Por Stakeholders
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Una trabajadora del BBVA denunció haber sufrido violencia y hostilidad laboral por parte de su supervisora, Pilar Ninanya, durante la etapa de su embarazo. Producto de estos eventos, señala, sufrió un aborto espontáneo.
Según relató la denunciante, al ser diagnosticada con anemia, debía seguir un tratamiento médico que incluía aplicarse una serie de inyecciones de hierro. Ante este motivo, solicitó ausentarse unos días del trabajo, a través de una llamada telefónica al Servicio de Atención al Empleado del BBVA (17 de julio del 2023) y por correo electrónico (24 de julio de 2023).
No obstante, las condiciones adecuadas le fueron negadas por su gerente de oficina, la cual le respondió que usara su refrigerio, y que en todo caso podía darle 30 a 40 minutos adicionales.
“Mi hora de almuerzo es una hora, estaba con una dieta especial por mi embarazo. Además de la hora y media en la que me administraban el hierro tenía que movilizarme hasta la clínica, acceder a la cita y volver. El tiempo adicional no era suficiente”, mencionó al medio periodístico Wayka. A pesar del intento por cumplir con lo impuesto, el tiempo era insuficiente.
Astrid señala que incluso desde su embarazo los problemas de hostilidad ya habían empezado. Ella fue removida de su puesto y trasladada a uno en el que ganaría menos dinero. “Este cambio se hizo sin consultarme. Tampoco me explicaron las razones por las que estaban realizando este cambio”, aseguró la trabajadora del BBVA.
Preocupada ante esta situación, el 31 de julio del 2023, Astrid envió una carta formal al BBVA exigiendo el cese de la hostilización y la violencia laboral. Ninanya respondió al día siguiente, en comunicación con el líder de relaciones laborales del BBVA, en la que “reconoce que le propuso a la trabajadora que se acerque a la clínica en su hora de refrigerio, e inclusive hace una aclaración indicando que cuando fue mamá y laboraba en el Banco [ella] trataba de que sus atenciones sean fuera del horario laboral”. Adicionalmente, solicitó que la trabajadora fuese puesta bajo licencia mientras dure la investigación.
Semanas después, Astrid sufrió un aborto espontáneo durante su horario laboral. Pese a esta pérdida, denunció, la hostilidad no cesó. Esta situación la llevó a presentar una denuncia por hostigamiento y violencia laboral contra el BBVA, ante la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL).
La SUNAFIL, al investigar el caso, encontró múltiples violaciones a los derechos laborales y de salud de Astrid, destacando la actitud hostil de la gerenta del BBVA. Como resultado, impuso una multa de S/ 403,053 al banco, señalando que se vulneraron varios artículos y convenios internacionales relacionados con la protección de la maternidad y la prevención de la violencia laboral.
Ante la falta de una respuesta satisfactoria por parte del BBVA, Astrid y su abogado han decidido emprender acciones legales y demandar al banco por violencia laboral en todas sus formas, buscando reparación por los daños sufridos y exigiendo que se sancione a los responsables.
Por su parte, Stakeholders se comunicó con BBVA e indicaron que no se pronunciarán oficialmente hasta que el caso se haya concluido. «El banco ha dado respuesta formal al informe de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral y el caso se encuentra actualmente en revisión por el ente regulador. Dada la confidencialidad exigida por ley en este proceso, el Banco se pronunciará de manera oficial una vez que el caso haya concluido definitivamente», indicaron.
