Por Stakeholders

Lectura de:

Baltazar Caravedo Molinari
Miembro del Directorio de CTC Consultores


La sostenibilidad de una sociedad tiene que ver con la cohesión y la capacidad de transformación de sus integrantes. En otra oportunidad he señalado que el discurso subyacente de la sociedad peruana es ambivalente (cínico), desconfiado y pesimista.

Cuando la desconfianza es generalizada no existe libertad. Anteriormente, he escrito que la sociedad peruana se encontraba atravesada por dos fuerzas en disputa, dos procesos que se desplegaban simultáneamente, uno destructivo y otro constructivo. Señalé sus aspectos más relevantes.

En lo referente al proceso destructivo hice referencia al mantenimiento y/o extensión de la pobreza y desigualdad; al sentido de exclusión; a la inequidad en el acceso a oportunidades; al comportamiento autoritario; al admitir la corrupción; al desprecio por los derechos humanos; a la educación como problema meramente intelectual o de competencia académica; a la deslegitimación del sentido de representación; a la violencia como forma de participación; a la centralización como una autoestima disminuida; a la sensación de que al Perú no lo cambia nadie; a la cultura de la desconfianza.

En lo referente al proceso constructivo, sostuve que se manifestaba un sentido de ciudadanía; que había una búsqueda del diálogo como forma participativa; que se expandía la necesidad de una visión de largo plazo; que la responsabilidad social se incorporaba como estrategia empresarial; que se expandía una consciencia ambiental; que se reconocía la importancia de los derechos ajenos; que emergían espacios para una educación integral; que la descentralización había dado paso a la disolución de estructuras subjetivas verticales, paternalistas o dependientes; que había surgido una sensación de que sí es posible transformar al Perú.

En el curso de este movimiento contradictorio se había expandido la necesidad de construir una sociedad ética (respeto por el otro), integrada (reconocimiento de la diversidad), democrática (predominio del diálogo). Pero que lo constructivo de la subjetividad se encontraba subordinado, y que el predominio de lo destructivo obstaculizaba el desarrollo integral y congruente del país.







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