La huella de carbono se ha consolidado como un indicador clave para evaluar el impacto ambiental de las empresas, donde una creciente conciencia está impulsando la adopción de medidas para mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). La COP28 en Dubái ha sentado las bases para futuros acuerdos destacando la urgencia de la acción climática y estableciendo compromisos significativos, como triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar las mejoras en eficiencia energética para 2030.
Por otro lado, la iniciativa Science Based Targets (SBTi) ha informado que el número de empresas que establecen objetivos climáticos validados científicamente se ha duplicado. A nivel nacional, Perú tiene un compromiso de reducir sus emisiones de GEI en un 40 % para 2030. Este contexto subraya la importancia de que las empresas peruanas ajusten sus operaciones con los compromisos climáticos globales y nacionales.
Al explorar la evolución de las prácticas corporativas peruanas en materia de acción climática, destacamos el progreso en la medición de la huella de carbono. La participación de empresas en la plataforma Huella de Carbono Perú ha experimentado un aumento notable. Hasta 2023, el Ministerio del Ambiente (Minam) ha otorgado un total de 952 reconocimientos “Primera estrella” a empresas que midieron sus emisiones de GEI. A pesar de un leve retroceso en 2020, debido a los desafíos de la pandemia, en 2021 la cifra se recuperó rápidamente, alcanzando 214 reconocimientos, lo que demuestra un renovado compromiso con la sostenibilidad.
“La participación de empresas en la plataforma ‘HUELLA DE CARBONO PERÚ’ ha experimentado un aumento notable”.
El año 2022 estableció un récord con 282 empresas registradas, indicando un crecimiento continuo. Se anticipa una tendencia ascendente para 2023 a medida de que más empresas culminen su cálculo de huella de carbono. Además, un total de 403 empresas peruanas han verificado su huella de carbono, obteniendo el reconocimiento “Segunda estrella” y demostrando una mayor transparencia.
En 2022, las organizaciones registraron una reducción de 2 666 682,03 toneladas de CO2 equivalente en la plataforma del Minam. Sin embargo, el progreso en la reducción ha sido irregular. Hasta la fecha, se han otorgado un total de 77 reconocimientos “Tercera estrella” por la reducción de la huella de carbono. En 2021, solo 12 empresas alcanzaron la reducción, aunque hubo una ligera mejora en 2022 con 21 empresas. Este panorama subraya la necesidad de que las empresas implementen y sostengan estrategias efectivas y duraderas.
En concordancia, desde AC Sostenibilidad, hemos observado un creciente interés de nuestros clientes en los servicios integrales que brindamos, desde el cálculo de su huella de carbono, hasta la elaboración de planes estratégicos para la reducción y compensación de sus emisiones de GEI.
Además, se observa un panorama fluctuante y moderado respecto a las empresas que han obtenido la “Cuarta estrella” por compensar su huella de carbono, con un total de 30 empresas alcanzando este reconocimiento hasta la fecha. La tendencia ha mostrado un declive, con solo 3 empresas lográndolo en 2022, reflejando las dificultades de mantener estrategias de compensación a largo plazo. Dado que las estrategias de reducción aún no se han consolidado, es comprensible que las iniciativas de compensación no sean una prioridad para las empresas peruanas en este momento.
Estos avances reflejan la disposición para adoptar prácticas que alineen las operaciones empresariales con los objetivos globales hacia una economía más sostenible. Sin embargo, la acción climática empresarial peruana aún está en una etapa inicial. La medición de la huella de carbono es un primer paso para que las empresas identifiquen e implementen acciones para reducir sus emisiones. No obstante, son pocas las empresas a nivel nacional que han avanzado hacia la neutralización de su huella.
Para las empresas peruanas, reducir su huella de carbono es esencial para ingresar y expandirse en mercados internacionales con rigurosos criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza). Este compromiso refuerza su responsabilidad ambiental y mejora su competitividad en mercados donde los grupos de interés demandan altos estándares de sostenibilidad. Al adoptar prácticas sostenibles, las empresas atraen inversores y socios que priorizan la responsabilidad ambiental, posicionándose favorablemente en mercados cada vez más exigentes con los criterios de sostenibilidad.
En la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, diversas tecnologías emergen como herramientas para acelerar la descarbonización, ofreciendo a las empresas la oportunidad de implementar medidas innovadoras. La captura de carbono, por ejemplo, permite capturar CO2 directamente de fuentes industriales, mientras que el Internet de las Cosas (IoT) optimiza el uso energético mediante sistemas inteligentes que regulan la iluminación y la climatización.
Además, la tecnología blockchain mejora la trazabilidad de la energía renovable, y el uso de servicios en la nube reduce el consumo energético. Estas tecnologías, junto con avances en energías renovables, combustibles sintéticos y la reutilización de CO2 en construcción y agricultura, están marcando el camino hacia un futuro más sostenible.
Las empresas peruanas que adopten estrategias proactivas para reducir su huella de carbono contribuirán a la lucha contra el cambio climático y se posicionarán como líderes en la economía global del mañana. AC Sostenibilidad los invita a medir y reducir su huella de carbono para innovar y adaptarse en un entorno cada vez más sostenible. A medida que estas tendencias evolucionen, será esencial que las compañías busquen formas de prosperar en un mundo que valora la sostenibilidad.