Por Stakeholders

Lectura de:

BERNARDO KLIKSBERG*
Asesor de diversos organismos internacionales*

Un horizonte pleno en riesgos


La agricultura y la agroindustria son decisivas para el bienestar de las naciones. Según la FAO la producción agrícola significa el 3.7% del PIB global. En muchos países de África, Asia y América Latina el 40%. Un derecho humano esencial, depende de ella el derecho a la seguridad alimentaria.


El cambio climático está creando altos riesgos en esta área. La FAO estima que ha reducido la productividad agrícola en un 21%. Por otra parte peligran en las próximas décadas del 20 al 30% de todas las especies que ha evaluado. Asimismo, el Dióxido de Carbono está acidificando los Océanos.

Entre otras consecuencias, el pronóstico de los científicos es que el 70 al 90% de los corales, desaparecerán en los 20 años próximos por la combinación de la suba de calor de los mares, su acidificación, y la polución. Eso pondrá en riesgo de extinción a 4.000 especies de pescados.


En otro plano, en la biósfera, han sido destruidos un millón de especies de animales y plantas de los 6 millones existentes. Solo en EE.UU, se perdieron 3 billones de pájaros desde 1970. El Dióxido de Carbono aumenta a diario. Cada kg adicional del mismo, hace que se licuen 14.8 kgs. de hielo glaciar.


Crear sustentabilidad para enfrentar los escenarios catastróficos que se avizoran no es una “opción”. Es imperativo hacerlo, como exige el Secretario General de la ONU, António Guterres. Él afirma “estamos en un punto de inflexión,
resta poco tiempo”.

El rol de las empresas


Las empresas son claves en agravar o mejorar las perspectivas. La continuidad por parte de algunas en la emisión de
gases invernadero, y su renuencia a poner en práctica seriamente políticas prosostenibilidad, agravan la situación. La disposición que han mostrado muchas otras, a asumir la realidad ecológica, escuchar el reclamo unánime de sus stakeholders y el de la opinión pública, y sumarse activamente a la búsqueda de soluciones es un” activo” muy importante para las luchas en defensa de la naturaleza.


Ha habido un aumento de conciencia considerable en el mundo empresarial. Son cada vez más rechazadas las voces de las fuentes empresariales que niegan o minimizan el cambio climático, no deseando salir de la profitabilidad cortoplacista que les da el uso de energías sucias.


Pero frente a ellas, en todas las áreas, iniciando con la agricultura, donde la sostenibilidad es condición básica para aumentar la productividad agrícola e impedir el avance de la inseguridad alimentaria y el hambre, hay empresas pioneras concibiendo nuevos programas innovadores destinados a reforzarla.


Refleja la respuesta activa de la empresa al llamado urgente de la ONU, el remitido publicado a página entera en periódicos prominentes, por los Presidentes de 30 de las empresas líderes del planeta bajo el título de “EL FUTURO ESTA MIRANDO. ESTAMOS DE ACUERDO QUE GLASGOW (La Cumbre Mundial de Presidentes de países sobre el cambio climático) ES NUESTRO ASUNTO”.

Los CEOS de Apple, Facebook, Amazon, Unilever, Accenture, Starbucks, Patagonia, LinkedIn, y Google, explican
que “hemos entrado en la década decisiva para encarar el cambio climático, y el tiempo se nos está acabando”. Es
un “debemos” y no un “podríamos”. Comprometen formalmente sus compañías “a alcanzar 0 emisiones para el 2050
o antes, y reducir significativamente las emisiones para el 2030”. Llaman al problema “La mayor crisis existencial que
la humanidad ha enfrentado”.


Ya no queda lugar para excusas, o demoras. Es la hora para profundizar la acción a fondo en sostenibilidad empresarial.


*Se publicó en España la nueva obra del autor “Por un mundo mejor. Algunas reflexiones estratégicas”. Está disponible en América Latina, en MERCADO LIBRE.







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