Uno de los indicadores más confiables de la salud de una población es la mortalidad precoz potencialmente tratable.

Confident healthcare scientist in blue biohazard suit and safety goggles standing in laboratory and working with dangerous sample

Por Stakeholders

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La privatización de la atención sanitaria es un tema de debate. Mientras que algunos expertos afirman que de lograrse habría un aumento en la competitividad, mejoraría la calidad del servicio, los costos se reducirían y habría más oportunidades de empleo; otros colectivos y plataformas consideran que la calidad de los servicios disminuiría, lo que conllevaría a una peor salud, mayor mortalidad y un aumento significativo de las desigualdades sociales en salud. Pero ¿cuál es la realidad?

Uno de los indicadores más confiables de la salud de una población es la mortalidad precoz potencialmente tratable. Por cada aumento del 1 % en subcontratación de servicios privados, la mortalidad precoz que podría ser tratable incrementa un 0,38 %. En el caso de Inglaterra hubo cerca de 100 muertes anuales que pudieron evitarse si no se hubiesen externalizado los servicios de atención sanitaria, según un amplio estudio.

Estas cifras se alinean con las conclusiones de otros estudios que también señalan que la privatización está vinculada con una atención sanitaria de mala calidad. 

Por otro lado, hay que considerar que en muchos casos las compañías privadas realizan una selección de pacientes, donde evitan atender a pacientes graves o pluripatológicos, hecho que, si no se considera, podría mostrar mayores tasas de mortalidad global asociada a la privatización. Además, también es importante resaltar que hay bastante evidencia científica que demuestra que la privatización de la atención sanitaria perjudica a los sectores económicamente más desfavorecidos de la sociedad.

Desigualdad social

Al exigir a la población a pagar una parte de su atención sanitaria, incrementan de forma desigual en la sociedad las situaciones de asistencia médica no atendida: los grupos más afectados son los más vulnerables económicamente, que optar por no solicitar atención médica por falta de dinero.

En conclusión, al privatizar la sanidad se ahorran costes, pero se brinda un servicio de mala calidad y un aumento de las desigualdades sociales en salud.

¿Qué significa privatización de la sanidad pública?

La mayoría de los países occidentales con sistemas sanitarios públicos creen que la privatización de la sanidad pública significa una disminución del papel del Estado y un mayor rol de empresas privadas en la provisión de los servicios de atención sanitaria.

Sin embargo, no es necesario un cambio extremo de un sistema público por uno privado para hablar de privatización. Solo se necesita recurrir a la contratación de servicios de distinta naturaleza a empresas privadas (con o sin ánimo de lucro) o con introducir copagos directos por parte de los usuarios.

Por otro lado, además de los cambios introducidos por los propios gobiernos, a la privatización se agrega la tendencia de una minoría (creciente) de la población a contratar proveedores privados de salud, mediante seguros o a través del pago directo de los servicios.







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