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¿De qué forma las organizaciones de la sociedad civil contribuyen al desarrollo sostenible?
En el presente informe, tres organizaciones de la sociedad civil nos comparten su punto de vista respecto a la importancia de promover el desarrollo sostenible, con el fin de generar un mayor impacto en la sociedad.
Por: Marco Minaya
mminaya@stakeholders.com.pe
Diversas organizaciones de la sociedad civil y empresas del sector privado atienden problemas que afectan a las comunidades locales como parte de la responsabilidad social empresarial (RSE). Por lo general, estos actores buscan promover proyectos o iniciativas para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tales como poner fin a la pobreza y al hambre, así como garantizar un ambiente sano, digno y con equidad (ODS 1, 2, 3, 4 y 5); protegen el planeta de la degradación para las generaciones actuales y futuras (ODS 6, 12, 13, 14 y 15) y establecen ciudades sostenible (ODS 11). Del mismo modo, las fundaciones también invierten en la conservación de los ecosistemas, a través del financiamiento de emprendimientos innovadores, relacionados con la conservación de nuestra casa común.
A lo largo de todos estos años, estas fundaciones y asociaciones han generado un cúmulo de conocimientos y lecciones a partir de sus intervenciones convirtiéndose en un activo para contribuir a modelar metodologías y estrategias eficientes para lograr el desarrollo sostenible. En este escenario, cabe preguntarse lo siguiente: ¿Por qué es importante promover el desarrollo sostenible en la sociedad? ¿De qué forma las organizaciones de la sociedad civil contribuyen al desarrollo sostenible?
Para Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones, el desarrollo sostenible es una necesidad de toda la sociedad. “Solo tenemos futuro a largo plazo. La única opción disponible es incorporar la preocupación por la sostenibilidad del desarrollo a todos los órdenes de nuestra vida. Nuestra casa, el planeta tierra, está sometido a un estrés permanente que no garantiza su futuro como casa común de la humanidad si no intervenimos todas las personas y todas las instituciones todos los días para mantenerla en condiciones”, explicó Nadal.
ROL DE LA SOCIEDAD CIVIL
En palabras de Margareth Florez, directora ejecutiva de RedAmérica, si bien todos los actores cumplen un rol fundamental en la promoción del desarrollo sostenible, y todos pueden contribuir desde su ámbito de acción (la empresa privada estimulando el desarrollo económico y los gobiernos garantizando la satisfacción de los derechos de la población), la sociedad civil es la llamada a estimular transformaciones desde la incidencia y la movilización, y a facilitar la inclusión de las voces de los actores tradicionalmente excluidos.
Desde RedAmérica, una red temática de más 70 empresas y fundaciones de origen empresarial con presencia en 14 países de América Latina, Florez considera que las organizaciones sociales, sean éstas organizaciones de base, ONG o fundaciones empresariales, están llamadas a jugar un rol central y activo en el desarrollo: contribuyen a la promoción de políticas inclusivas y eficaces; mejoran la cohesión social; profundizan la democracia; y promueven y monitorean políticas públicas y alianzas para el desarrollo. De esta forma, y en el marco de la agenda de desarrollo actual, las organizaciones de la sociedad civil pueden actuar como palancas de cambio, como promotoras de la articulación e innovación social, contribuir y vigilar el avance de las metas comunes del desarrollo. Un rol fundamental para el desarrollo sostenible.
SECTOR PÚBLICO, PRIVADO Y SOCIEDAD CIVIL: ¿TRABAJO EN COJUNTO PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE?
Siempre cuesta trabajo entender de qué forma tanto el sector público, privado y organizaciones representantes de la sociedad civil puedan trabajar juntos. Por lo general, cada actor trabaja muchas veces en su propia línea de acción, sin la necesidad forzosa de trabajar en alianzas. No se trata de que no realicen un trabajo en conjunto, sino que, dependiendo del caso, muchas de estas tienden a trabajar de forma aislada o, por el contrario, realizar acciones puntuales de forma conjunta.
En la opinión de Javier Nadal, cada uno de ellos tiene perfectamente establecido su campo de acción y su modo de intervención. No tienen que inventar nada. Solo tienen que poner los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su campo de atención, en su modo de pensar y establecer prioridades.
¿Cómo explica esta situación en la que intervienen estos tres actores? Para Nadal, todos tenemos responsabilidad en su consecución, pero no en la misma proporción en cada uno de ellos. Algunos dependen más de los gobiernos y parlamentos, otros necesitan más la actuación responsable del sector privado y otros no llegarán a buen puerto sin el empuje de la sociedad civil. Sin embargo, ninguno puede llevarse a cabo solo con el concurso de uno de los tres actores.
