Coal mining in surface mine. Miner looking on the huge excavator.

Por Stakeholders

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POR CARLOS TORRES – Director de la carrera de Ingeniería de Gestión Minera de la UPC

Es un hecho que la actividad minera en el Perú y sus actividades conexas contribuyen a mejorar la economía del país y el bienestar económico de la población. Las exportaciones mineras, han sido, son y serán probablemente la fuente principal de ingreso de divisas para el país.

Más del 55 % de los ingresos del Perú provienen de la exportación de nuestros minerales. Las exportaciones, producto de la minería, fueron de 37 711 millones de dólares en el 2002 de un total de 65 835 millones de dólares (BCRP). Es decir, más de la mitad de ingresos que percibe el Perú, provienen de la actividad minera.

Las transferencias de recursos a las regiones del Perú en lo que va del año 2023, por conceptos de canon, regalías mineras, entre otros, superan los 6600 millones de soles. En el 2022, el monto de transferencias por estos conceptos fue un poco más de 11 mil millones de soles (Minem). Estos recursos, sin duda, permiten generar proyectos específicos que benefician a la población de las regiones.

Los impuestos son otro medio de obtención de recursos para atender las necesidades de la población. En este rubro, el aporte de la minería en lo que va del año supera los 5 mil millones de soles, en el 2022 superó los 15 mil millones de soles (Minem).

Otro indicador, que genera ingresos en la población, es el empleo directo en minería. En este año 2023, la cifra está alrededor de 226 mil personas empleadas (Minem). Las inversiones en el sector minero en el año 2022 fueron de 5375 millones de dólares y a julio de este año, de 1895 millones de dólares (Minem).

Estas cifras muestran lo importante de focalizar a la minería como fuente de oportunidades para el crecimiento del país y búsqueda de una mejor calidad de vida para la población.

Todas las sociedades buscan una mejor calidad de vida para sus integrantes, sin duda, el Perú no es ajeno a este objetivo. En este sentido, nos preguntamos: ¿cómo la minería podría contribuir a generar bienestar y mejor calidad de vida a la sociedad?

Siempre va a ser posible que el valor de estos indicadores pueda aprovecharse y optimizarse más. La otra pregunta es ¿quién puede o debe optimizar estos recursos? Encontramos varios actores: el Estado, las empresas, las comunidades, los profesionales de la minería, la academia y en general todos los que participan en obtener y hacer uso de estos recursos.            

Si se aprovechan los recursos de manera integrada, siempre será mejor que gestionarlos de manera aislada. Como en una película, esta no tiene sentido si cada actor participa de manera individual, sin considerar las acciones del resto.

Desde el Estado, generando nuevas estrategias de gestión para posicionar a la minería y darle el protagonismo que le corresponde, como fuente de oportunidades de empleo, de crecimiento y de desarrollo del país. El Estado es, quizás, el “director, productor, guionista y actor de esta película”.

Los demás protagonistas: las empresas, las comunidades, la academia y, sin duda, el Estado deberían participar identificando estrategias para facilitar y mejorar los canales de comunicación, en búsqueda de atender de manera conjunta las oportunidades que mejoren y optimicen los recursos provenientes de la minería. El Estado debería enfocarse en su rol de gestor; las empresas con buenas prácticas en todo ámbito como salud, seguridad y protección del medio ambiente; la academia con el aporte técnico y de gestión. Todo ello de la mano de soluciones innovadoras y, por supuesto y no menos importante, la colaboración de las comunidades.







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