Por Stakeholders

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Los negocios inclusivos tratan de “incorporar personas de bajos ingresos y vulnerables como socios comerciales (proveedores, distribuidores, etc.)…

Los negocios inclusivos tratan de “incorporar personas de bajos ingresos y vulnerables como socios comerciales (proveedores, distribuidores, etc.) o facilitar su acceso a los productos y servicios básicos de una empresa para mejorar su calidad de vida”. Así sintetiza el concepto Estrella Peinado-Vara (*), especialista en sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien en esta entrevista realizada por el blog Diario Responsable, analiza en profundidad un tema que está dando mucho que hablar en el mundo empresarial.
¿Cómo nace la idea de los negocios inclusivos?

Los negocios inclusivos surgen fruto de una situación de exclusión social y económica de un gran número de personas, en el caso de los países de Latinoamérica y el Caribe, junto con el mayor protagonismo del sector privado en las economías y en la sociedad.

La participación del sector privado evoluciona desde la filantropía a la ciudadanía corporativa y a los comportamientos empresariales responsables. Una modalidad son los negocios inclusivos. Se trata de incorporar personas de bajos ingresos y vulnerables como socios comerciales (proveedores, distribuidores, etc.) o facilitar su acceso a los productos y servicios básicos de una empresa para mejorar su calidad de vida (empresas proveedoras de servicios de agua, saneamiento, energía, tecnología, etc.). Son iniciativas económicas rentables que además son socialmente responsables y logran mejorar la calidad de vida de grupos de bajos ingresos y vulnerables.

Después, cada empresa tiene su propia historia de por qué iniciaron este tipo de actividades pero por lo general se combinan problemas sociales y empresariales que necesitan una solución urgente y de beneficio mutuo (empresarial y social).

¿Cuál es la relación entre los negocios inclusivos y la Responsabilidad Social de las Empresas?

Son temas con muchos puntos en común. Podemos considerar la RSE como los cimientos sobre los que construir modelos concretos de negocios inclusivos. Por lo general, las empresas que tienen una buena trayectoria empresarial social y ambientalmente responsable son capaces de poner en marcha negocios inclusivos mucho más fácilmente porque tienen una buena base. Las empresas responsables saben lo importante que es tener en cuenta a las partes interesadas, tienen un horizonte temporal más a largo plazo y reconocen la necesidad de encontrar soluciones que beneficien a las dos partes para que sean sostenibles.

En esta línea, el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo está organizando en Cartagena de Indias (Colombia) la VI Conferencia Interamericana sobre RSE que se centrará precisamente en La Inclusión en los Negocios, especialmente de las poblaciones de menores ingresos y vulnerables.

¿Qué beneficio obtienen las empresas al incorporar a este tipo de empresas a su cadena de valor?

Estas estrategias o modelos deben diseñarse de forma que generen un impacto positivo en la cuenta de resultados de las empresas. A través de modelos de negocios inclusivos se puede contribuir a la diversificación de productos, expansión de mercados, diversificar y fortalecer la cadena de aprovisionamiento, mejorar las cadenas de distribución, etc. Un estudio realizado por el BID en Latinoamérica y el Caribe sobre articulaciones entre grandes y medianas empresas y grupos de personas en la base de la pirámide económica, muestra que existen oportunidades de negocio que implican beneficios económicos para ambos segmentos.

¿Por ejemplo?

Además de algunos de los ejemplos de este estudio, el BID/FOMIN está trabajando con Masisa (Chile) para vincular poblaciones de bajos recursos en la cadena de distribución de una línea especial de mobiliario adaptada a las características de las viviendas de personas de bajos recursos. En alianza con el BID/FOMIN, Masisa está capacitando a carpinteros, microempresarios y trabajadores por cuenta propia para que puedan ofrecer servicios de ensamblaje e integrando, dentro de su fuerza de ventas, a mujeres en condiciones de exclusión a través de un sistema de ventas por catálogo.

El BID/FOMIN en alianza con la organización de cooperación holandesa (SNV) y en colaboración del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD por sus siglas en inglés) apoyan a empresas en Centroamérica (Nicaragua, Honduras y el Salvador) y la región Andina (Perú y Ecuador). Un buen ejemplo es Pronaca en Ecuador, una empresa del sector de alimentos, que apoya la integración de pequeños productores de maíz en su cadena de proveedores. Otro ejemplo es Gran Pacífica, un complejo turístico en Nicaragua que apoya el desarrollo productivo de las comunidades locales para incorporarlos como proveedores de productos y servicios. También Floralp, empresa ecuatoriana de productos lácteos que ofrece apoyo a pequeños productores de leche para que puedan alcanzar los estándares de calidad mínimos necesarios.

Otros ejemplos como estos, y muchos más, se presentarán durante la VI Conferencia Interamericana sobre RSE: La Inclusión en los Negocios

¿Cree usted que la puesta en marcha de este tipo de negocios, unidas a la universalización de las TIC va a contribuir de forma significativa al desarrollo de países con economías emergentes?

Desde luego que un sector privado responsable que lleve a cabo sus actividades incluyendo a las poblaciones pobres y vulnerables puede contribuir de forma significativa al desarrollo. Supone la inclusión de muchas personas que serán capaces de generar ingresos estables con su trabajo, con sus microempresas o iniciativas productivas. Las TIC evidentemente son un instrumento muy valioso que facilita estos modelos de negocios y puede conseguir que de unas cuantas iniciativas pequeñas se pase a la escala necesaria para tener un efecto significativo. Las TIC son herramientas fundamentales para superar problemas básicos como la asimetría de información que pone en desventaja a los pequeños productores. Una mejora en este ámbito amplía las oportunidades y posibilidades enormemente.

¿Qué modelo es el que está teniendo mayor éxito, cual recomendaría?

No existen recetas universales, cada empresa tiene unas características específicas (tamaño, sector, situación, cultura, etc.) y lleva a cabo sus operaciones en unas comunidades que se enfrentan a unos problemas sociales muy particulares. Desde luego se debe partir de una base de responsabilidad social empresarial y el compromiso firme de la gerencia. A partir de ahí cada empresa debe analizar sus necesidades y las de las poblaciones de bajos ingresos y vulnerables que quiere incluir para diseñar el mejor modelo que beneficie a ambas partes. De lo que hemos aprendido hasta ahora en Latinoamérica y el Caribe, los sectores agropecuarios y de turismo sostenible, están desarrollando casos prometedores.

(*) Estrella Peinado-Vara es Oficial de Operaciones del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Trabaja en el BID en Washington desde 2002 donde se ha centrado en tareas de desarrollo del sector privado, responsabilidad social y ambiental de las empresas con un especial enfoque en micro, pequeñas y medianas empresas.







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