En resumen, agrega Nadal, si tuviéramos que asignar papeles concretos, tal vez al sector público le correspondería centrarse en definir regulaciones y protocolos, en establecer políticas públicas adecuadas. Al sector privado, hacer su cometido respetando las condiciones que permitan el trabajo decente, los salarios justos, al tiempo que se desarrollan energías no contaminantes, una industria innovadora y la producción y consumo responsable. Por su parte, a las organizaciones de la sociedad civil, además de que su campo de actividad está centrado en muchos de los objetivos concretos de los ODS, les corresponde crear opinión y movilizar a los ciudadanos para que, con su apoyo, legitimen las acciones de gobiernos y empresas.
“Tenemos esa obligación de movilizar la acción conjunta, en cada país y en el mundo en torno a objetivos comunes. No solo introduciendo mejoras en la calidad de vida de los habitantes, sino también para concebir un futuro más inclusivo, con recursos naturales sostenibles, económicamente viables, y, fundamentalmente, sin desigualdades ni pobreza”, argumentó Rodolfo Borghi, coordinador estratégico de la Federación de Fundaciones Argentinas.
ODS A LA VISTA
Desde la opinión de los especialistas, ¿qué tan involucrado se encuentra el sector público, privado y sociedad civil en relación a los ODS? Desde el punto de vista de la vocera de RedAmérica, afirma que ve un gran compromiso de parte de las fundaciones y empresas por articularse a la agenda global de desarrollo y por medir sus aportes a la consecución de cada una de las metas.
“Vemos con entusiasmo que comprenden de manera cada vez más amplia su rol como actores del desarrollo de un territorio, y destinan tiempo y recursos a fortalecer las capacidades de los actores locales y a implementar procesos participativos y de articulación con los gobiernos locales y con la ciudadanía, para enfrentar de manera común los enormes desafíos del desarrollo”, detalló.
Sin embargo, expresó, a modo de advertencia, algunos puntos que aún falta por avanzar. A pesar de los esfuerzos y del compromiso de todos los actores, los mecanismos de monitoreo del avance de los ODS son débiles y existen motivos adicionales que ponen en riesgo la consecución de los objetivos.
En un panorama de restricción de los recursos, desaceleración del crecimiento económico, aumento en la vulnerabilidad al cambio climático, estancamiento en la caída de la pobreza y la desigualdad, América Latina urge encontrar nuevos esquemas para promover políticas públicas audaces y generar transformaciones profundas y perdurables en los territorios, que hagan realidad la aspiración global de no dejar a nadie atrás, plasmada en la Agenda 2030.
De esta forma, desde el punto de vista de Florez, además del compromiso mediante acciones concretas de los tres actores (público, privado y social), el logro de resultados perdurables y transformaciones reales en los territorios y en la vida de las personas y comunidades, dependerá en gran medida de la forma cómo se construya la ruta para el desarrollo sostenible. “Todos debemos seguir trabajando en la profundización del dialogo y la construcción de visiones compartidas, articulaciones y cooperación entre múltiples actores”, sostuvo.
Desde el punto de vista de Javier Nadal, el grado de involucración del sector público, el privado y la sociedad civil depende mucho de las circunstancias de cada país. En el caso de España, cita Nadal, se puede afirmar que hay un conocimiento amplio de las metas propuestas y una valoración positiva sobre la necesidad de trabajar en favor de su consecución.
No obstante, enfatiza que los ODS no suelen encontrarse entre las preocupaciones que los ciudadanos señalan de manera espontánea en las encuestas, pero suelen tener opinión sobre ellos cuando se les pregunta de forma explícita o inducida. Sin embargo, aclara que conviene señalar que la situación es muy diferente cuando se consulta a los más jóvenes, que están muy concienciados con aspectos ecológicos como el reciclaje, la igualdad de género o los migrantes y refugiados.
Mientras que en Argentina, Borghi afirma que entre los progresos se ha logrado: debatir los indicadores y los resultados preliminares sistematizados de los análisis de los ODS; decidir estrategias y actividades; recolección de información y elaboración de análisis críticos preliminares de cada ODS.
