Por Stakeholders

Lectura de:

Marlene MoleroSuárez

Co-fundadora & CEO GenderLab

Hace más de diez años un hombre se masturbó frente a mí en el transporte público mientras me miraba fijamente. Estudiaba fuera del país cuando esto sucedió y regresaba a casa en el Metro como cualquier otro día. Ha pasado el tiempo y todavía recuerdo la sensación de pánico a que algo más me pudiera pasar. Mirar alrededor con el terror de estar sola. Analizar en segundos mis dos opciones. Activar la alarma del vagón y probablemente hacer que el tren pare o salir corriendo en la siguiente estación. Salí corriendo en la siguiente estación.

Fui a la boletería con la intención de buscar protección y no de poner una denuncia, pero el protocolo se activó. En pocos minutos había identificado al acosador y lo intervinieron en la siguiente parada del Metro. Lo que a mi me pasó lo validaron después con los videos. No tuve que volver a contarlo y nadie me juzgó. Y por la rapidez con la que lo gestionaron era claro que sabían qué hacer.

Lo que me pasó se llama acoso sexual callejero y no fue una excepción. Le pasa al 80% de mujeres, según la encuesta internacional sobre el acoso callejero en espacios públicos realizada por Ipsos junto a LÓreal París en 15 países durante el 2021. Lo que sí fue distinto a muchos casos que conocemos por los medios de comunicación es cómo lo atendieron.

El acoso sexual es algo que pasa mucho y en todos los ámbitos. En la calle, en los centros de estudios, en el trabajo. Quienes pasan por esa situación ya están haciendo todo lo que pueden para detenerlo, sea denunciar, evitarlo o, como yo, salir corriendo. Así que seguir centrándonos en las víctimas no va a ser suficiente para evitar que esto siga pasando. La única forma para reducirlo y eliminarlo es que nos involucremos todos.

Desde las entidades del Estado, centros educativos y empresas privadas, teniendo protocolos listos y accionables, canales de denuncia y sobre todo personal entrenado para responder. ¿Qué más? ¿Cómo nos involucramos todos? Entendiendo que como terceros que muchas veces vemos estas cosas pasar a nuestro alrededor podemos intervenir. Podemos generar una distracción o interrumpir directamente lo que está sucediendo. Podemos buscar ayuda o documentar de alguna manera la situación para facilitar una eventual denuncia. Y si por algún motivo no hicimos ninguna de estas, también está la opción de acercarnos a la víctima para acompañarla y que no se sienta sola. Pueden encontrar un entrenamiento gratuito y corto para actuar en estas situaciones en www.standup-international.com/latam/es

El acoso sexual, en cualquier ámbito, es inaceptable. Es tarea de todos cambiar esta realidad.







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