POR OTTO REGALADO – Profesor del MBA y de los Programas en Marketing de ESAN
Recientemente, la conocida playa Agua Dulce, perteneciente al distrito de Chorrilllos, hizo noticia por enfrentamientos entre pescadores de la zona y personal municipal debido a la oposición de los primeros por la posible instalación de un parque acuático denominado Olaya Park. Este lamentable episodio terminó con un saldo de cinco heridos y, por supuesto, en una serie de pérdidas económicas para los negocios que se encontraban en los alrededores, que recibieron menos flujo de clientes en la temporada más alta de ventas.
Si bien el alcalde del distrito, Fernando Velasco, señaló que ya no se instalará el parque luego de un diálogo entre la municipalidad y el gremio de pescadores, es necesario analizar este hecho para prevenir futuros conflictos que puedan generarse a lo largo del litoral y encontrar alternativas donde no se perjudiquen los ecosistemas marinos, el trabajo de los pescadores y se dé la posibilidad de nuevos negocios de entretenimiento que creen puestos de trabajo y atraigan a más visitantes a las playas donde se implementen.
- Evaluación de la vulnerabilidad del ecosistema marino:
Antes de considerar la instalación de parques acuáticos, es vital llevar a cabo una evaluación exhaustiva de la vulnerabilidad de los ecosistemas marinos donde se piensa realizar la instalación. Esto implica estudiar la biodiversidad, la calidad del agua, las rutas migratorias de las especies marinas, entre otros factores, para evitar interferencias que impacten negativamente.
Bajo ningún punto la instalación de parques acuáticos debe verse como una decisión económica y turística. Involucra una responsabilidad ambiental que requiere una evaluación exhaustiva con equipos de alta tecnología, como vehículos submarinos no tripulados o boyas de monitoreo. Por otro lado, el uso de modelos predictivos y simulaciones puede ayudar a anticipar el impacto potencial de la instalación de parques acuáticos en los ecosistemas marinos. Estos modelos pueden tener en cuenta factores como las corrientes oceánicas, la dinámica de las poblaciones de especies.
- Diseño sostenible de los parques acuáticos:
Además de una evaluación previa de las posibles vulnerabilidades del ecosistema marino, la implementación de un parque acuático requiere una planificación en términos de diseño y materiales. De esta forma es crucial que estos espacios sean respetuosos con el entorno marino. Un enfoque sostenible en el diseño garantiza la conservación a largo plazo de los ecosistemas y la minimización del impacto negativo.
Optar por estructuras flotantes en lugar de anclajes permanentes es una alternativa para minimizar la alteración del lecho marino. A su vez, las estructuras flotantes permiten la movilidad y flexibilidad, reduciendo así la necesidad de intervenir en el fondo marino. Esto es crucial, ya que el lecho marino sirve como hábitat para diversas formas de vida marina y cualquier perturbación podría tener efectos adversos en ella.
Por otro lado, el diseño de los parques acuáticos debe buscar una integración armoniosa con el entorno natural. Emplear materiales y colores que se mimeticen con los tonos del océano y la costa puede ayudar a que las estructuras se fusionen visualmente con el paisaje y no afecten a las especies, tanto peces como aves. La disposición de las instalaciones también debería respetar la topografía submarina existente, evitando la creación de barreras artificiales que puedan afectar la circulación de las corrientes y la vida marina.
Finalmente, un diseño sostenible implica la implementación de sistemas eficientes de gestión de residuos, tanto el acopio como el tratamiento. Si esto se realiza de forma adecuada se puede prevenir la contaminación del agua y se mantiene la salud del ecosistema marino.
- Involucramiento de las comunidades locales:
Un parque acuático ocasiona la alteración de un ecosistema natural, independientemente del grado de impacto. Por ello, la participación de las comunidades locales, sobre todo los pescadores artesanales, es un factor clave para el éxito y la sostenibilidad de este tipo de proyectos recreativos. En esta línea, la comprensión de las necesidades y preocupaciones de los grupos de interés, como pescadores y vecinos es esencial para evitar impactos adversos en sus modos de vida y asegurar que el desarrollo turístico sea una fuerza positiva en la región como generadora de empleos o fuente de más ingresos.
Las comunidades locales a menudo tienen áreas específicas que son fundamentales para sus actividades pesqueras y culturales. Antes de la implementación de un parque acuático, es crucial identificar estas áreas sensibles. Establecer límites o zonas de exclusión alrededor de estos lugares contribuirá a proteger las prácticas pesqueras tradicionales y garantizará que los parques acuáticos no interfieran con las áreas más críticas para la subsistencia local.
También es importante identificar reparos o miedos ante un proyecto de este tipo para ver la viabilidad de los planes de implementación del parque. La consulta activa debe ser un proceso de intercambio de información, donde las comunidades locales se conviertan en colaboradores esenciales. Ahora, este proceso no solo debe ser informativo, sino que debe llevar a la creación de acuerdos y compromisos mutuos. Establecer un diálogo abierto para discutir beneficios económicos, oportunidades de empleo y la mitigación de cualquier impacto negativo es esencial. La creación de acuerdos formales, como contratos comunitarios o acuerdos de beneficios compartidos, puede ayudar a formalizar estos compromisos y garantizar que las comunidades locales participen activamente en el desarrollo y operación del parque acuático.
Finalmente, es oportuno señalar que incorporar a representantes de las comunidades locales en los procesos de gestión y monitoreo del parque acuático puede asegurar la sostenibilidad a largo plazo. Esta participación puede tomar la forma de comités consultivos, donde los residentes locales colaboran en la toma de decisiones y aportan sus conocimientos para la gestión efectiva del parque. Además, la creación de programas de monitoreo conjunto garantiza que cualquier cambio en el entorno marino sea identificado y abordado de manera rápida y eficiente.
- Establecimiento de restricciones para las actividades recreativas:
La preservación de la biodiversidad marina en los lugares donde se piensa constituir un parque acuático requiere el establecimiento de restricciones para las actividades recreativas con el fin de no alterar el ecosistema marino. Al tomar medidas específicas, se busca no solo garantizar que el lugar sea seguro y agradable para los visitantes, sino también preservar el delicado equilibrio natural del entorno marino.
La zonificación específica dentro del parque acuático para actividades recreativas puede ser una estrategia clave debido a que permite una gestión más eficiente del flujo de visitantes y reduce el impacto acumulativo en áreas críticas para la biodiversidad.
Otra alternativa es regular las actividades recreativas en horarios y temporadas. Esto reduce la interferencia durante momentos importantes, como la temporada de reproducción o la migración de especies.
- Desarrollo de programas educativos y de concientización:
En línea con el anterior punto, los programas educativos y de concientización dirigidos a los visitantes deben ir de la mano con la imposición de restricciones. Se puede influir positivamente en el comportamiento de los visitantes y crear una cultura de responsabilidad ambiental al explicar la importancia de respetar las restricciones establecidas y la fragilidad de los ecosistemas marinos.
También resulta clave que existan programas enfocados hacia la población local, con el fin de combatir la falta que tenga como objetivo que no se generen nuevos negocios. Lamentablemente en nuestro país hay grupos radicales que se oponen al establecimiento de nuevas empresas y es importante que la población los identifique y tenga un juicio crítico desarrollado para advertir mentiras. La inversión privada genera empleo, y consecuentemente bienestar a la misma comunidad.