Por EUNICE VILLICAÑA ORTIZ - Directora del Departamento de Ingeniería Mecánica e Ingeniería de la Energía de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)

Lectura de:

La política energética de Perú desempeña un papel crucial para garantizar una transición hacia un modelo energético diversificado y sostenible, ya que actualmente la matriz energética del país se basa principalmente en la energía termoeléctrica y la hidroeléctrica a gran escala, dejando a las energías renovables en una etapa aún incipiente.

A pesar de esto, Perú cuenta con abundantes recursos renovables, destacándose un potencial solar de 25 000 MW, especialmente favorable en la costa sur, concentrándose las principales centrales solares del país en Moquegua, Tacna y Arequipa.

En esta región, se registran niveles significativamente altos de irradiación solar, llegando a alcanzar entre 6 kWh/m2 y 7 kWh/m2 al día, lo que favorece la viabilidad de proyectos fotovoltaicos, tanto aislados como conectados a la red eléctrica. En cuanto a la tecnología termosolar, las condiciones son propicias para la implementación de proyectos, ya sea de foco puntual o lineal; sin embargo, aún no contamos con este tipo de proyectos.

Las ventajas se centran en la integración de sistemas de almacenamiento térmico que podría permitir la generación durante los picos de demanda o las horas punta. Por otra parte, la opción más atractiva es la hibridación entre sistemas fotovoltaicos y térmicos, lo que resulta en un Costo Nivelado de Energía (LCOE) en el rango de $60 a $90 por megavatio con tasas de retorno entre el 7 % y el 9 %. Aunque estos valores son superiores a los de la energía fotovoltaica, es importante tener en cuenta que la implementación de nuevas tecnologías en el país implica inicialmente inversiones más elevadas.

Por otro lado, la energía eólica presenta un potencial de aproximadamente 22 000 MW, siendo las zonas costeras del centro y norte las más propicias para su desarrollo. Cabe resaltar que en las zonas de la sierra del norte existen lugares con un alto potencial eólico, pero su acceso se ve limitado por la altitud y las condiciones de los caminos y puentes, lo que suele requerir una logística más compleja para el transporte.

Un caso destacado es la región de Ica, la cual presenta condiciones favorables tanto para el desarrollo de la energía solar como de la eólica. En esta zona, resulta beneficioso explorar el potencial de sistemas híbridos. La energía fotovoltaica puede garantizar una producción estable durante las horas del mediodía, mientras que la energía eólica, debido a su naturaleza, se desplaza hacia los periodos de mayor demanda. La complementariedad de estos recursos es sin duda significativa.

«La integración de proyectos fotovoltaicos y eólicos, así como la exploración de sistemas híbridos, promete beneficios adicionales en términos de estabilidad de la producción y costos».

Finalmente, en las costas de Ica, Áncash y Piura, se encuentra un valioso recurso eólico marítimo, con velocidades de viento que alcanzan densidades de potencia de 1400 W/ m2 a una altura de 100 metros. Sin embargo, se requieren investigaciones más exhaustivas para evaluar la viabilidad tanto técnica como económica de esta fuente de energía, especialmente debido a las profundidades del mar que superan los 200 metros.

La integración de proyectos fotovoltaicos y eólicos, así como la exploración de sistemas híbridos, promete beneficios adicionales en términos de estabilidad de la producción y costos. A pesar de los desafíos logísticos y de inversión asociados, el avance hacia tecnologías más sostenibles parece prometedor, especialmente considerando el alto potencial de expansión y optimización de recursos en regiones como Ica, Moquegua, Piura, Arequipa y Tacna.

La necesidad de avanzar hacia un modelo energético sostenible es cada vez más imperativa para asegurar un equilibrio entre las demandas actuales y la preservación de los recursos para las generaciones futuras. Perú, con su matriz energética principalmente basada en fuentes convencionales como la termoeléctrica y la hidroeléctrica a gran escala, se encuentra en un momento crucial para impulsar la transición hacia alternativas más limpias y diversificadas.







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.