Por Stakeholders
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En la actualidad existen prácticas poco éticas y no reguladas en la gestión de residuos electrónicos, como la exportación ilegal de desechos electrónicos a países en desarrollo y la falta de estándares para el manejo adecuado de materiales peligrosos y protección de datos, generando riesgos para el medio ambiente, la salud humana y la seguridad de la información.
Ante la necesidad de abordar los problemas ambientales y sociales asociados con la gestión de residuos electrónicos fue creada la Certificación R2 (Responsible Recycling).
¿Qué es la Certificación R2?
La Certificación R2 busca promover la reutilización y el reciclaje de los aparatos electrónicos en todas las etapas de su ciclo de vida, desde su producción hasta su disposición final, además, establece un sistema completo para garantizar la estabilidad de todos los equipos electrónicos, no solo los considerados como Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), sino también los Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE), aquellos que aún están en uso pero que al final de su vida útil se convertirán en residuo.
«Esta norma no solo promueve la protección del medio ambiente, sino que también establece estándares para garantizar la seguridad de datos y los derechos laborales de los colaboradores involucrados en el proceso”, explica, Ana Culqui Caro, especialista en Sistema Integrado de Gestión (SIG) de COMIMTEL.
Precisar que, un equipo electrónico puede seguir siendo útil para otra persona incluso después de que su propietario original deje de utilizarlo, por lo que se busca evitar el desperdicio y maximizar el aprovechamiento de estos recursos.
¿Por qué las empresas obtienen la Certificación R2?
La urgente necesidad ambiental y de salud para mejorar el reciclaje, reutilización y gestión del ciclo de vida de los electrónicos se está volviendo cada vez más clara. Para 2030, se estima que los residuos electrónicos en todo el mundo alcanzarán 75 millones de toneladas anualmente.
Lograr la certificación R2 es la forma en que las empresas demuestran su dedicación a los métodos más avanzados en el reciclaje de electrónicos. Los recicladores de equipos usados certificados R2 se esfuerzan por maximizar la recuperación de componentes valiosos y reutilizables de la electrónica de consumo obsoleta, reduciendo así efectivamente los residuos.
Además, adoptar la certificación R2 no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también tiene sentido comercial. Con una creciente conciencia sobre el ciclo de vida del producto, numerosas organizaciones ahora prefieren colaborar con recicladores que se adhieren a los estándares de gestión más altos.
¿Cómo obtener la Certificación R2?
El proceso de certificación dura entre 8 y 12 meses. Aunque muchas empresas suelen trabajar con un consultor especializado en R2 para orientación durante el proceso, lograr la certificación de forma independiente también es una opción viable para la mayoría de las empresas.
La organización Sustainable Electronics Recycling International (SERI) describe un plan de cinco etapas para obtener la certificación R2, que se puede resumir de la siguiente manera:
Fase educativa para obtener una comprensión integral del estándar R2.
Fase de implementación, donde una empresa documenta y modifica los procesos de su instalación para alinearse con el estándar.
Recolección de registros y evidencias que demuestren la adherencia de la empresa a los requisitos de R2.
Realización de un proceso de auditoría interna para verificar que la instalación cumple con el estándar.
Someterse a una auditoría de certificación realizada por un organismo de certificación aprobado por SERI.
