Por Julie Beteta - Directora adjunta de Personas y Organización de MAPFRE

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Pese a la promoción de la igualdad de género y la creación de entornos laborales seguros, el hostigamiento sexual en el trabajo sigue siendo un problema que afecta a miles de personas.

Según el último sondeo realizado por Espacios Laborales Sin Acoso (ELSA) a 26 630 personas (51 % hombres y 49 % mujeres), en nuestro país un 15,49 % de personas reportó haber experimentado acoso sexual laboral, una condición que incrementa los niveles de estrés, ansiedad y desmotivación en los colaboradores, lo que se traduce en un incremento de ausencias laborales y una disminución en la eficiencia y compromiso con sus organizaciones.

“Llevamos muchos años alineados a un Código Ético y de Conducta”.

Es por ello que el rol de las empresas es trascendental en la reducción de estas lamentables cifras. Organizaciones como MAPFRE, que trabajan con el propósito de cuidar lo que más les importa las personas, deben ser referentes en esta lucha.

En ese sentido, llevamos muchos años alineados a un Código Ético y de Conducta, brindando capacitaciones constantes y un Comité de intervención frente al Hostigamiento Sexual Laboral, conformado por representantes de la empresa y colaboradores (elegidos por votación).

Abordar el hostigamiento sexual laboral debe ser una prioridad en las empresas que queremos construir un mundo más seguro y sostenible para todos.







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