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Monseñor Tomasi, sacerdote franciscano que trabaja en el Perú hace 48 años, con una encomiable labor en defensa de la vida de los más necesitados, recibió en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Pirandello del Instituto Italiano de Cultura, el Premio Esteban Campodónico, una medalla, un diploma de honor y un cheque por un valor monetario de 25 mil dólares.
El “Premio Esteban Campodónico” cumple 22 años reconociendo a diversas instituciones o personas que tienen como fin ayudar, de manera desinteresada, a la sociedad en general o a un sector determinado de la misma. A la fecha, y de manera ininterrumpida, ya son más de 44 los premios entregados, entre profesionales e instituciones, quienes alcanzaron los méritos para recibir este galardón. 
Acerca de Esteban Campodónico
Esteban Campodónico Figallo fue un destacado médico, filántropo e investigador. Nació en Italia y  se radicó desde muy joven en el Perú, donde se formó como médico y ejerció con espíritu filantrópico su profesión y su actividad social e intelectual. A su muerte, en 1938, dejó en su voluntad testamentaria la entrega de un reconocimiento a los peruanos o extranjeros que trabajen en beneficio del país.
Desde 1994, la Fundación Clover de Nueva York y la Universidad de Piura trabajan en alianza para cumplir con su última voluntad. El objetivo principal del Premio Campodónico es reconocer y estimular a personas e instituciones que, muchas veces de manera desinteresada y sin esperar reconocimiento alguno, brindan servicios destacados a la sociedad peruana o a un sector determinado de la misma.
Sobre Monseñor Adriano Tomasi

Nació en un pueblito de Trento (Italia) el 1 noviembre de 1939. Hizo sus estudios de filosofía y teología en los Estudiantados Franciscanos de Rovereto y Trento, donde fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1964, como miembro de la Provincia Franciscana Tridentina de San Vigilio.
Su primera tarea cuando llegó al Perú, hace 48 años, fue guiar a la comunidad china en Lima desde el Colegio Peruano Chino Juan XXIII, para ello había aprendido chino cantonés en Hong Kong. Años después, en el Arzobispado de Lima, coordinó los diversos proyectos sociales que tenían a cargo como el Hogar Gladys, que ayuda a jóvenes mujeres víctimas de violencia, maltrato y abandono durante el embarazo. Otra de sus tareas ha sido administrarla Casa Hogar Santo Toribio, que recibe a personas en extrema pobreza que vienen del interior del país  para tratarse de problemas de salud que no pueden ser resueltos en el lugar donde residen. Asimismo, impulsó la creación del Instituto Trentino Juan Pablo IIúnico centro superior en Manchay que ha beneficiado a más de 3 mil jóvenes y adultos.
Monseñor Tomasi ha sido parte importante de la formación católica en el Perú: fortaleció el Consorcio de Centros Educativos Católicos (CCEC) y participó en el Consejo Mundial de Educación Católica (CMEC). Fue también vicepresidente de la Comisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana y también de Cáritas Lima.
Desde el 2002 es el Obispo Auxiliar del Arzobispado de Lima y desde el 2012 ha sido el promotor de la Marcha por la Vida que congregó a más de 750 mil personas en su última edición.






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