Por otra parte, desde el sector público, agrega Borghi, se realizaron avances parciales respecto a los ODS y se ha reconocido que persiste el desafío de generar ámbitos de participación para fomentar alianzas en pos de mejores políticas y resultados para el desarrollo. No obstante, esperamos un mayor compromiso al respecto. “Consideramos que si bien hasta el momento no se ha logrado, existen reuniones y convocatorias parciales que -con la responsabilidad de todos los sectores- podrían en algún momento encaminarse hacia un verdadero trabajo conjunto”, sostuvo el coordinador estratégico de la Federación de Fundaciones Argentinas.
En resumen, existen diversos retos que la sociedad civil debe enfrentar para alcanzar la realización de los ODS. El Estado, sector privado o sociedad civil no se pueden permitir el lujo de trabajar de forma aislada. Si bien esta situación representa un escenario que ha ido cambiando con el transcurrir de los años, hace falta muchísimo trabajo por hacer.
¿Qué hacen las organizaciones de la sociedad civil por el desarrollo sostenible?
Diversas organizaciones de la sociedad civil y empresas del sector privado atienden problemas que afectan a las comunidades locales como parte de la responsabilidad social empresarial (RSE). Por lo general, estos actores buscan promover proyectos o iniciativas para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), tales como poner fin a la pobreza y al hambre, así como garantizar un ambiente sano, digno y con equidad (ODS 1, 2, 3, 4 y 5); protegen el planeta de la degradación para las generaciones actuales y futuras (ODS 6, 12, 13, 14 y 15) y establecen ciudades sostenible (ODS 11). Del mismo modo, las fundaciones también invierten en la conservación de los ecosistemas, a través del financiamiento de emprendimientos innovadores, relacionados con la conservación de nuestra casa común.
A lo largo de todos estos años, estas fundaciones y asociaciones han generado un cúmulo de conocimientos y lecciones a partir de sus intervenciones convirtiéndose en un activo para contribuir a modelar metodologías y estrategias eficientes para lograr el desarrollo sostenible. En este escenario, cabe preguntarse lo siguiente: ¿Por qué es importante promover el desarrollo sostenible en la sociedad? ¿De qué forma las organizaciones de la sociedad civil contribuyen al desarrollo sostenible?
Para Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones, el desarrollo sostenible es una necesidad de toda la sociedad. “Solo tenemos futuro a largo plazo. La única opción disponible es incorporar la preocupación por la sostenibilidad del desarrollo a todos los órdenes de nuestra vida. Nuestra casa, el planeta tierra, está sometido a un estrés permanente que no garantiza su futuro como casa común de la humanidad si no intervenimos todas las personas y todas las instituciones todos los días para mantenerla en condiciones”, explicó Nadal.
ROL DE LA SOCIEDAD CIVIL
En palabras de Margareth Florez, directora ejecutiva de RedAmérica, si bien todos los actores cumplen un rol fundamental en la promoción del desarrollo sostenible, y todos pueden contribuir desde su ámbito de acción (la empresa privada estimulando el desarrollo económico y los gobiernos garantizando la satisfacción de los derechos de la población), la sociedad civil es la llamada a estimular transformaciones desde la incidencia y la movilización, y a facilitar la inclusión de las voces de los actores tradicionalmente excluidos.
Desde RedAmérica, una red temática de más 70 empresas y fundaciones de origen empresarial con presencia en 14 países de América Latina, Florez considera que las organizaciones sociales, sean éstas organizaciones de base, ONG o fundaciones empresariales, están llamadas a jugar un rol central y activo en el desarrollo: contribuyen a la promoción de políticas inclusivas y eficaces; mejoran la cohesión social; profundizan la democracia; y promueven y monitorean políticas públicas y alianzas para el desarrollo. De esta forma, y en el marco de la agenda de desarrollo actual, las organizaciones de la sociedad civil pueden actuar como palancas de cambio, como promotoras de la articulación e innovación social, contribuir y vigilar el avance de las metas comunes del desarrollo. Un rol fundamental para el desarrollo sostenible.
SECTOR PÚBLICO, PRIVADO Y SOCIEDAD CIVIL: ¿TRABAJO EN COJUNTO PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE?
Siempre cuesta trabajo entender de qué forma tanto el sector público, privado y organizaciones representantes de la sociedad civil puedan trabajar juntos. Por lo general, cada actor trabaja muchas veces en su propia línea de acción, sin la necesidad forzosa de trabajar en alianzas. No se trata de que no realicen un trabajo en conjunto, sino que, dependiendo del caso, muchas de estas tienden a trabajar de forma aislada o, por el contrario, realizar acciones puntuales de forma conjunta.
En la opinión de Javier Nadal, cada uno de ellos tiene perfectamente establecido su campo de acción y su modo de intervención. No tienen que inventar nada. Solo tienen que poner los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su campo de atención, en su modo de pensar y establecer prioridades.
