Por: Javier Abugattás Fatule
Presidente del Consejo Directivo del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN)
El desafío de construir una Visión Concertada de país es difícil para la Sociedad y el Estado peruano, pero es indispensable si queremos contar con políticas públicas y planes coherentes y factibles al 2021.
La Agenda 2030 nos ayuda a avanzar en la construcción de esa visión. Bajo el lema “que nadie se quede atrás”. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus 169 metas, retoman de manera más ambiciosa los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ahora en cinco grandes esferas: i) las personas, ii) el planeta, iii) la prosperidad, iv) la paz y v) las alianzas.
Una imagen preliminar de país al 2030 nos puede hablar de una sociedad y Estado donde todas las personas desarrollan su potencial en un ambiente equilibrado; esto requiere condiciones económicas, sociales, ambientales e institucionales que deben construirse y sostenerse cada día en todo el territorio del Perú. Desde ahora.
En el reciente GORE EJECUTIVO realizados los días 7 y 8 de noviembre, el CEPLAN entregó a los 26 gobernadores regionales y a los 19 ministros una síntesis de lineamientos de Política Sectorial. Este primer avance es producto de la revisión, por los rectores nacionales, de los escenarios mundiales, de la Política General del Gobierno, de la Agenda 2030 y del marco de la OCDE.
Esta información, junto con las políticas de Estado del Acuerdo Nacional, deben facilitar la mejora continua de las políticas de todo nivel, de los planes concertados en el territorio y de los planes institucionales de cerca de 2,500 entidades públicas que utilizan el planeamiento para mejorar la atención a nuestros casi 32 millones de habitantes actuales y cerca de 40 millones en el futuro.
El desafío inmediato es conocer cada vez mejor la compleja realidad nacional e internacional y ser capaces de lograr los objetivos principales aún en condiciones nacionales o internacionales adversas. El continuo seguimiento, evaluación y desarrollo de alertas tempranas debe permitir la anticipación de daños o problemas para prevenirlos oportunamente.
En el corto plazo y hasta el 2021 enfrentamos diversos retos para acercarnos a la imagen de bienestar al 2030. A las condiciones generales de gobernanza, para que “nadie se quede atrás”, se interrelacionan de manera compleja, aspectos principalmente económicos y sociales reflejados en oportunidades de inversión y empleo. La Agenda 2030 y la intención de ingresar a la OCDE nos da la imagen de bienestar de toda la población, el desarrollo sostenible, el empleo adecuado y una sociedad pacífica donde todos desarrollan su potencial desde la primera infancia.
En el Sector Público el desafío inmediato es lograr las mayores mejoras en todos los planes operativos, de todas las entidades del Estado, para el 2017 y diseñar los planes operativos al 2018 con la mayor orientación para lograr los productos que la población necesita prioritariamente en su día a día en todo el territorio. En el Sector Privado los desafíos no son menores ante un entorno cambiante y de creciente complejidad e incertidumbre. La identificación de oportunidades de negocios requiere ahora añadir el conocimiento de riesgos diversos y la adaptación a asuntos globales como el cambio climático.
En la práctica se requiere que el Estado en su conjunto funcione a un nivel mucho más alto que en el pasado. Mejorar continuamente las políticas, los planes y sostener la calidad de servicios públicos para toda la población en todo el territorio. También la promoción de la investigación científica y tecnológica para adaptarnos a los cambios inevitables.