Por Ricardo Salas - Technical Solutions and Architecture Manager en Neoris and EPAM System

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La transformación digital está reconfigurando el panorama financiero peruano, y el open banking se erige como una herramienta fundamental para impulsar la inclusión financiera, especialmente en las zonas rurales. Al permitir el acceso seguro y controlado a los datos financieros, esta tecnología abre nuevas oportunidades para que millones de peruanos, especialmente aquellos en áreas remotas, accedan a servicios financieros de manera más fácil y eficiente.

Casos como Global66 demuestran cómo el open banking puede transformar el mercado de las remesas, reduciendo costos y agilizando las transferencias. En Perú, plataformas como Yape han democratizado los pagos móviles, facilitando transacciones entre particulares y con comercios, incluso en zonas con limitada infraestructura bancaria.

El open banking trae beneficios para las zonas rurales. Entre los que figura el mayor acceso a servicios financieros, ya que facilita la creación de productos financieros adaptados a las necesidades específicas de las poblaciones rurales, como créditos para la agricultura, seguros para cultivos y herramientas de gestión financiera.

«En Perú, plataformas como Yape han democratizado los pagos móviles, facilitando transacciones entre particulares y con comercios».

Asimismo, la reducción de costos al eliminar intermediarios y automatizar procesos es otro beneficio. El open banking permite ofrecer servicios financieros a un menor costo, lo que es especialmente importante en zonas con bajos ingresos. En esa línea, se propicia la agilización de pagos, donde las transacciones electrónicas inmediatas facilitan el pago de bienes y servicios, mejorando la eficiencia y la productividad en las zonas rurales.

Otra ventaja que trae consigo el open banking es el empoderamiento de las comunidades, debido a que proporciona acceso a información financiera y herramientas de gestión financiera. De esta manera, puede fortalecer a las comunidades rurales y fomentar el desarrollo económico local.

Desafíos y oportunidades

Por otro lado, este sistema de banca abierta presenta algunos desafíos que pueden ser vistos también como ocasión de mejora en el país. El primero de ellos es la infraestructura tecnológica, y es que la falta de conectividad a internet en algunas zonas rurales se convierte en un obstáculo. Sin embargo, el avance de la telefonía móvil y el internet satelital ofrece oportunidades para superar este reto.

También la necesidad de una alfabetización digital se hace necesario. Hay que implementar programas de educación financiera para que la población rural pueda aprovechar al máximo las oportunidades que brinda el open banking. Ello debe ir de la mano de la generación de confianza hacia los servicios financieros digitales. Algo que es fundamental, especialmente en poblaciones que han sido históricamente excluidas del sistema financiero formal.

El open banking representa una oportunidad única para impulsar la inclusión financiera en Perú y acelerar el desarrollo económico. Sin embargo, su éxito dependerá en gran medida de la acción del Gobierno. Es necesario establecer un marco regulatorio claro y flexible que fomente la innovación y proteja a los consumidores, especialmente en zonas rurales. Se requiere una inversión significativa en infraestructura tecnológica y en programas de educación financiera para garantizar que todos los peruanos puedan beneficiarse de esta transformación digital.

Al trabajar juntos, podemos construir un sistema financiero más inclusivo, eficiente y resiliente, que contribuya al desarrollo sostenible del país. Es posible y necesario.







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