Por Milagros Bernales - Gerente del Proyecto Empleos Verdes Arequipa - TechnoServe Perú
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Incorporar principios de economía circular en los negocios ya no es una opción futura, sino una necesidad del presente. La presión sobre los recursos, los efectos del cambio climático y la demanda de soluciones sostenibles nos recuerdan cada día que debemos actuar distinto y con responsabilidad compartida. En este escenario, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) cumplen un papel decisivo, ya que estas representan la mayor parte del tejido empresarial, generan empleo y, por su cercanía con las comunidades, tienen la capacidad de adaptarse con rapidez e innovar frente a los desafíos de empleabilidad y crecimiento económico que enfrenta hoy el país.
Muchas de estas empresas han empezado a dar un paso más allá, adoptando un modelo de negocio circular. Se trata de PYMES que reducen el consumo de recursos, alargan la vida útil de los productos y reinsertan materiales en nuevos ciclos productivos. Con ello no solo protegen el ambiente, sino que también crean oportunidades económicas y laborales, mostrando que la circularidad puede ser rentable e inclusiva al mismo tiempo.
El potencial de las PYMES circulares es enorme, pero enfrentan obstáculos que limitan su desarrollo. La falta de capital restringe inversiones en infraestructura, equipos, insumos y tecnología; la competencia informal y las barreras regulatorias dificultan su crecimiento; y los mercados todavía no reconocen plenamente el valor agregado que generan. A ello se suman los altos costos logísticos, la inestabilidad en el suministro, la volatilidad de precios y la ausencia de estrategias de marketing y comunicación que les permitan posicionarse con mayor fuerza. Todos estos factores ponen en riesgo la continuidad de los negocios y las fuentes de empleo que generan.
«Para las propias empresas, la circularidad representa un camino hacia una mayor competitividad y rentabilidad».
En este contexto, la formalización se vuelve un reto clave. Más que una sanción, debe entenderse como una oportunidad para acceder a financiamiento, contratos estables y mayor visibilidad en el ecosistema. Para que esto sea posible, es necesario reducir los costos y la burocracia del proceso, además de ofrecer asesoría en gestión, fortalecer los modelos de negocio y generar vínculos con mercados que reconozcan el verdadero valor de su trabajo.
Un ejemplo concreto es Empleos Verdes Arequipa, un proyecto liderado por TechnoServe y financiado por Anglo American Foundation. Este, a través de diagnósticos de madurez empresarial, asistencia técnica y articulación de la cadena de valor, ha mostrado como iniciativa que el acompañamiento adecuado permite a las PYMES circulares formalizarse, fortalecer su gestión e integrarse en cadenas de valor que les abren nuevas oportunidades de crecimiento.
Apostar por estas PYMES es apostar por empleos más estables, por la formalización de actores que hoy siguen en la informalidad y por cadenas de valor que funcionen de manera más justa. Pero también significa impulsar innovación local, dinamizar economías regionales y diversificar la oferta de productos y servicios sostenibles. Para las propias empresas, la circularidad representa un camino hacia una mayor competitividad y rentabilidad, al abrirles nuevas oportunidades de negocio, diferenciarse en el mercado y generar ingresos de manera más sostenible. Además, crea espacios donde jóvenes y mujeres pueden encontrar en la circularidad una opción real de crecimiento y desarrollo.
El futuro de la economía circular también es el resultado del esfuerzo de miles de pequeñas y medianas empresas que, con creatividad y compromiso, están mostrando que otra forma de hacer empresa es posible. Reconocerlas y apoyarlas no es solo una apuesta por la sostenibilidad: es una inversión en un desarrollo más inclusivo, resiliente y justo para todos.