¿Cómo explica esta situación en la que intervienen estos tres actores? Para Nadal, todos tenemos responsabilidad en su consecución, pero no en la misma proporción en cada uno de ellos. Algunos dependen más de los gobiernos y parlamentos, otros necesitan más la actuación responsable del sector privado y otros no llegarán a buen puerto sin el empuje de la sociedad civil. Sin embargo, ninguno puede llevarse a cabo solo con el concurso de uno de los tres actores.
En resumen, agrega Nadal, si tuviéramos que asignar papeles concretos, tal vez al sector público le correspondería centrarse en definir regulaciones y protocolos, en establecer políticas públicas adecuadas. Al sector privado, hacer su cometido respetando las condiciones que permitan el trabajo decente, los salarios justos, al tiempo que se desarrollan energías no contaminantes, una industria innovadora y la producción y consumo responsable. Por su parte, a las organizaciones de la sociedad civil, además de que su campo de actividad está centrado en muchos de los objetivos concretos de los ODS, les corresponde crear opinión y movilizar a los ciudadanos para que, con su apoyo, legitimen las acciones de gobiernos y empresas.
“Tenemos esa obligación de movilizar la acción conjunta, en cada país y en el mundo en torno a objetivos comunes. No solo introduciendo mejoras en la calidad de vida de los habitantes, sino también para concebir un futuro más inclusivo, con recursos naturales sostenibles, económicamente viables, y, fundamentalmente, sin desigualdades ni pobreza”, argumentó Rodolfo Borghi, coordinador estratégico de la Federación de Fundaciones Argentinas.
ODS A LA VISTA
Desde la opinión de los especialistas, ¿qué tan involucrado se encuentra el sector público, privado y sociedad civil en relación a los ODS? Desde el punto de vista de la vocera de RedAmérica, afirma que ve un gran compromiso de parte de las fundaciones y empresas por articularse a la agenda global de desarrollo y por medir sus aportes a la consecución de cada una de las metas.
“Vemos con entusiasmo que comprenden de manera cada vez más amplia su rol como actores del desarrollo de un territorio, y destinan tiempo y recursos a fortalecer las capacidades de los actores locales y a implementar procesos participativos y de articulación con los gobiernos locales y con la ciudadanía, para enfrentar de manera común los enormes desafíos del desarrollo”, detalló.
Sin embargo, expresó, a modo de advertencia, algunos puntos que aún falta por avanzar. A pesar de los esfuerzos y del compromiso de todos los actores, los mecanismos de monitoreo del avance de los ODS son débiles y existen motivos adicionales que ponen en riesgo la consecución de los objetivos.
En un panorama de restricción de los recursos, desaceleración del crecimiento económico, aumento en la vulnerabilidad al cambio climático, estancamiento en la caída de la pobreza y la desigualdad, América Latina urge encontrar nuevos esquemas para promover políticas públicas audaces y generar transformaciones profundas y perdurables en los territorios, que hagan realidad la aspiración global de no dejar a nadie atrás, plasmada en la Agenda 2030.
De esta forma, desde el punto de vista de Florez, además del compromiso mediante acciones concretas de los tres actores (público, privado y social), el logro de resultados perdurables y transformaciones reales en los territorios y en la vida de las personas y comunidades, dependerá en gran medida de la forma cómo se construya la ruta para el desarrollo sostenible. “Todos debemos seguir trabajando en la profundización del dialogo y la construcción de visiones compartidas, articulaciones y cooperación entre múltiples actores”, sostuvo.
Desde el punto de vista de Javier Nadal, el grado de involucración del sector público, el privado y la sociedad civil depende mucho de las circunstancias de cada país. En el caso de España, cita Nadal, se puede afirmar que hay un conocimiento amplio de las metas propuestas y una valoración positiva sobre la necesidad de trabajar en favor de su consecución.
No obstante, enfatiza que los ODS no suelen encontrarse entre las preocupaciones que los ciudadanos señalan de manera espontánea en las encuestas, pero suelen tener opinión sobre ellos cuando se les pregunta de forma explícita o inducida. Sin embargo, aclara que conviene señalar que la situación es muy diferente cuando se consulta a los más jóvenes, que están muy concienciados con aspectos ecológicos como el reciclaje, la igualdad de género o los migrantes y refugiados.
