Una empresa peruana ha reemplazado miles de hectáreas de hoja de coca por algodón orgánico, abasteciendo con materia prima a marcas reconocidas como Patagonia, Lacoste, Lululemon y Greyson, entre otras.
Según explicó Juan José Córdova, gerente general de la fabricante de prendas de exportación Textil del Valle (TDV), el proyecto Algodón de Vida (creado en el 2020) gestiona 2.000 hectáreas de algodón orgánico en la región San Martín. Esto en alianza con 200 comunidades campesinas e indígenas.
“Hemos sabido avanzar con nuestras comunidades y persuadir a nuestro entorno; a nuestras autoridades también”, señaló Córdova.
Cabe mencionar que la actividad ilícita de la producción de hoja de coca abarcó 95.008 hectáreas a nivel nacional en el 2022, según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
“El sembrío de hoja de coca cada vez se aleja más de las ciudades o de las vías de penetración, llámese carreteras, ríos. Vemos como una oportunidad para el agricultor engancharse con un cultivo rentable, que es positivo para su comunidad, su desarrollo, y sobre todo, que es capaz de generarle engagement. Con sus manos, el agricultor está vistiendo al mundo con calidad y sostenibilidad”, indicó. Agregó que un factor a favor es la presencia de las Fuerzas Armadas.
Desde que inició el proyecto ha demandado una inversión que sobrepasa el millón de dólares en semilla, libros escolares, asesoramiento técnico, gastos de combustible y activos. Se trata de una inyección de capital inicial que, en el corto plazo, los socios buscan levantar fondos verdes para consolidar la actividad.
“Necesitamos tener un espacio propio en la zona, donde podamos no solamente investigar, innovar y desarrollar estos cultivos para que los agricultores se puedan convencer de una manera más explícita, sino también (…) tener una desmotadora y avanzar con el proceso productivo de algodón y llevar la fibra limpia a las hilanderías en Lima”, comentó en una entrevista para Forbes Perú.
¿Qué hace viable el proyecto?
Para Córdoba, uno de los principales factores que avalan la iniciativa es el comercial, pues el consumidor “ha cambiado” y pide fibras “mucho más sostenibles”.
“Viendo lo que se podía [hacer], juntamos toda esa necesidad de mercado [de fibras sostenibles] y la trasladamos a Algodón de Vida”, comentó. En ese sentido, explicó que el algodón que siembran en San Martín crece con agua de lluvia, durante nueve meses, bajo sistemas de rotación de cultivos. En su caso, rotan maíz, lentejas y papaya y así, al inyectar nitrógeno de forma natural, los suelos se regeneran y preservan su productividad.
Además, el algodón también se puede producir en asociación con cacao y café, dos granos con los que el Gobierno ha impulsado hasta ahora el reemplazo de la hoja de coca en el país.
Otro factor es la adaptabilidad del cultivo y el conocimiento de manejo tradicional por parte de los agricultores locales. Al respecto, cabe destacar que San Martín tiene presencia de algodón en sus 77 distritos, lo que la hace la región con más distritos donde se encuentra la fibra, seguida de Amazonas, con 44, según el informe “Línea base de la diversidad del algodón peruano con fines de bioseguridad”, publicado por el Ministerio del Ambiente en 2020.
Cabe mencionar que para el 2025 se estima quintuplicar el área con la que hoy cuenta el proyecto. Es decir, gestionar 10.000 hectáreas de algodón orgánico como cultivo alternativo a la hoja de coca.