Por Stakeholders

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Un estudio reciente de la Autoridad de Estándares de Publicidad (ASA por sus siglas en inglés) de Reino Unido descubrió que más del 80% de los niños mienten sobre su edad en redes sociales, especialmente en Facebook.

El uso de internet de los menores fue monitoreado para saber a qué tipo de publicidad están expuestos y si ésta cumple las leyes británicas. El descubrimiento de que el 83% de los niños mienten diciendo que tienen más edad genera aún más preguntas acerca del contenido que están recibiendo y de la responsabilidad que tienen las redes sociales para encontrar nuevas soluciones.

La falta de honestidad genera que, aunque las empresas intenten dirigir sus mensajes a la población correcta, muchos niños están recibiendo publicidad poco apropiada que promueve el uso de alcohol, los juegos de azar o hasta servicios sexuales o de citas en línea. De las redes sociales, la que generó más anuncios fue Facebook con 385 mensajes, seguida de You Tube, Stardoll, Spotify y Twitter.

Por supuesto, casi podemos asegurar que Facebook y las otras redes saben que sus usuarios no son sinceros al momento de registrarse, pero ninguna tiene controles que impidan estos comportamientos. Este desinterés podría indicar falta de responsabilidad corporativa en el ámbito de la protección a menores. La ASA planea plantear estas cuestiones a las redes sociales estudiadas, ya que considera que deben tener un mayor control para que los niños no sean expuestos a mensajes inapropiados.

Facebook ya ha sufrido de la pérdida de anunciantes por anuncios que aparecían en páginas polémicas, pero este caso parece ser más complicado: ¿qué tanta responsabilidad tiene la empresa por la honestidad de sus usuarios? La red social podría argumentar que se trata de un asunto donde deben intervenir los padres de familia, pero éstos muchas veces tienen menos información sobre el funcionamiento de la red que sus hijos, nativos digitales que suelen ser mucho más hábiles.

En Facebook hay más de 5 millones de niños, aun cuando en teoría el sitio solamente admite a mayores de edad, por lo que este problema afecta a un porcentaje importante de los usuarios y no se trata solamente de casos aislados.

Aun si el problema de la publicidad pudiera ser resuelto de una forma satisfactoria, todavía quedan los otros contenidos propios de la red social que pueden ser inapropiados o peligros en las manos de un pequeño. A menos que los padres incluyan fuertes controles en las computadoras de casa, parece que nos encontramos ante un dilema difícil de resolver.







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