ciencias exactas. Se pueden lograr objetivos de forma consecuente conforme se implementen mejores estrategias o políticas educativas que permitan al docente desarrollar todas sus capacidades. Incluso a corto plazo, sin hablar de semanas, se puede ver un cambio después de un año electivo. Hay procesos que desde ya toman entre 5, 6 o 7 años electivos, pero existen maneras de facilitar este tipo de procesos, que se pueden implementar después de un ciclo lectivo.

Como investigador, ¿qué es lo más resaltante que ha investigado y le ha permitido seguir indagando en temas de educación?

Desde mi experiencia puedo asegurar que existe mucha bibliografía que confirma el hecho de que existe una relación directa de a mayor innovación a nivel de procesos, herramientas, planificación estratégica educativa en contacto pleno con la realidad en donde serán aplicadas, se obtendrá un incremento en la eficacia de las instituciones educativas, cuyos beneficios contribuirán a la imagen del docente. En definitiva, lo que buscamos todos recae en la mejora del proceso de aprendizaje de los alumnos.







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