
El 14 de octubre se conmemora el Día Internacional de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), una fecha con la finalidad de concienciar al mundo sobre el creciente problema del e-waste y promover una gestión ambientalmente responsable. Esta efeméride fue instaurada en 2018 por el WEEE Forum, con el respaldo de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El propósito es resaltar el valor de los materiales que contienen los aparatos eléctricos y electrónicos —como oro, cobre, litio o tierras raras— y, al mismo tiempo, alertar sobre el impacto tóxico de su disposición inadecuada.
De acuerdo con el informe Global E-waste Monitor 2024, el mundo generó cerca de 62 millones de toneladas de residuos electrónicos en 2022, el doble de lo registrado hace 10 años, y solo el 22 % de estos residuos se reciclaron formalmente, según informes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y el Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR). Esto significa que unos 48 millones de toneladas terminaron sin un tratamiento adecuado, por lo que liberaron sustancias peligrosas, como plomo, mercurio y retardantes de llama, al ambiente.
En América Latina, la gestión de RAEE aún es un desafío estructural. En 2022, 13 países de la región generaron alrededor de 1.3 millones de toneladas de residuos electrónicos, lo que representa un crecimiento del 49 % respecto a los años entre 2010 y 2019, de los cuales apenas el 2,7 % se recicló bajo condiciones seguras versus el 17.4 % a nivel global, de acuerdo con los datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente.
«Su cumplimiento aún es limitado y requiere mayor fiscalización y articulación con los gobiernos locales».
Los países con mayores volúmenes de residuos electrónicos son Brasil, México, Argentina, Chile y Perú. En el caso de nuestro país, el Ministerio del Ambiente informó que en 2023 se generaron aproximadamente 205 000 toneladas de RAEE, pero solo 14 700 toneladas fueron valorizadas por empresas formalmente registradas. Esto implica que más del 90 % de los desechos electrónicos en el país aún se maneja sin control o termina en rellenos sanitarios, pese a contener materiales recuperables valorados en millones de dólares. Además, cada peruano genera en promedio 6,5 kg de RAEE al año, una cifra que crece sostenidamente debido al aumento del consumo tecnológico y la corta vida útil de los dispositivos, según informa el portal Andina.
Por ello, el Día Internacional de los RAEE busca catalizar acciones concretas. A nivel normativo, el Perú cuenta con la Ley 27314 y el Decreto Supremo 009-2019-MINAM, que establecen la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), la cual obliga a fabricantes e importadores a implementar sistemas de recolección y tratamiento. Sin embargo, su cumplimiento aún es limitado y requiere mayor fiscalización y articulación con los gobiernos locales. Desde el sector empresarial, destacan iniciativas como las de Telefónica del Perú, que entre 2021 y 2023 recicló más de 1000 toneladas de aparatos electrónicos, con lo que recuperó 367 toneladas mediante reacondicionamiento. En paralelo, universidades y centros tecnológicos están desarrollando proyectos para mejorar el desensamblaje y la separación automatizada de componentes, con el uso de inteligencia artificial para aumentar la eficiencia del reciclaje.
De cara al 14 de octubre, la meta no es solo celebrar, sino medir avances: aumentar las tasas de recuperación, formalizar a los recicladores, avanzar hacia una economía circular que reduzca la extracción de recursos primarios y, aún más desafiante, hacia una economía regenerativa. La investigación debe soportar estos conceptos con aportes sobre el análisis de ciclo de vida. El verdadero desafío del Día Internacional de los RAEE consiste en transformar una amenaza ambiental en una oportunidad de innovación, inclusión y competitividad sostenible.