Mientras que en Argentina, Borghi afirma que entre los progresos se ha logrado: debatir los indicadores y los resultados preliminares sistematizados de los análisis de los ODS; decidir estrategias y actividades; recolección de información y elaboración de análisis críticos preliminares de cada ODS.
Por otra parte, desde el sector público, agrega Borghi, se realizaron avances parciales respecto a los ODS y se ha reconocido que persiste el desafío de generar ámbitos de participación para fomentar alianzas en pos de mejores políticas y resultados para el desarrollo. No obstante, esperamos un mayor compromiso al respecto. “Consideramos que si bien hasta el momento no se ha logrado, existen reuniones y convocatorias parciales que -con la responsabilidad de todos los sectores- podrían en algún momento encaminarse hacia un verdadero trabajo conjunto”, sostuvo el coordinador estratégico de la Federación de Fundaciones Argentinas.
En resumen, existen diversos retos que la sociedad civil debe enfrentar para alcanzar la realización de los ODS. El Estado, sector privado o sociedad civil no se pueden permitir el lujo de trabajar de forma aislada. Si bien esta situación representa un escenario que ha ido cambiando con el transcurrir de los años, hace falta muchísimo trabajo por hacer.
¿Qué hacen las organizaciones de la sociedad civil por el desarrollo sostenible?
RedAmérica | Asociación Española de Fundaciones | Federación de Fundaciones Argentinas |
Las más de 70 empresas y fundaciones empresariales aglutinadas en RedEAmerica, comparten el propósito común de promover comunidades sostenibles. Una comunidad sostenible es aquella que construye democráticamente su territorio buscando un equilibrio entre aspectos económicos, ambientales, sociales, institucionales y humanos, con una perspectiva de equidad en el largo plazo.
Para lograr que las empresas y fundaciones de la Red sean actores clave de los territorios en donde operan en 14 países de la región, y promuevan el desarrollo sostenible, la Red trabaja alrededor de cuatro ejes de acción: 1. Generan espacios de diálogo sobre estrategias y tendencias en el involucramiento empresa-comunidad. 2. Promueven la generación de aprendizaje colectivo entre los miembros y contribuimos al fortalecimiento de sus capacidades para la promoción de comunidades sostenibles. 3. Facilitan escenarios y espacios para crear alianzas, aprender juntos y promover comunidades sostenibles con enfoque de desarrollo de base. 4. Creamos oportunidades para visibilizar y compartir experiencias.
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La Asociación Española de Fundaciones es una institución de segundo nivel. Es una infraestructura de apoyo a las fundaciones para mejorar la profesionalización, la transparencia, el gobierno de las entidades, la comunicación, la captación de recursos o el uso avanzado de tecnologías como blockchain para ser más eficientes en la consecución de los fines de las fundaciones que, por definición, son siempre de interés general.
Brindan soporte explícito de difusión en sus boletines y en las redes sociales en las que están presentes, de todas aquellas iniciativas que promueven sus miembros u otras entidades del tercer sector, orientadas a la consecución de alguno de los ODS o la sensibilización pública del conjunto de la Agenda 2030.
Recientemente, la AEF está innovando en la forma de generar espacios de interacción y cooperación entre fundaciones, como el próximo encuentro Demos-2018 que tendrá lugar el próximo día 26 de Noviembre, del que esperamos surjan iniciativas que ayuden a consolidar el compromiso con los ODS y la difusión de sus resultados.
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Desde su creación, en 1994, la Federación de Fundaciones Argentinas (FEDEFA) trabaja uniendo los esfuerzos de cada una de nuestras fundaciones asociadas para que pueda ser más significativo el resultado.
Partiendo que los objetivos de sus fundaciones están siempre relacionados directamente con buenas causas, cuando en el año 2000 se crearon los Objetivos de Desarrollo del Milenio estuvieron difundiendo, asesorando y coordinando los trabajos para que las energías puedan ser lo mejor aprovechadas y aportar el famoso “granito de arena” hacia el cumplimiento de esos objetivos, a nivel nacional y mundial.
En la mayoría de sus trabajos en conjunto -que siempre tratan de articular con el sector público y el privado- se tuvieron en cuenta los ODM y, desde el 2015, los ODS, tratando que no sean algo declarativo y sí de posible y efectivo cumplimiento.
También, junto a otras redes de organizaciones sociales de Argentina, han conformado una mesa de articulación, con el apoyo de la Unión Europea, que llamamos Sociedad Civil en Red, con la cual estamos trabajando ejes temáticos y de acción, tales como la incidencia en políticas públicas, el marco legal y fiscal de las organizaciones sociales y la articulación público-privada.
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