Por MARIO NAPRAVNIK PESCE - Gerente general de Rainforest Expeditions

Lectura de:

No perdamos tiempo repitiendo una vez más lo importante que es el Perú en el tema de biodiversidad, octavo país en el mundo. Cuarto en bosque tropical, cuenta con la presencia de 84 de las 104 zonas de vida y récord en varias especies. Queda claro para todos, nuestra riqueza. Sin embargo, no parece quedar claro la puesta en valor de toda esta biodiversidad, dejando pasar una vez más una oportunidad clara de mejora en la calidad de vida de los peruanos, cometiendo el error de no protegerla adecuadamente, desaprovechar un adecuado uso sostenido y no darle una real valorización, principalmente por falta de inversión y de un enfoque integrado.

Si realmente quisiéramos poner en valor esta inmensa riqueza que es la biodiversidad, sumándoles a los hoy conocidos términos de conservación y sostenibilidad, conceptos como ciencia, innovación y tecnología, nos estaríamos dirigiendo a otra velocidad en pro del manejo sostenible de nuestros recursos. Sin embargo, la realidad nos muestra que tenemos una serie de deficiencias, en políticas de Estado, en beneficios a emprendedores de iniciativas, en desarrollo de tecnología y en la formación de capital científico humano, recursos y personal asignado en áreas de conocimiento científico y tecnológico; tanto así que el World Economic Forum nos sitúa en el puesto 113 de 145 a nivel mundial.

«La realidad nos muestra que tenemos una serie de deficiencias, en políticas de Estado, en beneficios a emprendedores de iniciativas, en desarrollo de tecnología y en la formación de capital científico humano».

Un enfoque integrado y un trabajo coordinado entre los principales actores como lo son el Estado, las universidades, la empresa privada y la sociedad, comprometidos en potenciar estas áreas y poner en valor la biodiversidad, tendría incidencia directa en la conservación y sostenibilidad de nuestros recursos. Por ejemplo, la biodiversidad de la selva peruana no solo tiene un problema al ser amenazada por la minería ilegal, tala indiscriminada, tráfico de tierras, tráfico de fauna y otros; sino que tiene un problema adicional y es que su potencial y sus recursos son subutilizados, perdiendo la gran oportunidad de mejorar la calidad de vida de los pobladores y condenándolos generalmente a actividades extractivistas que destruyen el bosque.

Afortunadamente, el Estado y sus instituciones han empezado a identificar estas falencias, Sernanp, Serfor, Ministerio del Ambiente, Mincetur, Concytec (con su buen programa de ciencia, tecnología e innovación) y otros han empezado a usar estos fundamentos como herramienta para una adecuada valorización de la biodiversidad, en donde la innovación científica, la tecnología, la ciencia ciudadana y la adecuada integración de sus actores aporten al uso sostenido de nuestra biodiversidad.

Como ejemplo de que es posible, en Madre de Dios organizaciones como Fundación Moore, Swisscontact, Wyss Academy, ProInnóvate y otras están apostando por la innovación abierta, gestión, competitividad y gobernanza de iniciativas empresariales productivas y ecoturísticas que contribuyan a sostener los principios de los cuales hemos hablado. Así hemos conocido casos increíbles como el de Sixto Cruz, apicultor de abejas nativas y sus jardines polinizadores; Olaya Travel y Nature Lerner con jardines polinizadores y parcelas de interpretación; o los quizá un poco más renombrados como la comunidad nativa de Infierno, con sus iniciativas productivas y turísticas. Destacan Víctor Zambrano y Kerenda Homet, importantes defensores ambientales para la recuperación de biodiversidad en áreas degradadas. Los esfuerzos de Acca uniendo ciencia, tecnología y naturaleza o los proyectos de ciencia ciudadana de Rainforest Expeditions con Wired Amazon.

Todos estos increíbles esfuerzos son una luz de esperanza de un camino que recién empieza y es necesario reforzar, potenciar y priorizar decididamente con recursos y políticas firmes, que realmente protejan ese valor intrínseco de la biodiversidad, pero sobre todo aproveche ese valor instrumental que beneficia con bienes y servicios a diferentes iniciativas de desarrollo que redundará en uso sostenible e innovador de la biodiversidad.







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.