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Por Sandro Sánchez Paredes – Consultor Senior, Docente y Auditor Líder en RSE del Instituto para la Calidad de la PUCP – Las empresas vienen…

Por Sandro Sánchez Paredes – Consultor Senior, Docente y Auditor Líder en RSE del Instituto para la Calidad de la PUCP – Las empresas vienen considerando de forma cada vez más seria la gestión de la Responsabilidad Social (RS) como un elemento central de su gestión empresarial; en artículos previos hemos indicado la importancia de alinear la RS a la gestión empresarial como fundamento para el logro del desarrollo sostenible.
Una cuestión que surge entonces es si la empresa cuenta con las personas necesarias para que esta integración de los fundamentos de la RS se pueda dar. Es necesario que se cuente con lo que llamamos “profesionales de la RS”; pues si no es así entonces corremos el riesgo de que la RS sea algo ajeno o accesorio a la empresa.
De la misma manera que la gestión financiera requiere de profesionales de finanzas, o que la gestión de RRHH requiere de profesionales en ese campo, la gestión de la RS requiere profesionales de la RS.

Una persona se vuelve profesional en un campo cuando desarrolla las competencias necesarias para desenvolverse en ese campo; específicamente en el campo de la responsabilidad social, una persona se convierte en especialista cuando:

  • Cuenta con las actitudes necesarias para la gestión de la RS
  • Ha adquirido los conocimientos necesarios para la gestión de la RS
  • Ha desarrollado las habilidades necesarias para la aplicación de la RS Estos 3 aspectos, presentados desde las dimensiones del Ser (actitudes), Saber (conocimientos) y Saber Hacer (habilidades) del profesional de la RS se conjugan para crear lo que llamaremos el perfil de competencia del profesional de la RS.

ACTITUDES (EL SER):

Un profesional de la RS debe ante todo tener sensibilidad social, estar conciente de la importancia de que los negocios se desarrollen en armonía con la sociedad y el medio ambiente. Deben ser suyas preocupaciones como los índices de pobreza o el deterioro del ambiente.

Debe ser una persona enfocada en la búsqueda constante de mejoras, las cuales se plasmen en beneficios tanto para la empresa como para la sociedad en su conjunto. Asimismo, debe tener una actitud positiva hacia el diálogo con todo tipo de personas en búsqueda de soluciones del tipo ganar-ganar. Igualmente, se requiere que sea empático para poder entender las necesidades de las partes con las cuales interactúa la empresa.

CONOCIMIENTOS (EL SABER):

Un profesional de la RS debe, ante todo, conocer la empresa en la cual trabaja; si la persona no conoce los productos/servicios que su empresa entrega no podrá asegurar que las prácticas de RS generen valor para la empresa misma. Adicionalmente debe tener conocimientos de las herramientas y tendencias actuales de la RS; debe estar al tanto de casos exitosos (para imitarlos) y fracasados (para evitarlos) de gestión de RS.

También es necesario que el profesional de la RS esté capacitado para la gestión de proyectos, los cuales se darán en el marco de la gestión de la RS que la empresa desee implementar.

HABILIDADES (EL SABER HACER):

El profesional de la RS debe tener o desarrollar habilidades asociadas a la comunicación, el trabajo en equipo, el manejo de conflictos, entre otros que le permitan administrar adecuadamente las situaciones que se presentarán en el proceso de la implementación de la RS en su empresa.
La creatividad juega también un rol importante a fin de que el profesional de la RS sea capaz de diseñar iniciativas de RS que beneficien tanto a la empresa como a la sociedad y el medio ambiente.

ROL DE LOS CONSULTORES
Cuando en la empresa no contamos con un profesional propio en RS, se hace importante el apoyo de consultores para que la empresa complemente sus carencias de competencia en el tema de la RS. Pero hay que tener cuidado, pues los consultores deben enseñar a la empresa la ruta a seguir y evitar que ésta caiga en errores por desconocimiento, además de formar al profesional de la RS que luego será quien administre la gestión de RS de la empresa. Dicho de otra forma, la empresa y el responsable por la RS deben aprender (no depender) del consultor.

Igualmente, se cuenta en la actualidad con varios programas de formación profesional en el campo de la RS los cuales pueden complementar los conocimientos requeridos por las personas responsables de la RSE. Si bien el perfil presentado podría considerarse como muy ideal, lo cierto es que la RS debe ser tomada como un elemento importante dentro de la gestión empresarial pero sobre todo como un elemento que traerá beneficios a la empresa. Solo podemos confiar con que alcanzaremos resultados óptimos cuando se trabaja con personas competentes. ¿Acaso usted encargaría las finanzas o las ventas de su empresa en manos de alguien poco competente?







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