El camino para lograr un futuro sostenible se relaciona directamente con la aplicación transversal y objetiva de uno de los pilares más importantes para la reconversión de la sociedad: los derechos humanos (DD. HH.), estos deben ser la base de la sostenibilidad empresarial, buscando promover condiciones de trabajo dignas, equidad de género, diversidad cultural, inclusión, entre otros. Así, la gestión empresarial de los DD. HH. se convierten en una ventaja competitiva frente a los sistemas de mercado actuales que, a pesar de ser volátiles y divergentes, valoran cada vez más la existencia de negocios con una visión que trascienda los resultados financiero-económicos, buscando construir un modelo donde el progreso colectivo, el respeto por todos los actores del ecosistema y la dignidad integral sean vectores de sus acciones.
La acción empresarial con base en los DD. HH. es un tema discutido con anterioridad. Hacia nuestros días, se han presentado diversos enfoques y se ha generado un despliegue importante de acciones con cambios positivos, pero no suficientes; la priorización de los riesgos no gestionados, el no entendimiento de los impactos adversos, el desconocimiento del contexto “glocal” del tema, y el necesario fortalecimiento de un liderazgo ético, vuelve apremiante la redefinición de cómo se están formando capacidades en la educación empresarial, tal como lo refiere Garanzini (2023). La enseñanza de negocios es un reto complejo y competitivo, con técnicas didácticas, métodos evaluativos y medición de su impacto de diversas características y alcances. Actualmente se vive un contexto educativo en el cual impartir conocimientos basados en disciplinas empresariales éticas, liderazgo consciente y competencias interpersonales requiere de una concepción holística, innovadora y focalizada; el modelo académico histórico está a prueba.
La enseñanza de la educación empresarial, refiere también Garanzini (2023), históricamente se ha basado en argumentos que han apoyado un modelo económico duro y, a menudo, injusto en general. Los sistemas económicos y financieros actuales que conducen las decisiones e inversiones de negocios, aún se basan exclusivamente en una interpretación de la condición humana, entendiéndola como altamente consumidora, limitando así las soluciones a problemas más urgentes de la sociedad, donde la no discriminación, el empoderamiento de las minorías, la transparencia, la debida diligencia y la rendición de cuentas son determinantes para su solución, rompiendo paradigmas y edificando un sistema educativo donde se forme empresarios empáticos.
«La educación empresarial con base en los DD. HH. debe ser entendida como un modelo sistémico transformador de personas».
La educación empresarial con base en los DD. HH. debe ser entendida como un modelo sistémico transformador de personas que aspiran a impulsar, mediante el escalamiento de emprendimientos, empresas y corporaciones, a la sostenibilidad económica, social y ambiental. Para que esta no corra el riesgo de ser un esquema pedagógico solamente declarativo, se requiere de objetividad en su diseño, de un propósito realista claramente definido a partir de la responsabilidad ciudadana y de la actualización constante de educadores, administrativos y líderes institucionales del sector.
Tal como lo señala la Guía de Evaluación de Impacto en Derechos, elaborada por el Instituto Danés de Derechos Humanos en el 2020, sin lugar a dudas, el reto que tienen las empresas en la dinámica económica mundial incluye el de mitigar sus efectos negativos a toda la comunidad. Por ende, es neurálgico que los líderes empresariales presentes y futuros estén dotados de capacidades de responsabilidad corporativa para promover la democracia, la armonía con los grupos de interés y la cultura de paz, contribuyendo así a los objetivos de sostenibilidad que el marco local de sus países consagre y que los principios rectores de los actores internacionales relacionados establezcan. Finalmente, queda claro que la educación empresarial responsable no es un asunto discrecional, es un imperativo, cada vez más urgente, que contribuirá al propósito de armonizar vida, ambiente y economía para el futuro de la humanidad.