Un grupo de investigadores descubrió que los cormoranes guanay habían consumido microplásticos en 10 islas guaneras peruanas.

Por Stakeholders

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Un grupo de investigadores, entre ellos dos peruanos, descubrió que los cormoranes guanay consumieron microplásticos en 10 islas guaneras peruanas, lo que pone en riesgo su salud. Estos rastros fueron hallados en egagrópilas o pellets, que son bolas mucosas que los cormoranes expulsan y que contienen partes indigeribles como huesos de peces, conchas o exoesqueletos de crustáceos. 

El cormorán guanay es una de las aves con mayor presencia en las islas del litoral peruano y se alimenta principalmente de peces como la anchoveta. Esta especie cubre extensas áreas de la costa al momento de volar y consigue sus presas buceando a profundidades de hasta 80 metros. Luego de comer, reposa en las islas mientras procesa lo consumido. Los residuos que no logra digerir, como los microplásticos, partículas de tamaño menor a 5 milímetros originadas de la degradación de residuos plásticos, los expulsa en una egagrópila. 

La autora principal del estudio es Isabella Díaz-Santibáñez, egresada de la Carrera de Biología Marina y miembro de la Unidad de Investigación de Ecosistemas Marinos – Grupo de Aves Marinas de la Universidad Científica del Sur. Díaz contó con el apoyo de Carlos Zavalaga, director de la Unidad de Investigación de Ecosistemas Marinos de la Universidad Científica del Sur y Bethany Clark, investigadora de Birdlife International en Cambridge, UK. 

Zavalaga menciona que, la presencia de microplásticos en los pellets de los cormoranes pueden proceder del consumo directo e indirecto. El directo puede suceder al momento de consumir agua de mar, mientras que el indirecto ocurre por medio de sus presas, que contienen microplásticos. Por ello, los cormoranes guanay pueden ser considerados como indicadores del nivel de contaminación en el mar peruano. 

“Lo más común en estas aves es que expulsen el plástico, pero también es posible que lo digieran. Hay estudios que demuestran que las aves digieren el plástico y que este se inserta en algunos órganos internos, produciendo laceraciones e incluso la muerte”, precisa Zavalaga. 

¿De dónde provienen los plásticos?

La investigación halló un mayor porcentaje de plásticos en las colonias cercanas a desembocaduras de ríos, lo que demuestra la capacidad de los ríos para transportarlos desde zonas lejanas hacia el mar. Además, en las islas cercanas a Lima se identificaron pellets con mayor proporción de microplásticos que en el resto de islas en el norte y en el sur del Perú.  

“Lima, no sólo como ciudad metropolitana, sino también como región, tiene una de las poblaciones costeras más grandes del Perú. Entonces mientras más población habite en la zona, la producción y consumo de plástico será mayor. Por lo tanto, el resultado obtenido en la investigación fue el esperado”, señala el científico. 

Cormorán guanay, una especie importante

“Durante el ‘Boom del guano’, el guanay hizo posible que el Perú obtuviera un beneficio económico importante para sus primeras décadas después de la Independencia debido a concesiones de las islas guaneras a países europeos para la extracción del guano. Al día de hoy, el guanay produce fertilizante usado para la agricultura orgánica en el Perú, sobre todo de café y cacao”, comenta el investigador. 

Además, los guanayes no solo defecan en las islas en donde se acumula el guano, sino que también lo hacen en el mar. Es decir, el fertilizante usado para la agricultura también termina en el mar y lo llena de nutrientes. De esta forma, al fertilizar al mar con nutrientes ricos en nitratos y fosfatos, el fitoplancton se vuelve más abundante y refuerza los procesos de producción primaria de la cadena alimenticia en el mar. 

Tomar acciones

La contaminación por plásticos es un problema a nivel mundial y por eso muchos países ya están investigando sus efectos en los ecosistemas. Sin embargo, en el Perú no se han realizado las investigaciones necesarias para analizar el efecto de esta contaminación en la salud de nuestras especies silvestres. 

“Las autoridades podrían usar estas investigaciones recientes para reconocer que el plástico no está solo flotando en el mar, sino que ya ha entrado en los organismos vivos y en la cadena alimenticia. Además, es importante impulsar más investigación en este tema para darnos cuenta de que, así como el guanay ingiere accidentalmente el plástico por medio de su alimento contaminado, nosotros también los podemos hacer al consumir productos del mar”, concluye Zavalaga.







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