Por Stakeholders

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El cuarto informe del grupo intergubernamental de expertos sobre cambio climático (ipcc por sus siglas en inglés) editado el año 2007 (1) señala que, desde los últimos…

  
El cuarto informe del grupo intergubernamental de expertos sobre cambio climático (ipcc por sus siglas en inglés) editado el año 2007 (1) señala que, desde los últimos años del siglo xix hasta los primeros años de siglo xxi,  la temperatura media de la superficie terrestre ha subido más de 0,6º c, proyectando que, para el año 2100, se produciría un aumento de temperatura entre 1,4º c y 5,8º c. Este hecho, aún en el escenario más optimista, tendría serias consecuencias globales sobre la infraestructura, población y ecología costera; así como sobre las reservas de agua,  la agricultura y la salud, tanto animal como humana.

 
En el caso específico del perú, el año 2001 la comisión nacional del cambio climático presentó su informe a las naciones unidas (2), señalando los posibles impactos futuros a nuestra economía, siendo los más resaltantes los siguientes:
Pérdidas por un valor de us $ 168´250,000.00 como consecuencia de inundaciones ante la elevación en un metro del nivel de mar, que afectaría a obras litorales, viviendas, clubes, plantas pesqueras e industriales, así como pérdidas por aproximadamente us $ 1 000 000 000.00 en ocho localidades del perú (manglares del delta del río tumbes, paita-sechura, trujillo, chimbote, lima metropolitana, pisco-paracas, lagunas de mejía en ilo). Además de potenciales pérdidas en maricultura, en especial en la actividad langostinera de tumbes, así como la posible desaparición de los humedales de la costa con la pérdida de su biodiversidad. Se produciría una aparición recurrente del fenómeno del niño, con daños importantes en la pesca industrial y artesanal, afectando al empleo local. También habría fuertes impactos en la salud pública, por el recrudecimiento de la malaria, el cólera y la hipotermia (3). Las sequías y lluvias excesivas afectarían el agro y favorecerían la aparición de plagas y enfermedades.
Este escenario implica graves consecuencias sociales, como son la perdida de empleos, migración, muertes por enfermedades, hambre, sed. Por lo tanto, surge la pregunta ¿qué podemos hacer ante estos hechos?. La respuesta se puede plantear en dos planos. Uno nacional, a cargo del estado, y otro empresarial. En el primer caso, urge que el estado efectué los estudios y análisis necesarios para tomar medidas a tiempo que permitan no sólo mitigar los impactos ya mencionados, sino también preparar, desde ya, al país para adaptarse a la nueva situación climática global. En este aspecto nos debe de servir como marco de referencia la publicación de abril de este año del libro blanco de la comisión europea para afrontar las consecuencias del cambio climático. En este documento se plantean acciones enmarcadas en un "plan estratégico global" de aplicación gradual, con una primera fase de "preparación" y una segunda fase de "adaptación". La primera se subdivide en cuatro ejes de actuación: (a) reunir sólidos conocimientos sobre las consecuencias del cambio climático. (b) analizar las estrategias a seguir para que los agentes económicos puedan "adaptarse" en forma adecuada  al nuevo escenario producto de los cambios que, inevitablemente, van a darse en el entorno. (c) diseñar y emplear una combinación de instrumentos de política para asegurar una efectiva adecuación, y, (d) lograr la cooperación internacional para implementar la adaptación.
En el caso del rol que toca jugar a las empresas en este nuevo escenario climático, es necesario tomar en cuenta la importancia de identificar los impactos que puedan ocurrir tanto hacia la empresa como hacia los diferentes grupos de interés (g.i.) que interactúan con la misma. Para esto será útil realizar un análisis tanto del impacto sobre la cadena de valor de la organización como sobre las dimensiones sociales del contexto competitivo (4). Esto permitirá tener claros los riesgos generados por el cambio climático para definir las estrategias a seguir.
Asimismo, tenemos que en el año 2007 the canadian business for social responsability (cbsr) publicó la guía del cambio climático para las corporaciones canadienses (5), una guía de acción no sólo para mitigar los efectos y adaptarse al nuevo entorno, sino también para que pueda identificarse las oportunidades de negocio que se puedan presentar. Los lineamientos se dan en tres etapas, los que se resumen, y adaptan a nuestra realidad, como sigue:
a- Determinar el impacto que ocasiona la empresa sobre el medio, cuantificando las emisiones de gases de efecto invernadero (así como los desechos sólidos y líquidos). Luego deben evaluarse los riesgos por el cambio climático, los que se clasifican en: riesgos de regulación, dados por el cumplimento de las políticas nacionales e internacionales de reducción de emisiones. Riesgos financieros, por incrementos en los costos de energía, provisión de materias primas, mayores primas de seguros y los costos para mitigar los impactos. Riesgos físicos, por los efectos directos de los fenómenos climáticos sobre la infraestructura de la empresa. Riesgos legales, dados por posibles demandas por la contaminación causada que afecta a la comunidad o sociedad en general. Riesgo sobre la reputación, por el daño a la imagen dada por las acciones contaminantes de la organización. Riesgo competitivo, por el hecho que, de no tomarse medidas respecto a los impactos del cambio climático, podemos quedar desfasados ante lo que si haga nuestra competencia.
b- Desarrollar un plan de acción, lo que implica asumir un verdadero compromiso desde la alta dirección para formular las estrategias adecuadas, con objetivos y metas claras al corto, mediano y largo plazo, con análisis de línea de base que permitan contar con adecuadas mediciones de impacto. Así, una estrategia puede ser acudir al mercado de carbono para aplicar a mecanismos de desarrollo limpio (mdl) con proyectos para disminuir las emisiones de gases identificadas en la primera etapa.
c- Asegurar el compromiso de los grupos de interés y comunicar los progresos realizados. La organización es parte de la sociedad e interactúa con ella a través de sus grupos de interés, por lo que es vital no sólo lograr su compromiso, sino comprometerse con ellos para trabajar juntos en las acciones para enfrentar este fenómeno. Para ello la empresa puede dar capacitación, participar en foros y apoyar investigaciones, debiendo comunicar claramente sus objetivos de reducción, de la contaminación, reportando cómo lo están trabajando en conjunto con sus grupos de interés

(1) El ipcc fue establecido en 1988 por la organización meteorológica mundial (wmo) y el programa ambiental de las naciones unidas (unep)
(2) Comunicación nacional del perú a la convención de naciones unidas sobre cambio climático, consejo nacional del ambiente (conam), lima, perú, junio de 2001.
(3) Incremento de la temperatura corporal inducida por el calor como consecuencia directa de los cambios ambientales sin necesidad de ningún agente biológico. El fenómeno se dio ya en el último evento del niño en 1997, afectando más a los menores de cinco años y los mayores de 60.
(4) Será de suma utilidad incorporar los efectos del cambio climático sobre la empresa adecuando el análisis realizado por michael porter y mari kramer en su artículo "estrategia y sociedad: el vinculo entre ventaja competitiva y responsabilidad social corporativa". En harvard business review, diciembre 2006.
(5) The climate change guide. Corporate canada responsible business action on climate change.

Cbsr, 2007.







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