Por: Milagros Aguilar Portugal, vicepresidenta de Gestión y Desarrollo de Personas de BanBif
Un colaborador comprometido es capaz de generar un desempeño sobresaliente y trasmitir entusiasmo y valores que nos ayudan a generar un entorno positivo para el alcance de las estrategias organizacionales. Para lograr ese nivel de compromiso las empresas deben partir por ser conscientes de la importancia de ser una empresa responsable.
La importancia de ser una empresa responsable con sus colaboradores y proveedores es la constante promoción de entornos de trabajo productivos y competitivos. Esto se logra a través de diversas iniciativas que permitan que los colaboradores se sientan felices y motivados. Cada vez son más las corporaciones que entienden que es primordial poner al colaborador como el centro de la gestión, ya que son ellos la esencia de las instituciones.
La Responsabilidad Social Laboral es el conjunto de compromisos legales y éticos que tienen las empresas con la sociedad, medio ambiente y los derechos de los trabajadores. Estos se pueden reflejar en el vínculo de personas, sin ningún tipo de prejuicio o distinción por alguna discapacidad, en la calidad de vida que le garantizan a sus colaboradores y familia, al permitirles demostrar sus habilidades y motivarlos a seguir creciendo profesional y personalmente día a día.
En estos años de pandemia, las empresas han desarrollado avances importantes en responsabilidad social, destacando la transformación y adaptabilidad al cambio; incluso han ido implementando y evolucionando diversas iniciativas respondiendo a las nuevas necesidades de los colaboradores y sus familias a raíz de la pandemia y el tiempo de confinamiento. Entre las iniciativas que más sobresalen son las de bienestar y flexibilidad.
En el 2014, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más del 69% de la población peruana trabajaba de manera informal. Los premios ABE nacieron bajo la iniciativa de incrementar la tasa de formalidad, reconociendo las mejores prácticas de recursos humanos a la Responsabilidad Social Laboral. El propósito es generar espacios para el reconocimiento en la aplicación de buenas prácticas laborales y donde las empresas puedan compartir sus iniciativas para promover ecosistemas de aprendizaje, compartir y respeto.
El objetivo de ABE es incentivar a la comunidad empresarial a mejorar sus iniciativas de gestión de personas, mediante estos puntos claves: replicabilidad (alcanzar un efecto multiplicador para seguir promoviendo buenas prácticas en más organizaciones), impacto (reconocer buenas prácticas con un efecto positivo en el trabajador, sus familias y la sociedad), círculos de aprendizaje (generar conocimiento y espacios de aprendizaje enfocado en el bienestar de los colaboradores); y liderazgo (visibilizar el mérito y liderazgo de empresas que se constituyen en un modelo a seguir).
Es importante que las empresas puedan alcanzar la replicabilidad y efecto multiplicador de sus buenas prácticas para generar un efecto positivo en sus colaboradores, familias y sociedad. También se debe promover el conocimiento y espacios de aprendizaje enfocados en bienestar y, visibilizar el mérito y liderazgo que han tenido en sus buenas prácticas relacionadas a los resultados positivos alcanzados en los negocios.
Finalmente, el reto de ABE es alcanzar mayor cuota de participación en las MYPEs y PYMEs, que son las organizaciones con mayor tasa de informalidad y se debe reconocer a las que están guiando el cambio que es clave para generar el efecto de replicabilidad.Esta iniciativa debe hacerse realidad para la próxima edición 2023.