Medio ambiente - Ciudades sostenibles
Lima, la ciudad que celebra su aniversario 490 enfrentando retos urgentes en su camino hacia la sostenibilidad
Este 18 de enero, Lima celebra 490 años de historia marcada por su crecimiento acelerado y una población que supera los diez millones de habitantes. A pesar de su relevancia, la capital peruana enfrenta retos críticos para convertirse en una ciudad verdaderamente sostenible, desde la gestión de residuos hasta la conservación de ecosistemas frágiles. Expertos coinciden en la necesidad de un compromiso político y ciudadano.
Por Denisse Torrico
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Este sábado 18 de enero, Lima celebra su 490 aniversario, mientras enfrenta a una serie de desafíos para transformarse en un modelo de sostenibilidad urbana. Desde su fundación por Francisco Pizarro en 1535, la capital peruana ha experimentado un crecimiento demográfico y urbano desmesurado que ha superado su capacidad de planificación. Con más de 10 millones de habitantes, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Lima es una ciudad marcada por altos índices de contaminación, falta de espacios verdes y problemas en la gestión de residuos sólidos, lo que pone en riesgo la calidad de vida de sus ciudadanos.
El camino hacia una Lima sostenible puede parecer extenso, pero no es imposible. En este sentido, conversamos con dos expertos en urbanismo y transporte, dos de los principales desafíos que enfrenta la capital: Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, y Aldo Facho Dede, presidente de la Comisión de Planificación Urbana Regional del Colegio de Arquitectos del Perú. Ambos comparten sus perspectivas sobre cómo la ciudad puede abordar y superar estos retos.
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Movilidad sostenible y calidad de aire para Lima
Para Luis Quispe, presidente de la ONG Luz Ámbar, la movilidad sostenible es uno de los mayores desafíos para Lima. Para él, la implementación de sistemas inteligentes de gestión del tráfico no solo contribuiría a la reducción de la congestión, sino también a la mejora de la calidad del aire, un tema crítico en una ciudad donde el parque automotor tiene un promedio de antigüedad de 13 años y contribuye en gran medida a la contaminación.
“La Municipalidad Provincial de Lima debe priorizar la instalación de semáforos inteligentes, regulados por computadoras con cámaras y sensores, para eliminar la necesidad de intervención policial en el tránsito. Esto es crucial para mejorar la fluidez vehicular”, señaló Quispe a Stakeholders.
Además, Quispe destaca la necesidad de una estrategia conjunta entre la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y la comuna limeña para integrar el transporte público con soluciones tecnológicas. Sobre el rol del sector privado en este proceso de transformación, Quispe destacó que las empresas pueden jugar un papel importante en el financiamiento de las nuevas flotas de buses, así como en la implementación de las tecnologías necesarias. No obstante, hizo hincapié en que el Estado debe asumir la mayor parte de la responsabilidad, garantizando que el sistema de transporte público sea accesible para todos los ciudadanos mediante subsidios adecuados, sin que esto implique un sacrificio en términos de calidad o eficiencia.
Según su visión, en un plazo máximo de cinco años, podría lograrse una flota de 10,000 buses operando bajo un sistema integrado, lo que marcaría un avance crucial hacia una Lima más sostenible.
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Planificación urbana: ¿Cómo avanzar hacia una Lima más equilibrada?
Por su parte, Aldo Facho Dede, presidente de la Comisión de Planificación Urbana Regional del Colegio de Arquitectos del Perú, critica la falta de planificación urbana adecuada en Lima, una ciudad que ha crecido principalmente de manera informal.
“La ciudad ha involucionado en términos de planificación urbana. Si revisamos los planes anteriores, podemos ver cómo hemos perdido capacidad de acción en el desarrollo de la metrópoli, principalmente debido al crecimiento descontrolado de urbanizaciones informales”, explica Facho.
Según el especialista, la ciudad necesita urgentemente políticas públicas que combinen la reutilización del suelo, la densificación de los ejes metropolitanos y la protección de las zonas ecológicas. “El Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima al 2040), aprobado a finales de 2022, es un buen punto de partida. Proteger las áreas de valor paisajístico y ecológico debe ser una prioridad, al igual que impulsar políticas habitacionales que fomenten el uso eficiente del suelo”, asegura.
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Crecimiento respetando el medio ambiente
El experto considera que el principal reto para la sostenibilidad es lograr un equilibrio entre el crecimiento urbano y la preservación ambiental. En este sentido, propone dos medidas prioritarias: por un lado, consolidar las zonas de preservación paisajística y ambiental mediante proyectos que definan claramente sus bordes, para evitar su ocupación ilegal; y por otro, fomentar una política habitacional que integre la vivienda de propiedad, el alquiler y el fortalecimiento de las viviendas autoconstruidas. “La vivienda social debe desarrollarse en zonas que han sido reutilizadas, para que el uso del suelo venga acompañado de aportes urbanísticos y sociales para la ciudad”, explicó.
La falta de suficientes espacios verdes en Lima es otro de los grandes problemas que enfrenta la ciudad. Facho Dede destaca la importancia de proteger y recuperar las áreas verdes existentes, exigiendo también mayores aportes a los nuevos proyectos urbanos para parques y zonas recreativas. “Es crucial que las nuevas urbanizaciones y los cambios de zonificación o intensificación de usos incluyan un porcentaje de espacio verde”, afirmó.
La visión de Facho Dede sobre Lima es clara: la ciudad necesita un cambio radical en su enfoque de planificación urbana, en la implementación de políticas habitacionales sostenibles, y en la reforma del transporte público, para convertirse en una ciudad más verde, accesible y eficiente para sus habitantes. Sin estos cambios, el futuro de Lima como una metrópoli sostenible parece incierto.
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Otros retos pendientes
Lima enfrenta otros desafíos cruciales para convertirse en una ciudad sostenible, como la escasez de agua potable y una gestión deficiente de residuos sólidos. Para superar estos problemas, se requieren medidas urgentes y concretas.
Para abordar estos problemas, es fundamental avanzar en la promoción de normas que establezcan bases claras para el desarrollo sostenible, como la aprobación del Proyecto de Ley 6794/2020-CR sobre gestión de ciudades sostenibles, así como la reglamentación de la Ley de Desarrollo Urbano Sostenible. Esta acción sería clave para guiar el desarrollo urbano responsable y eficaz.
Por otro lado, la protección de los ecosistemas frágiles, como humedales y lomas, requiere una urgente modificación de la Ley 31056, que actualmente permite la invasión de estos espacios. Se debe priorizar su conservación para garantizar la biodiversidad urbana y la calidad de vida de los ciudadanos.
“Las lomas son uno de los espacios que requieren mayor atención, pues muchas veces se ven invadidas por viviendas precarias que perciben esos terrenos como disponibles. Es necesario definir claramente los bordes de estas áreas y desalentar su ocupación ilegal”, señala Aldo Facho Dede,presidente de la Comisión de Planificación Urbana Regional del Colegio de Arquitectos del Perú
En tanto, la gestión de residuos sólidos necesita mejorar significativamente; Lima requiere más rellenos sanitarios, plantas de reciclaje y escombreras, mientras que también es crucial formalizar a los recicladores y fomentar la economía circular, convirtiéndolos en actores clave del proceso.
Finalmente, la lucha contra la contaminación plástica debe intensificarse. Aunque en 2018 se aprobó la Ley de Plásticos, aún falta una mayor fiscalización y regulación de los productos plásticos de un solo uso, como los microplásticos y films, que siguen siendo una fuente importante de contaminación. Enfrentando estos retos con acciones concretas, Lima podría dar pasos decisivos hacia un futuro más sostenible.
