Por Fernanda Gobbo, gerente de Recursos Humanos de Natura
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Junio se ha convertido en uno de los meses más significativos para levantar la voz por el reconocimiento de los derechos y la igualdad de oportunidades para la comunidad LGBTIQ+. Es una época en la que las calles, las redes sociales y comunicación de las empresas se llenan de colores y mensajes de apoyo. Sin embargo, más allá de las banderolas y las campañas publicitarias, es crucial que las organizaciones que deciden sumarse a esta lucha lo hagan por un compromiso genuino y sostenible, ofreciendo un apoyo real y constante.
A lo largo de los años, la comunidad LGBTIQ+ ha sido víctima de discriminación y violencia por parte de una sociedad poco tolerante, y Perú no es ajeno a esta realidad. De acuerdo con el informe del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Perú, el 73% de las personas que se identifican como parte de la comunidad LGBTIQ+ manifiestan haber sufrido discriminación en algún momento de su vida, y el 61% informa haber experimentado violencia debido a su orientación sexual o identidad de género.
Aunque hemos avanzado significativamente, persisten desafíos como las oportunidades laborales igualitarias. Un aspecto que demanda un trabajo en conjunto de las organizaciones privadas y públicas, para eliminar barreras inconscientes que impiden desarrollar una sociedad más justa y próspera, con oportunidades para todos.
Cuando las empresas constituyen ambientes donde la diversidad e inclusión están presentes, el clima y la cultura de la organización se fortalece. Así lo entendemos en Natura, pues no solo son pilares fundamentales para construir una sociedad más justa, sino que actúan como una fuente inagotable de innovación. Y, justamente, la diversidad contribuye significativamente a la innovación en las empresas porque equipos diversos aportan puntos de vista diferentes y soluciones más creativas ante problemas o desafíos, comprenden y atienden mejor a clientes también diversos lo que se traduce en satisfacer las necesidades del mercado, tienen mayor creatividad con nuevas ideas y enfoques y analizan mejor la información y así toman mejores decisiones. También, las empresas que valoran la diversidad consiguen atraer y retener talento de alta calidad. De acuerdo con un estudio de Gartner, se puede observar un 50% de aumento en el desempeño de equipos diversos comparados a los equipos homogéneos.
Hoy más que nunca se requiere que la verdadera inclusión comience en casa, dentro de nuestras propias organizaciones, creando espacios seguros y equitativos para todos nuestros colaboradores, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Ser una empresa inclusiva demanda, además, establecer un compromiso a largo plazo que trascienda las modas y se convierta en parte integral de nuestra cultura corporativa.
En este Mes del Orgullo y siempre, desde Natura invitamos a todas las empresas y organizaciones sociales a reiterar sus compromisos con la comunidad LGBTIQ+ y con la creación de un mundo donde la inclusión y la diversidad no sean solo palabras, sino principios fundamentales que guíen todas nuestras acciones y decisiones. Aquí estamos convencidos que cuanto mayor es la diversidad, mayor es la riqueza y vitalidad de todo el sistema. Empezar con pequeñas acciones y con grandes compromisos a largo plazo es avanzar en esta lucha. De hecho, en Natura hemos ido evolucionando a través de los años elaborando primero, en 2019, una robusta política de diversidad, equidad e inclusión, donde uno de nuestros pilares es la valoración de la diversidad sexual y de género. En línea con ello, nos comprometimos a garantizar como mínimo 30% de posiciones gerenciales ocupadas con personas de grupos subrepresentados. Y, algunos avances importantes y recientes son: beneficios de salud para parejas de colaboradores que pertenezcan a la comunidad LGBTQIA+, posicionamiento firme como marca que defiende la diversidad sexual y de género e influye en el debate público y la adopción de denominación social y apoyo a procesos de transición.
Ser parte de esta lucha exige una respuesta firme y un compromiso real para actuar. Hoy no podemos permitirnos retroceder; debemos actuar ante situaciones que no reflejan el esfuerzo por construir un mundo más justo para todos y todas.
