
La seguridad y la calidad de los alimentos ocupan un lugar importante en la mente de todo consumidor. Esta tendencia se ha vuelto más común después de la pandemia. Actualmente, los usuarios tienen cada vez más conciencia sobre los efectos que los alimentos pueden llegar a tener sobre su salud, lo que ha derivado en cambios en los hábitos alimenticios.
Como parte de su compromiso con el bienestar y la salud de sus clientes, la cadena de Hipermercados Tottus ha logrado certificar a su Planta de Producción de Alimentos (PPA), ubicado en Huachipa, con el Plan HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), un estándar preventivo que certifica y garantiza la inocuidad de los alimentos. Eso quiere decir que todos los productos que son procesados en la PPA de Tottus son totalmente seguros para su consumo.
“Esta certificación es un reconocimiento de los rigurosos controles y estándares que aplicamos en nuestra Planta de Producción de Alimentos, donde cada semana elaboramos más de cinco toneladas de comida, entre platos preparados, panes, postres y pizzas. Este sello asegura que todos los productos preparados que se adquieren en nuestras tiendas son totalmente seguros e inocuos. Todo esto fortalece la confianza de nuestros clientes, quienes están cada vez más preocupados por consumir productos de gran calidad”, señala Alexandra Bottger, Gerente de Marketing Corporativo de Tottus.
El Plan HACCP ha sido validado para las tres líneas de producción de la PPA de Tottus: Panificación, Pastelería y Platos Preparados. La auditoría estuvo a cargo de la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (DIGESA) del Ministerio de Salud, considerada la máxima autoridad sanitaria en el país. Cabe resaltar que solo un 30% de plantas que fabrican productos alimenticios en el Perú cuentan con esta importante certificación, pese a que es obligatoria desde el 2008. Para lograr el sello HACCP, Tottus tuvo que realizar algunos cambios en los procesos de producción de su planta, desde sensibilizar y capacitar a todo el personal (operarios, administrativos y más), hasta revisar los layouts de producción y adecuar los registros, procedimientos y manuales en base a lo solicitado por la norma. El proceso tardó un año de trabajo, en el cual se pudo validar cada uno de los procesos y demostrar su trazabilidad. Esto fue verificado por una auditoría oficial realizada por DIGESA.