Crédito fotográfico: CELEPSA

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La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE ha llevado a cabo una serie de iniciativas en beneficio del desarrollo sostenible, destacando así lo concerniente al Certificado Azul en el país, una herramienta que promueve la buena gestión de recursos hídricos en el sector privado. Martin Jaggi, Jefe de Cooperación de la COSUDE en Perú y en la región andina en la Embajada de Suiza en Lima, se refiere al respecto y aborda otros temas.

POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe

Martin Jaggi
Jefe de Cooperación de la COSUDE en Perú y en la región andina en la Embajada de Suiza en Lima (Crédito fotográfico: COSUDE)

¿Cómo fueron los inicios de la COSUDE desde su llegada al Perú?
Tenemos 57 años de presencia en el Perú como Cooperación Suiza.Empezamos con la idea de trabajar especialmente en el desarrollo rural. Por ejemplo, al inicio se trabajó en la elaboración de queso andino a raíz de que llegaba al Perú ganado vacuno procedente de Suiza. A la fecha la Cooperación ha cambiado, pero siempre hemos mantenido una línea fuerte en el desarrollo rural, también en temas de gobernanza y descentralización que han sido muy importantes. Con el tiempo y el crecimiento económico del Perú, cerca del 2010, se tomó la decisión de no solamente tener un enfoque país, sino también uno de alcance regional, donde se trabaje desde el Perú a nivel andino en aspectos que han sido nuevos como el cambio climático.

Tienen importantes programas referentes a la gestión del agua. ¿Qué otros temas abordan en el país y la región?
Todos estamos siendo afectados por problemas como el cambio climático. Suiza y Perú de la misma manera, ambos son países montañosos pasando por los Alpes y los Andes, respectivamente. Poseemos muchas similitudes en esa línea. Desde la Embajada de Suiza en el Perú tenemos un enfoque regional y por eso trabajamos en tres ejes: gestión del agua, cambio climático y temas medioambientales, y la gestión del riesgo de desastres, que no necesariamente están ligados al cambio climático. Esos tres pilares los abordamos desde Lima a nivel de Latinoamérica.

SuizAgua fue un gran primer paso para lo que hoy es el Certificado Azul. ¿Cómo surge este interés por trabajar la gestión del agua junto con el sector privado?
Hemos abordado el acceso a agua y saneamiento en el ámbito rural con distintas iniciativas. Este ha sido el punto fuerte de la COSUDE. No obstante, con los años este enfoque se adaptó a nuevos temas y metodologías. Justamente, con la importancia creciente del sector privado que tiene un rol productivo dentro del país y su relación con los recursos hídricos. Al mismo tiempo, había una tendencia de medir la huella de carbono años atrás, por lo que surgió el interés por medir la huella hídrica también.

Eso era algo que Suiza vio como un tema importantísimo porque el país importa productos agrícolas que, por supuesto, dependen del agua, de su calidad y cantidad. En ese sentido, tiene un interés propio en apoyar proyectos de otros países para que el proceso sea sostenible en el futuro. Además, somos un país que cuenta con compañías multinacionales en la región. Esa variedad de factores hizo que en el 2010 Suiza empezara a trabajar en Colombia un piloto con estas empresas a fin de ver cómo se podría aplicar este concepto de huella hídrica, que en ese momento era novedoso.

¿Cómo fue ese proceso en el Perú?
Se hizo un proceso muy interesante en el Perú que luego la Autoridad Nacional del Agua (ANA), en el 2015, conversó con la COSUDE para poder establecer el Certificado Azul, el cual está basado en la norma global de huella hídrica ISO 14046 (en la que participó Suiza en su creación). El Certificado da un incentivo y reconocimiento a las empresas que se suman a esta iniciativa para medir y reducir su huella hídrica y mejorarla. Estamos evaluando hoy cómo podemos preparar y apoyar la octava entrega del Certificado Azul en Perú, que va a tener lugar pronto.

