Por Karina Meier, jefa de Relaciones Institucionales en UTEC

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Desde mi experiencia personal, puedo afirmar que lograr que un estudiante acceda a una beca es una tarea desafiante; muchas veces titánica, pero altamente satisfactoria, nos llena de orgullo y nos brilla el corazón, ya que al obtener una beca no es el fin de nuestra gestión, sino el inicio de un largo camino de felicidad acompañando a los jóvenes y a sus familias en cumplir sus sueños.

Si me preguntan, ¿vale la pena el esfuerzo de tocar tantas puertas para que un joven talento acceda a una educación de primer nivel?, diría indudablemente que sí y lo seguiremos haciendo por muchos años más.  ¿Por qué? Porque un estudiante becado puede transformar su futuro e incluso el de su comunidad, las empresas y sus líderes afortunadamente lo tienen claro. He sido testigo viendo cómo jóvenes becados han contribuido a marcar hitos en nuestro país, destacando en concursos internacionales con proyectos que han marcado la diferencia, como lo es la fabricación del primer auto eléctrico peruano o el desarrollo de robots para salvar nuestros mares, entre otros. 

Aun así, el país necesita que más líderes conviertan las buenas intenciones en decisiones concretas, comprendiendo la importancia de patrocinar o becar un estudiante,  se trata de un esfuerzo con un altísimo retorno ganando un talento para solución de problemas futuros o creación de proyectos internos en las empresas . A su vez, también proyecta una imagen positiva a la corporación mejorando su reputación a través del reconocimiento entre sus colaboradores o Stakeholders al convertirse en un agente de cambio. 

Las becas también pueden ser una herramienta eficaz en el ámbito del reclutamiento, ya que hoy en día encontrar candidatos para las necesidades específicas de una compañía es un desafío constante. Esto se vuelve más relevante cuando analizamos su posible impacto en temas de equidad. Vale decir, que la presencia de mujeres en el mundo STEM, según la Unicef, solo llega al 35% a nivel global y en Perú, al 30% según la Sunedu. Es fundamental recordar que la diversidad de género en equipos y roles de liderazgo no solo es una cuestión de equidad, sino que también potencia la innovación, creatividad y toma de decisiones, según diversos estudios. 

Esta dedicación que tiene el equipo de UTEC para tocar más puertas e invitar a las empresas a encontrar el talento que marque la diferencia en el país es una labor que nos llena de satisfacción. Invertir en la formación de un joven termina siendo una inversión en el futuro de un país y en una forma de agradecimiento con el entorno social cuyo retorno va más allá de los económico.







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