Por Renzo Rojas

Lectura de:

Durante dos días, el IV Simposio Internacional “Camino a la Responsabilidad Extendida del Productor en Perú” abordó la importancia de que el sector privado, el público, la sociedad civil y la ciudadanía coadyuven a aumentar la valorización de los residuos en el país. Asimismo, se habló de lo esencial que es contar con políticas claras al respecto.

POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe

La asociación Recíclame, junto con otras instituciones, desarrolló el IV Simposio Internacional denominado “Camino a la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en Perú”. El evento tuvo como objetivo analizar desde diversas perspectivas la importancia que tiene la implementación de la REP en diferentes sectores, todo ello con la finalidad de favorecer el establecimiento de una economía circular en el país que genere un progreso económico, social y ambiental.

La REP consiste en poner en relieve el rol que cumple el productor en la gestión de los recursos. Es de conocimiento general que gran parte de los productos que se ofrecen en el mercado tarde o temprano finalizarán su ciclo de vida útil, por lo que es fundamental trabajar en la valorización de los residuos que se originen. En esta tarea, el sector privado, el público, la sociedad civil y la ciudadanía deben sumar esfuerzos.

En el mundo, existen países que desde hace un buen tiempo cuentan con importantes políticas sobre la REP, las cuales pueden ser punto de referencia para el Perú que recién está dando los primeros pasos en el tema. Angelina Schreiner, Advisor on Circular Economy Prevent Waste Alliance, comentó que Alemania fue el primer país en 1991
en poseer una legislación acerca de la REP para residuos de envases domésticos, comerciales e industriales. Desde entonces, la normativa ha ido evolucionando, las lecciones son diversas y los retos siempre están presentes.

“Las lecciones aprendidas son asegurar una fuerte aplicación gubernamental para hacer cumplir los estándares y objetivos. Los enfoques REP deben basarse en una orientación participativa, por lo que todas las partes interesadas deben participar en el proceso de establecimiento de esquemas de este tipo. Se necesita un marco legal claro, también una clara definición de responsabilidades y, por supuesto, la transparencia es absolutamente necesaria”, mencionó Schreiner.

El papel de las municipalidades

Durante una de las sesiones del simposio, se abordaron los avances y desafíos que existen en relación con los “Programas de Segregación en la Fuente” impulsados por el Minam. Marlene Quiche, directora de Gestión y Manejo de Residuos Sólidos de dicha institución, sostuvo que la pandemia, lamentablemente, suspendió la valorización de los residuos sólidos y afectó al despliegue de esta iniciativa. Con la reactivación económica, se ha venido reabriendo estos programas que se configuran como instrumentos técnicos esenciales que permiten a las municipalidades implementar y fortalecer la valorización de residuos sólidos.

“Actualmente, sabemos que generamos más de 22 mil toneladas de residuos sólidos al día, de los cuales el 78%, aproximadamente, tiene potencial de valorización, tanto de residuos orgánicos como inorgánicos. Se requiere una activa participación de los generadores, los recicladores y del sector privado. Por ahora, el Minam cuenta con instrumentos aprobados para poder implementar este programa por parte de las municipalidades”, dijo Quiche.

Añadió que en el 2021 se logró aprobar una guía para que las municipalidades puedan desarrollar, implementar y diseñar los programas. Además, en el presente año, también se ha modificado la normatividad para posibilitar el acondicionamiento de los residuos sólidos en áreas adecuadas, la cual estableció disposiciones técnicas ambientales para estos espacios donde llegan los residuos que son recolectados selectivamente primero.

Sobre la experiencia desde los municipios, Mayra Díaz, representante de la Municipalidad de la Molina, indicó que en su distrito llevan casi diez años trabajando en el “Programa de Segregación en la Fuente”: “Retomar la participación de los vecinos, comercios y distintas instituciones fue un reto bastante grande, pero también una oportunidad porque la pandemia nos permitió ver el cuidado ambiental con mucho más detenimiento”.

Por su parte, Frashmy Quispe, de la Municipalidad Provincial de Pisco, subrayó que la crisis sanitaria los ayudó a generar nuevas estrategias en la comunicación con la población mediante redes sociales y reuniones virtuales con las juntas vecinales y asociaciones de recicladores.

Retos para las industrias

Una de las Mesas de Diálogo del IV Simposio Internacional trató sobre los desafíos presentes en la industria para la valorización de los residuos. Gunther Merzthal, de Clean Cities, Blue Ocean (CCBO) – USAID, destacó la aprobación en el 2018 de la Política Nacional de Competitividad y Productividad que tiene como un componente importante el ámbito ambiental. También resaltó las hojas de ruta sectoriales y los Acuerdos de Producción Limpia en relación con el sector privado.

“Hay que destacar que el sector industrial es el primero que cuenta con una hoja de ruta en un proceso muy interesante. Este fue un codiseño entre el Gobierno y, sobre todo, el sector privado”, explicó.

Sin embargo, a pesar de los anteriores esfuerzos, aún quedan urgencias que se deben solucionar para apoyar a las empresas en aspectos de economía circular. Arianna Macchiavello, gerente legal y de asuntos corporativos de Qroma, contó que el más grande desafío que tienen desde la compañía es en relación con la cadena de reciclaje.

