En un mundo enfrentado a desafíos ambientales y sociales constantes, las universidades tenemos la responsabilidad ineludible de liderar la transformación hacia un futuro más sostenible. En el Perú, asumimos el compromiso de formar profesionales altamente capacitados para enfrentar estos retos, particularmente aquellos vinculados al desarrollo sostenible.
Según el Informe de Avances en la Implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en las Universidades Peruanas, el 67% de las universidades afirma ofrecer cursos relacionados con los ODS; sin embargo, únicamente el 8% los integra de manera transversal en todos los programas académicos. Esta discrepancia representa una oportunidad valiosa para promover el cambio. La incorporación limitada de los ODS en los planes de estudio es una realidad ineludible que requiere transformaciones urgentes. Estudios realizados por la Unión de Responsabilidad Social Universitaria Latinoamericana (URSULA) corroboran esta situación: un autodiagnóstico realizado en 80 universidades de la región reveló que la meta de «Inclusión curricular de los ODS» obtuvo la calificación más baja. Este hallazgo confirma que estamos ante un desafío regional que exige atención prioritaria.
No obstante, el panorama global ofrece razones para el optimismo. Diversas universidades alrededor del mundo están implementando iniciativas ejemplares. La Universidad de Berkeley, por ejemplo, se ha comprometido a reducir sus emisiones de carbono en un 90% para el año 2045. Por su parte, la Universidad de Edimburgo busca desviar el 100% de sus residuos de los vertederos para 2030 mediante objetivos de cero residuos. La Universidad de Oxford ha adoptado restricciones vehiculares en su campus como parte de su compromiso sostenible. Estas experiencias evidencian que el cambio es posible y sirven como modelos a seguir.
Las universidades estamos en una posición privilegiada para liderar la investigación sobre el cambio climático, aprovechando la diversidad y la riqueza interdisciplinaria de nuestros estudiantes. Fomentar la colaboración entre disciplinas permite desarrollar enfoques integrales a los problemas climáticos y proponer soluciones innovadoras adaptadas a contextos específicos. Aunque reconocemos la existencia de obstáculos significativos, como la falta de financiamiento, la resistencia al cambio en las culturas organizacionales y la necesidad de mayor capacitación docente en sostenibilidad, estos desafíos no deben convertirse en excusas para la inacción.
En el Perú, las universidades debemos asumir un papel más proactivo en la formación de profesionales comprometidos con la sostenibilidad. Esto incluye la incorporación de los ODS en las mallas curriculares de las carreras de pregrado y posgrado, así como el impulso a la investigación orientada a la sostenibilidad. Además, resulta fundamental implementar políticas institucionales en áreas como sostenibilidad, anticorrupción, antidiscriminación, ética y cumplimiento normativo (compliance). Establecer alianzas estratégicas con comunidades y organizaciones amplifica el impacto social y ambiental de nuestras instituciones.
La creciente demanda de especialistas en sostenibilidad nos obliga a ajustar y diversificar nuestra oferta académica. Es imperativo desarrollar programas especializados y garantizar una formación continua a lo largo de la trayectoria académica y profesional. Los círculos de estudio y la investigación colaborativa desempeñan un papel esencial en este proceso. Como instituciones de educación superior, nuestra responsabilidad como agentes de cambio se centra en cuatro pilares fundamentales: formación, investigación, desarrollo de campus sostenibles y vinculación con empresas y comunidades. En esta línea, el compromiso con los ODS debe reflejarse no solo en nuestras políticas institucionales, sino también en acciones concretas capaces de generar un impacto positivo en nuestro entorno.