Por Stakeholders

Lectura de:

Bernardo Kliksberg
Asesor de diversos organismos internacionales*

En un mundo con más de 4 millones de víctimas por la pandemia, y graves problemas ecológicos que no admiten más postergaciones, se espera una renovación integral de las agendas tradicionales de la empresa privada, un actor clave. La nueva generación Zeta reclama masivamente empresas comprometidas y por lo mismo abogan el Foro de Davos y líderes empresariales de punta. Entre otros son ilustrativos los ejemplos que siguen.

Larry Fink, es el CEO de Black Rock, el mayor fondo de inversiones. Enfatiza que las empresas tienen que priorizar la sostenibilidad. El mundo corre peligros muy serios si no consigue enfrentar el cambio climático, y quedan pocos años antes de que algunos de los daños principales sean irreversibles. Se ha intensificado el riesgo climático empresarial, hay una exigencia creciente de transparentarlo financieramente, y las regulaciones irán aumentando. Su Fondo pide cumplir con elevados estándares de sostenibilidad para invertir. Destaca un fuerte movimiento en esta dirección. Entre enero y noviembre de 2020 la inversión en activos sostenibles creció un 96% con respecto al 2019.

Hubert Joly reformó exitosamente una empresa líder en situación difícil: Best Buy. Enseña en Harvard y pide reformar el capitalismo. Aplicando en Best Buy lo que pregona, en lugar de la usual ingeniería de cortes y despidos para bajar costos, subió las remuneraciones significativamente, y creó una nueva mística corporativa. Asimismo redujo las emisiones de carbón en un 50% y llevó a 2 billones el reciclaje anual de productos electrónicos. Durante su gestión que integra a los stakeholders, logró un 335% de retorno sobre la inversión.

Entrevistado a fondo por The New York Times, Joly, sugiere los siguientes puntos:

• Hay que revisar el status quo actual del capitalismo. Hay que terminar con la maximización de las ganancias a toda costa como único objetivo, y armar un contrato social entre empresarios y trabajadores que ponga a la dignidad humana como punto de partida.

• Si nos preguntan a los empresarios como queremos ser recordados muchos dirán como personas que han hecho el bien. Si usted puede conectar ese deseo en su corazón con el modo en que gerencia su empresa, los empleados tendrán gran afecto por ella. También la apreciarán mucho los clientes.

• Es triste que en lugar de seguir a Milton Friedman, que decía que las empresas solo deben estar dedicadas solo a producir ganancias, no hubiéramos seguido a Peter Drucker. La situación sería muy diferente.

• Habría que crear un clima de trabajo atractivo, y pleno en oportunidades para los empleados. Incluye además de buenas remuneraciones, cuidar de ellos, de su salud física y psicológica, y hasta facilitarles que puedan votar. Hacerles sentir que pueden crecer, y aprender. Que realmente forman parte, pertenecen.

• Es fundamental desarrollar un plan concreto para no dejar huella ecológica, y que la empresa sea un excelente miembro de la comunidad donde opera.

• Mi experiencia es que abrazando un enfoque centrado en los involucrados es como se creara más valor para los accionistas.

Diversos empresarios han creado la organización “empresas conscientes”. En sus bases se halla: practicar una sostenibilidad que vaya más allá de “no hacer daño”, que apunte a refortalecer la naturaleza, operar con transparencia social y ecológica, y crear un mundo para todos.

Estas y otras voces similares deben ser atentamente escuchadas en una América Latina, con avances en responsabilidad empresarial, pero mucho más por hacer.

Referente Internacional en RSE. Termina de aparecer su nuevo libro “Por un mundo mejor”, Editorial HAC, España.






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