¿Qué oportunidades vieron a la hora de articular con otras organizaciones en relación a este proyecto?
Cuando iniciamos nos preguntamos qué puede hacer un cooperante como Suiza. Cuál es o debería ser nuestro rol. Reparamos en que este no consiste en duplicar esfuerzos de cualquier actor del Estado, sino que se trata de acelerar procesos o proponer novedades como el Certificado Azul. Luego apoyar su expansión en la región, llevarlo a otro nivel. Podríamos desarrollarlo de manera ‘individual’ pero no sería sostenible a lo largo del tiempo. En ese sentido, lo mejor que nos ha podido pasar en el Perú, y que es un buen modelo de trabajo, es que haya entidades como la ANA que apuestan al respecto, para así institucionalizar la iniciativa. Nosotros apoyamos al inicio y ahora el proyecto avanza solo.

¿Cuál va a ser el nuevo rol de la COSUDE en el impulso a temas de recursos hídricos en el Perú?
El proyecto SuizAgua – El Agua Nos Une es el vehículo financiero que nos permite apoyar los procesos del Certificado Azul y termina su vínculo con este dentro de muy poco. En el futuro próximo tenemos dos expectativas. Primero que la ANA tiene todo institucionalizado y cuenta con presupuesto, recursos humanos y financieros para poder seguir utilizando el Certificado Azul como instrumento. Lo segundo es que por nuestra parte estamos instalando una nueva iniciativa sobre gestión corporativa del agua en países en los que venimos trabajando. Vamos a presentar muy pronto esta propuesta en nuestra central de la COSUDE en Berna. Con su aprobación se realizará una licitación pública e iniciaremos.

¿Qué objetivo se proponen con este proyecto?
Seguir promoviendo a que más empresas del sector privado se unan en favor de la gestión del agua. Empezaremos con empresas grandes como multinacionales, seguido de nacionales o regionales, aunque esta vez buscamos sumar a las pymes también. Quizá no directamente con ellas mismas, sino con las asociaciones y gremios. Otro objetivo es impulsar el trabajo, que ya se está haciendo en Colombia, en la calidad del agua. De cómo el Estado puede tener un registro, un inventario de la calidad de las aguas superficiales y qué políticas públicas se deben implementar para su mejora gradual. En el Perú, lo cierto es que la ANA seguirá siendo un socio súper importante como en los demás países los entes rectores respectivos.

La pandemia afectó significativamente en el último año. ¿Cómo han trabajado su apoyo en este sentido con el Perú?
La pandemia afectó fuertemente al Perú y a la región en el último casi año y medio. Eso es claro. Nuestros programas también se vieron afectados. Tratamos de adaptarnos a este nuevo contexto. Trabajamos el año pasado en nuevos proyectos de respuesta rápida ante la COVID- 19, en la entrega de equipos de bioseguridad, en donaciones que se hicieron al Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), por ejemplo. Apoyamos a los comedores populares del Cono Norte y Sur de Lima mediante socios como ONG peruanas e internacionales. Somos conscientes de que la pobreza aumentó un 10 % en la pandemia. En esa línea, fue importante también que hayamos involucrado a la población venezolana en estos esfuerzos.

Para culminar, ¿qué expectativas tienen en relación a seguir reforzando los lazos entre el Perú y Suiza?
Es un momento muy importante para toda Latinoamérica por el Bicentenario de la Independencia del Perú. Por toda la trayectoria que han tenido hasta ahora. Considero que es una fecha para reflexionar sobre lo fundamental que son los sistemas democráticos para la región. De reflexionar sobre el papel de la sociedad civil, los medios de comunicación, en fin, de otros actores. Suiza viene coordinando con la Municipalidad de Lima la realización de un mural que quedaría como un símbolo de amistad entre Suiza y Perú, para recordar en el futuro que tenemos lazos muy estrechos, una cultura muy similar. Alejados en kilómetros, pero muy cercanos en pensamientos.







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