Por Stakeholders

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Por Jaime Cámara
CEO de PetStar

Jaime Cámara, CEO de PetStar.

Ante los retos ambientales que vivimos hoy en día como el calentamiento global, el sobregiro de la Tierra y la contaminación por plásticos de un solo uso, es necesario replantear nuestros hábitos hacia la construcción de una sociedad con una mayor conciencia sustentable.

En la búsqueda de soluciones para contener la contaminación por plásticos se han impulsado varias iniciativas desde limpiezas de playas hasta prohibir el uso de materiales plásticos, sin embargo, la solución no radica en la prohibición debido a los efectos ambientales colaterales que conlleva; y las limpiezas tampoco serían suficientes si no se analiza la causa raíz del problema.

Hoy se sataniza al plástico, pero es importante cuestionarnos ¿cuál es nuestra responsabilidad en el manejo de este residuo para que no llegue a los océanos?; si bien el consumidor juega un papel relevante en la correcta disposición de sus residuos, la diferencia radica en la suma de esfuerzos entre autoridades, empresas y sociedad civil, para lograr una solución real.

En PetStar, la planta de reciclado de PET grado alimenticio más grande del mundo, parte de la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), se promueve el concepto de responsabilidad compartida, considerando que el consumidor juega un papel relevante para recuperar el material mediante la correcta disposición de la botella siguiendo cuatro pasos: Vaciar-Aplastar-Cerrar y Depositar. Estas acciones simples son de un alto valor ambiental.

Además, para hacer factible la recuperación de materiales se debe contar con el apoyo y compromiso de la industria, en este caso, la Industria Mexicana de Coca-Cola incorpora contenido reciclado en sus empaques todos los días promoviendo su recuperación. Por último, el Gobierno debe legislar para incentivar la industria del reciclaje, así como promover y gestionar la separación de los residuos además de su manejo y correcta disposición final.

Hemos escuchado muchas veces la palabra “reciclaje” pero pocas veces se resaltan los beneficios de la acción en si, como evitar la sobre explotación de recursos vírgenes, además de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y contribuir a la llamada Economía Circular.

Según la Fundación Ellen MacArthur y la ONU Medio Ambiente, la Economía Circular, es el pilar para asegurar que los plásticos nunca se conviertan en desperdicio o contaminación, por lo cual en octubre de este año lanzó el Acuerdo Global sobre la Nueva Economía del Plástico, mediante el cual se busca frenar la contaminación por plásticos problemáticos e innecesarios, garantizando que el 100 % de los envases se puedan reutilizar, reciclar o compostar para el 2025.

Por su parte The Coca-Cola Company, Arca Continental y PetStar se adhirieron a dicho Acuerdo, reforzando la campaña global “Un Mundo sin Residuos” de la Compañía Coca-Cola que tiene como objetivo recolectar y reciclar el equivalente al 100 % de sus envases para el 2030 e incorporar en promedio 50 % de contenido reciclado en sus botellas.

En el caso de las botellas de PET, México es un caso de éxito pues tiene la planta de reciclado de PET grado alimenticio más grande del mundo, llamada PetStar, liderada por Arca Continental y otros cinco embotelladores de la IMCC, demostrando a través de su Modelo de Negocio Sustentable que es posible generar valor social, ambiental y económico.

Esta gestión ha contribuido a que, en los últimos 10 años, México haya pasado de una tasa de recuperación de aproximadamente 18 % a un 57 %, porcentaje que supera lo acopiado en países como Estados Unidos y Canadá.

Podemos decir que nos toca vivir en el tiempo de actuar para generar un cambio para preservar nuestro planeta, por lo que todos debemos participar para caminar hacia una nueva economía del plástico.







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