La cuenca del río Ramis y Suches, han sido durante años sinónimo de contaminación e ilegalidad en la región Puno. La explotación minera que se genera en estas…
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La cuenca del río Ramis y Suches, han sido durante años sinónimo de contaminación e ilegalidad en la región Puno. La explotación minera que se genera en estas cuencas afecta directamente al medio ambiente de las zonas aledañas. En los últimos años esta actividad ha crecido significativamente y hoy se percibe este mismo problema, casi en igual magnitud, en las riberas del río Inambari, zona selvática de la región, donde el control y fiscalización de estas actividades no existen por ser una zona de difícil acceso.
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La semana pasada tras una diligencia de la Fiscalía en Materia Ambiental de Puno, respecto a la construcción de la Central Hidroeléctrica del Inambari, se puso al descubierto el avance de la minería informal en las riberas de río Inambari, específicamente en los poblados de Cuesta Blanca, Del Carmen y Challhuamayo, ubicados en el distrito de San Gabán, provincia de Carabaya. Lo alarmante es que estas actividades mineras informales se vienen realizando en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene, atentando contra el medio ambiente. Durante la diligencia se pudo observar a grupos de personas instalados en las riberas del río en pequeños campamentos. Son quienes extraen oro con grandes cargadores frontales y otras maquinarias pesadas utilizando insumos químicos como el mercurio, que luego vierten al río. Así mismo se pudo ver a decenas de “chutes”, que son los lavaderos con mayor capacidad para el lavado de oro, valorizados cada uno en un promedio de 20 mil soles En el transcurso de la diligencia el Fiscal Pedro Farfán intervino a dos centros de operación minera, constatando que generan contaminación en las aguas del afluente. Los posesionarios intervenidos fueron René Quispe Tipo y Mario Cruz, Bonifacio Machaca Quispe y Niuman Amado. En la diligencia participó también el titular regional de la Dirección de Energía y Minas Puno, Víctor Hugo Paredes Argandoña, quien señaló que en la zona operan alrededor de tres mil mineros “artesanales” que generan contaminación ambiental y que ninguno cumple con la ley. “Hasta el momento sólo se han presentado cinco expedientes para petitorios mineros en la zona del Inambari, pero ninguno cumple con el Estudio de Impacto Ambiental, por ello vamos a iniciar desde el mes de octubre talleres informativos para iniciar posteriormente el proceso de formalización, puesto que gran parte de ellos desconocen sobre este proceso, de modo tal que todos estos mineros vienen estarían cometiendo actualmente un delito” manifestó. A su turno el Fiscal en Materia Ambiental de Puno, indicó, “estos mineros utilizan para la extracción y lavado del oro maquinaria pesada y peligrosos químicos por lo que ya no se les puede considerar como pequeña minería”. Asimismo indicó que ninguno tenía la autorización ni los documentos de concesión que otorga la Dirección Regional de Energía y Minas. Según el presidente de las Rondas Campesinas de San Gabán, Egustaín Yanqui Charca, de alguna forma la actividad minera informal ha traído ingresos económicos a los pobladores de estas zonas, “indirectamente está actividad los ha beneficiado pues el número de mineros son cada vez mayores y las ventas de las bodegas y restaurantes también”, indicó. Asimismo consideró necesario la formalización de estas mineras para evitar la contaminación del río que también es fuente de ingreso económico para los pobladores. Así pues, la actividad de la minería artesanal en la cuenca del Inambari es cosa de todos los días. Varones y mujeres realizan esta actividad como fuente de ingreso. Diariamente las riberas del río se ven invadidas por pobladores que batean en un recipiente la arena del río hasta conseguir oro. Según manifiestan los pobladores el trabajo de todo el día les significa un gramo de oro que es vendido aproximadamente en 80 soles. Hay también un sector de agricultores que se quejan de esta actividad. Los mineros informales echan los relaves de mercurio al río desembocando en sus chacras atentando contra su salud, indican. Fuente:
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