“Desde nuestra experiencia creemos que se encuentra un poco desarticulada. Hay poca oferta. No encontramos muchos recolectores, recicladores. De estos últimos, la mayoría no están formalizados. Venimos trabajando en nuestra circularidad de envases desde hace varios meses también, pero no encontramos de dónde obtener el material reciclado suficiente para elevar el porcentaje de esta materia prima en todos nuestros baldes, por ejemplo”, sostuvo Macchiavello.

Compartió esta consideración Gianina Jimenez, jefa de comunicaciones, sostenibilidad y asuntos corporativos de AJE Group, quien señaló que para la empresa es importante poder contribuir a ampliar la red de recicladores formales.

“Estamos en un proceso de implementar una planta de reciclaje, y en el mapeo que tenemos llegamos hasta cierto nivel de recicladores que vienen a ser intermediarios o acopiadores un poco más grandes. Cuando bajas a la base de la pirámide de recicladores, que dicen que son formales, no necesariamente cuentan con una infraestructura adecuada para poder acopiar estos residuos”, enfatizó.

Cultura ambiental ciudadana

Otro punto esencial que se debe trabajar es la cultura ambiental de todos los peruanos y peruanas. Por ello, en el evento, Andrés Dulanto, director de Educación y Ciudadanía Ambiental del Minam, afirmó que fue un hito importante en el 2021, en el marco del Bicentenario, la aprobación de la Política Nacional del Ambiente al 2030. Aquí se incluyó el objetivo prioritario de mejorar el comportamiento ambiental de la ciudadanía.

“El no entender que esto es una cuestión de todos es uno de los principales problemas que tenemos. Esto es un trabajo en conjunto que hay que trabajar con la sociedad civil, la empresa privada, la ciudadanía en general. El reto está, justamente, en concienciar y hacer llegar a todos los actores clave que la problemática de mejorar el comportamiento de la ciudadanía depende de todos y todas”, aseguró.

Para Sergio Galliani, empresario ambiental, se requieren de buenas decisiones políticas, de estrategias para generar que el mensaje sea efectivo en los peruanos y se den los cambios en la cultura ambiental. “El peruano tiende a tergiversar la información que le llega para su beneficio. Se necesitan incentivos (baja de impuestos, por ejemplo). De estrategias pensadas en cómo es la mentalidad de nuestra sociedad”.

Con sus decisiones, los ciudadanos tienen gran influencia en el devenir de las políticas ambientales públicas y privadas. No obstante, nuestra cultura ambiental da cuenta de la poca consideración con la sostenibilidad ambiental. Es así como, a más de ocho meses de que se prohibió su uso, el tecnopor todavía sigue vigente en el comercio. Así lo mencionó Enrique Sarco, director de responsabilidad social empresarial de Pamolsa, quien además reiteró la falta de una buena cultura ambiental en el país para avanzar en el tema.

“Lo que el ciudadano todavía no comprende es el gran impacto que ellos tienen con sus decisiones y el gran poder
que poseen como consumidores”, puntualizó.

«Actualmente, sabemos que generamos más de 22 mil toneladas de residuos sólidos al día, de los cuales el 78%, aproximadamente, tiene potencial de valorización, tanto de residuos orgánicos como inorgánicos.»

Acciones desde la esfera pública

Por otro lado, desde el Minam manifestaron que se viene avanzando en la implementación de la Responsabilidad Extendida del Productor de ciertos envases y embalajes en el Perú. José Luis Esteban, especialista en Gestión de Residuos Sólidos de la entidad, contó que se ha trabajado en acciones a través de hojas de ruta y de la Política Nacional de Competitividad y Productividad con los diferentes sectores.

“Una hoja de ruta ya aprobada es la que tenemos con el sector industria, y nos encontramos con dos en proceso de
aprobación: sector pesca y agricultura. Asimismo, en el marco de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, tenemos principios, uno de ellos es la REP que establece y da la competencia al Minam la aprobación de regímenes especiales para bienes priorizados”, detalló.

El representante del Estado añadió que desde el 2019 figura el régimen especial para aparatos RAEE, mientras que desde el 2021 el de gestión y manejo de neumáticos fuera de uso. En la actualidad, concluyó con que se encuentran trabajando en el régimen especial de envases y embalajes y posteriormente también se hará con los aceites, lubricantes y baterías.

Propuesta de Hoja de Ruta para una REP de Envases y Embalajes

En el IV Simposio Internacional, Marco Mejía, presidente de Recíclame, presentó una propuesta de hoja de ruta para la implementación de una REP en envases y embalajes. Nombró cuatro etapas de esta iniciativa, la cual busca en el futuro asegurar la trazabilidad de materiales, generar información clave, involucrar a la mayor cantidad de actores en el proceso, resolver desafíos críticos y contar con innovación y tecnología para el reciclaje. A continuación, las etapas de esta propuesta:

  1. Planificación estratégica. Esta etapa consiste en la articulación de la industria, debate entre actores claves y el establecimiento de una intención (actualmente).
  2. Información para la toma de decisiones. Se busca información de línea base, definición de la capacidad nacional de reciclaje y ejecución de proyectos piloto.
  3. Educación y sensibilización. La finalidad es la creación de conciencia en la población y educación ambiental para la segregación.
  4. Desarrollo de cadena operativa. Finalmente, resulta clave el fortalecimiento de la infraestructura de la cadena, el desarrollo de un sistema de información y la profesionalización de los recicladores.






Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.