
Con gran éxito de convocatoria se realizó el XI Encuentro Internacional de Responsabilidad Social Empresarial de Acción RSE, “Valor compartido: Un buen negocio para todos”, el pasado martes 30 de agosto, en CasaPiedra, Santiago. Representantes de empresas, sociedad civil, gobierno, academia, ONGs y estudiantes repletaron el salón para escuchar las palabras de los veinte invitados nacionales e internacionales, que este año debatieron sobre el rol de la empresa en el Chile de hoy.
“Nuestro país se encamina a ser un Chile más desarrollado y creemos que es momento de detenernos y abrir un diálogo en que las diferentes miradas se conecten. Así no solo tendremos desarrollo sino también inclusión y personas más felices”, enfatizó María Eugenia Wagner, gerente general de Acción RSE. “Esto es lo que buscamos con este XI Encuentro Internacional de RSE: Generar el espacio necesario para la conversación y para que el concepto de valor compartido cobre fuerza entre las empresas del país”, concluyó.
Felipe Lira, presidente de Acción RSE, destacó en su discurso inaugural que “en un año marcado por las manifestaciones públicas en temas como educación, energía, derechos laborales y transporte, como Acción RSE hemos querido detenernos un momento a reflexionar y mirar la forma cómo estamos haciendo las cosas. (…) Queremos que todos nos hagamos la pregunta de si no hay que hacer más: Más diálogo, más transparencia, más integración de la RSE al negocio, más empatía con el otro, más innovación para encontrar mejores soluciones, más mirada global”. Al finalizar, hizo un llamado a todos los actores -empresas, sociedad y gobierno- a conversar y trabajar en conjunto para alcanzar un Chile más desarrollado, sustentable e inclusivo, logrando juntos los avances que ninguno por sí solo puede alcanzar.
En este sentido, Kramer definió la creación de valor compartido como las políticas y prácticas que aumentan la competitividad de las compañías, a la vez que aportan al avance de las condiciones sociales y económicas de las comunidades donde operan. No se trata de compartir el valor ya creado, ni de filantropía.
El concepto va más allá de la RSE porque le agrega oportunidades adicionales para mejorar las condiciones sociales y ambientales, puntualizó. Se trata de que la empresa cree valor económico al crear valor social, incorporando temas sociales críticos en la estrategia y operaciones del negocio.
En relación con Chile, Mark Kramer expresó que es crítico para el país fortalecer el sistema educacional y generar oportunidades de crecimiento en las zonas rurales, agregando que la creación de valor compartido es una vía para que las empresas participen activamente en este desafío. Además, planteó que es fundamental el trabajo conjunto de las compañías, el gobierno y la sociedad civil para que se logre un impacto significativo. Finalmente, señaló que Chile tiene la oportunidad de liderar la creación de valor compartido en Latinoamérica.
La invitación es a mirar la empresa como un sistema de organismos que requiere de un cambio cultural, que permita transformar las redes de conversación hacia el entendimiento. Para que esto suceda es necesario que cada uno se haga cargo de lo que le corresponde en relación con las emociones, a través del escuchar. Y este escuchar al otro debe ser soltando las certidumbres y certezas, preguntándose desde dónde el otro dice lo que dice e invitando a un acto colaborativo o de co-inspiración.
María Eugenia Wagner, gerente general de Acción RSE, abrió la primera sesión de la tarde, llamada “Nuevas tendencias en sustentabilidad: Un espacio para la acción empresarial”. En su presentación hizo referencia al rol de la empresa en el camino al desarrollo de Chile, destacando la necesidad de diálogo y participación y de una mirada a largo plazo. Subrayó también el hecho de que sin confianza no hay desarrollo y que es necesario iniciar un diálogo transversal, con mirada de largo aliento, para construir entre todos una visión común de país. Como punto de partida anunció el próximo lanzamiento de un estudio realizado a 32 líderes de opinión nacionales de diversos rubros, llamado “Visiones de Desarrollo Sustentable hacia un Chile 2050”.
Los alrededor de 9.200 millones de habitantes que se proyecta habitarán el planeta en 40 años más, hacen necesario prever la existencia de recursos para su supervivencia, como suficientes alimentos, agua potable, higiene, vivienda, acceso a movilidad, educación y atención sanitaria. Para lograrlo, el WBCSD plantea una hoja de ruta de aquí al 2050 con lo que las empresas pueden hacer para avanzar más rápidamente hacia ese objetivo, en los siguientes temas: valores de las personas, desarrollo humano, economía, agricultura, bosques, energía y electricidad, edificios, movilidad y materiales. Lo más urgente hoy en día es la proactividad, planteó Salas.
En este escenario, indicó, las empresas tienen un rol preponderante desde su responsabilidad social, debiendo ser verdaderas colaboradoras en la construcción de una sociedad sostenible y justa. Es por ello que Ethos busca mover a su país en torno a un proyecto de desarrollo sostenible con visión de largo plazo, el cual plantea una ruta con tres pasos: Promoción de una cultura de sostenibilidad, mejorar el proceso político y crear una agenda para una nueva economía.
Fuente: AccionRSE