POR SANDOR LUKACS DE PERENY – Profesor del MBA y de los Programas en Sostenibilidad de ESAN Graduate School of Business
Es importante prestar atención a la importancia de la sostenibilidad para un país diverso y rico en recursos como el Perú en un mundo en continua evolución. Es necesario reconocer que todavía navegamos varios desafíos para que el tan anhelado progreso sostenible tenga el impacto que se busca para nuestra nación. Sin embargo, la pregunta elemental es ¿qué se requiere para alcanzar este objetivo?
Sabemos que cada nación tiene derecho a perseguir su propio progreso, siempre y cuando esto esté dentro de las capacidades del planeta. En otras palabras, es clave lograr un balance entre el progreso económico y la protección del medioambiente. Ello implica asegurar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades y acceso a los servicios públicos, sin importar su origen o situación. Una nación sostenible comienza con el respeto irrestricto de su gente mediante un marco legal adecuadamente aplicado.
De la imitación a la propia identidad
La meta de imitar los estándares de vida entre países desarrollados debe ser nuestro norte. Esto implica, en teoría, que la brecha entre países ricos y pobres debería reducirse a medida que avanzamos. Dicha convergencia dependerá, claro está, en gran medida, del crecimiento económico distributivo y educativo de las naciones menos desarrolladas. Sin embargo, esta no es una única meta; es más bien una responsabilidad complementaria a la que todos los países deberían plegarse y apuntar. El Perú debe enfrentar estos desafíos importantes en los años venideros desde la perspectiva de la sostenibilidad, pero forjando su propia identidad en el marco de su realidad nacional. Para esto, proponemos tres ejes temáticos claves a examinar.
Educación transformadora
Es urgente que todos los niños y jóvenes reciban educación de alta calidad. Esto implica brindar programas de estimulación temprana desde la infancia hasta bases robustas en la educación secundaria. Solo así, se puede ir preparando a los estudiantes para las retadoras situaciones actuales y futuras. Asimismo, un país que busca ser sostenible debe brindarles oportunidades para adquirir habilidades necesarias y encontrar trabajos dignos o emprender un negocio propio.
Gestión rural y agricultura responsable
Potenciar nuestros sistemas agrícolas es un pilar no negociable. Para estos efectos necesitamos asegurarnos que la producción de alimentos contemple el uso eficiente de agua, suelos y mínimas pérdidas. Esto abarca la conservación de bosques y humedales, así como la igualdad de acceso a dichos recursos y servicios a través de infraestructura en áreas rurales.
De la generación de residuos a una economía circular
En el Perú, urge abordar la gestión de residuos y sus daños en ríos, biodiversidad, mares y salud pública. Ante esto, la economía circular se perfila como solución clave. La acumulación de basura afecta los ecosistemas acuáticos y la salud animal. Por ende, adoptar economía circular implica transformar desechos en recursos útiles, reduciendo la presión sobre los recursos naturales. Eso sí, se requiere de la colaboración ciudadana, políticas gubernamentales y conciencia pública.
En síntesis, no es posible que un solo sector lleve a cabo la transformación necesaria pues la sostenibilidad comprende múltiples aspectos de la sociedad. En ese sentido, las decisiones deben tomarse con conocimiento y responsabilidad, teniendo en cuenta tanto el bienestar actual como el futuro de las generaciones venideras.
Finalmente, el Perú se encuentra en un momento crucial en su historia. Promover el respeto de las leyes, fomentar la descentralización, equilibrar el desarrollo económico y la conservación natural son perspectivas que pavimentan el camino hacia la sostenibilidad. Ahora bien, habrán obstáculos, pero también identificamos grandes oportunidades para crear una nación más honesta, responsable y próspera.