La circulación del Atlántico, ese gigante sistema de corrientes oceánicas que influye en los climas de regiones tan diversas como Europa, Norteamérica y África, ha sido durante mucho tiempo un elemento fundamental en el delicado equilibrio climático de nuestro planeta. Sin embargo, ¿qué sucedería si este sistema, conocido como la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), colapsara debido a los efectos de la llamada crisis climática antropogénica?
Líneas arriba planteamos una interrogante más que pertinente en un momento en el que la comunidad científica recientemente advirtió sobre la posibilidad de un colapso inminente de la AMOC. Dichas consecuencias, según sostienen, son potencialmente devastadoras para el balance climático global. Por ello, avanzaremos por partes mediante tres preguntas puntuales. Primero, ¿qué es exactamente la AMOC y cómo influye en nuestro clima? Segundo, ¿cuáles son aquellas señales que los científicos están observando ahora? Tercero, y más importante, ¿qué pasaría si esta corriente oceánica dejara de funcionar como lo ha hecho por milenios? A continuación, desarrollamos cada pregunta planteada.
¿Qué es la AMOC?
La Atlantic Meridional Overturning Circulation (AMOC) (que traducido al español significa Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico), es una de las corrientes oceánicas más importantes del planeta. Importante porque actúa como un sistema de transporte trasladando agua caliente desde las regiones tropicales hacia el norte del Atlántico y agua fría en dirección opuesta, es decir, hacia el sur. Este simple flujo de agua, no obstante, desempeña un papel crucial en la regulación del clima mundial al redistribuir el calor por todo el planeta.Recientes investigaciones sugieren que este sistema vital podría estar en riesgo de colapso mucho antes de lo anticipado con implicancias catastróficas para el clima global.
Asimismo, la AMOC es parte primordial dentro de la circulación termohalina del océano. Dicha circulación, es sumamente importante ya que, aparte de regular la temperatura de las regiones costeras, también incide directamente en los patrones de precipitación y los regímenes climáticos en todo el mundo.
¿Cuáles son las señales de una AMOC debilitada?
Al respecto, los científicos estudiosos del tema han observado un debilitamiento progresivo de la AMOC en los últimos cien años. Complementariamente, algunos estudios recientes sugieren que incluso podría estar más débil que en cualquier otro momento del último milenio. Esta es precisamente la situación que ha aumentado las preocupaciones sobre la posibilidad de un colapso total del sistema regulador del clima en un futuro cercano.
¿Qué pasaría si la AMOC colapsa?
Si la AMOC colapsara, los efectos serían devastadores de acuerdo con las estimaciones realizadas por los científicos involucrados. En simple, hablamos de un enfriamiento drástico en las latitudes altas hasta un calentamiento y desertificación en las regiones subtropicales. De igual modo, se sucederían cambios en los patrones de precipitación a la par con tormentas más intensas y frecuentes. En otras palabras, el impacto en el clima mundial no solo sería profundo, pero también, generalizado.
¿Podría tener efectos en América del Sur?
Según las diversas fuentes consultadas, todo apunta a que si pudiera afectar a América del Sur. Aunque la AMOC es una corriente oceánica del Atlántico Norte, su influencia en los patrones climáticos globales podría tener efectos indirectos en diferentes regiones del mundo, incluida América del Sur. Por consiguiente, el posible colapso de la AMOC podría tener efectos directos en América del Sur debido a su influencia en los patrones climáticos globales. Recordemos que en el caso del Océano Pacifico la corriente de Humboldt recorre la costa peruana y permite con ello el balance de frio/calor en su pasar. En el caso de una AMOC debilitada esto podría provocar cambios en las temperaturas y la precipitación especialmente en la cuenca del Amazonas misma que depende de la humedad proveniente del océano Atlántico. Por otro lado, las alteraciones en el Atlántico y consecuentes afectaciones de las corrientes oceánicas podrían impactar la temperatura y la biodiversidad marina en las aguas costeras de América del Sur, afectando de forma significativa a las industrias pesqueras. Ahora bien, aunque los efectos directos pueden ser menos evidentes que en otras regiones, América del Sur no estaría exenta de las consecuencias de un colapso en la AMOC.
Impacto global
Dentro de las causales atribuidas al debilitamiento de la AMOC es el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia. Científicos sostienen que está aumentando la cantidad de agua dulce en el Atlántico Norte y con ello, la corriente se ralentiza (debido a menor concentración de sal). Por ende, a medida que esta corriente se debilita, se vaticina un punto de inflexión irreversible que es justamente el colapso de la faja transportadora que es la AMOC. Por ejemplo, en Europa, especialmente en países del noroeste como el Reino Unido, Noruega e Islandia, se esperaría un drástico enfriamiento de las temperaturas con descensos de hasta 15 grados Celsius en algunos lugares.
Adicionalmente, habría cambios significativos en los patrones de lluvia lo que podría afectar a regiones tan importantes como el Amazonas. Es la incertidumbre sobre cuándo exactamente podría ocurrir este colapso lo que añade un elemento de urgencia a la situación según refieren diversos expertos en el tema. Además, se sostiene que la mayoría de los científicos están de acuerdo en que el cambio climático acelerado atribuido a la actividad humana es lo que está exacerbando esta amenaza y que por esta razón, se necesitan medidas urgentes medidas para abordarla. En otras palabras, la tesis del cambio climático antropogénico ligado a la generación de dióxido de carbono por uso de combustibles fósiles.
Entonces ¿estamos al borde del colapso climático?
El estudio Physics-based early warning signal shows that AMOC is on tipping course (“La señal de advertencia temprana basada en la física muestra que la AMOC está en curso de punto crítico”), realizado por investigadores de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), alerta sobre la posibilidad de que el colapso de la AMOC ocurra en las próximas décadas en lugar de en el próximo siglo (como se había previsto anteriormente). Este descubrimiento ha despertado preocupaciones globales sobre los efectos devastadores que podría tener en el clima mundial.
Esto porque la AMOC desempeña una suerte de rol de “cinta transportadora oceánica” que, como explicáramos anteriormente, lleva agua cálida desde los trópicos hacia el Atlántico Norte y agua más fría hacia el sur. En síntesis, todo apuntaría a que el colapso estaría mas pronto de lo anticipado. Solo el tiempo lo dirá.