Por Stakeholders

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Por: Verónica Saenz L.*, Arquitecta Lumínica especialista–consultor en Iluminación y Tecnologías de luz sostenibles.

La dupla bienestar y sostenibilidad se ha instalado en las empresas productivas a través de estándares y normas que les permiten alcanzar los niveles de rendimiento y mejores prácticas para lograr integrarse a la protección medioambiental y responsabilidad social. Sin embargo, aún falta incorporar en el ámbito de la salud laboral –el de los colaboradores–, las variables de influencia biológica en la salud de las personas, lo cual será posible potenciando el funcionamiento y los usos de la iluminación tanto natural como artificial a través de la misma tecnología led que ya se viene incorporando en los espacios industriales,

¿Qué hace falta para esto? Incorporar en el planeamiento y diseño lumínico, sistemas de iluminación enfocados en decisiones que: integren el eje humano y sensorial que entrega la luz e iluminación, reconozcan el ciclo circadiano y su influencia en las funciones biológicas del cuerpo que se relacionan desde el despertar hacia el descanso; y a partir de ello identifiquen y especifiquen la tecnología correcta y escalable que permita “interconectividad y personalización hacia las reales necesidades de los trabajadores”, donde las funciones laborales y productivas se cumplan óptimamente así como la relación con los tiempos y horarios de la organización a la que pertenecen a fin de que les permita mayor rentabilidad productiva, mejor salud y mayor eficiencia.

Para lograrlo, el consultor especialista a cargo, procederá a establecer un diagnóstico previo que incluye tener mapeadas todas las actividades que realiza el colaborador y conocer cómo funciona la organización productiva en cuanto a turnos y horarios de trabajo. La adaptación física y visual en turnos requiere dimensionar intensidades y tonos de luz específicas y su duración correspondiente porque en el proceso de desempeño se altera, indefectiblemente, el ciclo circadiano llevando a los trabajadores a producir y a concentrarse menos. 

Por otro lado, para contribuir con el medioambiente y controlar la polución luminosa es fundamental lograr que el diseño lumínico de los espacios e instalaciones exteriores de las empresas también adicionen otros criterios como: “iluminar sólo donde sea necesario y en el momento necesario”. El otro criterio importante es: usar el tono de luz blanca adecuado según el horario, la cantidad e intensidad luminosa sólo en el momento y lugar que se requiera y, mantenerla reducida hasta que la presencia humana o dinámica laboral lo amerite.

La tecnología led ha llevado, ya, a superar las barreras del ahorro energético solamente con el recambio de lámparas o fuentes de luz. Del mismo modo, nuevas instalaciones han añadido luminarias de alta eficiencia. Sin embargo, ello ya no es suficiente en esta Era de Sostenibilidad y Bienestar que atraviesa a todas las esferas productivas ya que el eje actual y fundamental es el ser humano y el medioambiente. Y, todo lo que afecta a los mismos debe ser abordado con respeto y sobre todo con visión futura por cada recurso que se utiliza, en particular, en las empresas extractivas de minerales y de producción porque son las que demandan alto consumo de energía.

Se vienen creando leyes y normativas en esferas ajenas a nuestras actividades cotidianas que harán posible que organizaciones humanas y sociales demanden el “derecho a la buena luz”; una luz saludable, responsable, aquella que no altere la salud mental; que permita un sueño reparador gracias al uso adecuado de la luz natural y a la tecnología de tonalidades de luz artificial blanca que imita a la del sol cuando el trabajo es de alta exigencia física en horarios y turnos. Pero sobre todo aquella buena luz que su elección se realiza con la intención de entregar bienestar y no solo eficiencia y ahorro energético.

Varias preguntas caen por añadidura: ¿Cómo logramos estos resultados si ya se invirtió en sistemas de iluminación eficientes? ¿Qué más hace falta agregar a las instalaciones para que se adapten a nuevos usos, flexibilidad en cuanto a zonas, intensidades y tonalidades de luz blanca necesarias según los turnos laborales? ¿Cómo disminuimos el impacto ambiental de polución y contaminación lumínica en el entorno de mi empresa industrial?

Existen diversas tecnologías que en la actualidad lo hacen posible con diversos dispositivos y muchas opciones de mayor o menor flexibilidad y además escalables e integrables a sistemas de iluminación existentes. Lo que recomendamos los profesionales es analizar desde la base humana y ambiental las decisiones a tomar: los tipos de personas y sus turnos, sus funciones y actividades y horarios de desenvolvimiento durante día y la noche –esta última más importante aún por el consumo de recursos energéticos e impacto al entorno–, la ubicación, el uso de los espacios exteriores y, los aforos así como la organización empresarial y las metas sostenibles. 

Según todo lo anterior compatibilizarlo con los recursos humanos y las capacidades técnicas al interior de cada empresa, muchas de las cuales presentan un desfase en aplicación de nuevas tecnologías por lo que es recomendable el apoyo de un profesional externo consultor con el objetivo de poder enfrentar y conocer en amplitud los criterios biológicos que promueven el bienestar y el uso responsable de la iluminación sostenible en el mundo industrial y empresarial y, con ello realizar una integración de mayor rentabilidad-beneficio para la empresa.







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