De acuerdo con Greenpeace, los envíos a domicilio de estos eventos requieren tres veces más energía que los habituales y producen un mayor número de desperdicios.

Por Stakeholders

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Los “cyber days” en el Perú representan una de las fechas más importantes para el comercio electrónico y una gran oportunidad para los consumidores de adquirir productos o servicios en oferta. Sin embargo, el crecimiento exponencial del comercio electrónico durante este evento conlleva una serie de consecuencias ambientales. De acuerdo con Greenpeace, los envíos a domicilio del Black Friday requieren tres veces más energía que los habituales y producen un mayor número de desperdicios.

En estas fechas, los e Commerce participantes logran picos de hasta el 500% en ventas con respecto a días promedio. Además, los mismos comercios logran vender hasta el doble de lo que venden en otras campañas similares, de acuerdo a la Cámara del Comercio de Lima (CCL).  Con estas cifras y ante ese incremento en el comercio electrónico a gran escala, Greenpeace alertó de las graves consecuencias que puede significar para el planeta en términos de uso de los recursos, emisiones de gases de efecto invernadero y de residuos.

Para la organización, la “última milla”, conocida como la última parte del proceso de distribución en el reparto directo a los hogares, es el tramo que “genera un mayor número de emisiones, especialmente por el transporte”. Situación que se ha acentuado con la reciente introducción del modo “rápido”, dónde los clientes podrán recibir los productos en 24 horas, esto implica más distribución y movimientos, además de las devoluciones gratuitas, ya que uno de cada tres productos se retorna.

Comprar online es preferible cuando estás a más de 15 kilómetros.

Un informe de Greenpeace España que cita una estimación de Fabio Iraldo, del Instituto de Gestión de la Escuela Sant’Anna de Pisa, señala que “ en cuanto a sustentabilidad, comprar online es conveniente para el ambiente cuando el cliente tiene que recorrer más de 15 kilómetros”. Es decir, que, si el negocio está a menos distancia que ese límite, la compra online tendrá un mayor impacto ambiental que si la realizamos en un negocio físico. 

Por otro lado, a las emisiones del reparto se suman las relacionadas a la importación de productos por avión, ya que gran parte del comercio electrónico proviene de otros países. Esto genera una huella de carbono adicional por cada producto – hay que considerar que el transporte aéreo emite al menos seis veces más que un camión por tonelada transportada-. Para la responsable de la campaña de ciudades de Greenpeace España, Iba García, “El sobreconsumo digital implica una extracción de recursos masiva y la generación de emisiones al producir los artículos y distribuirlos de un punto a otro del planeta, además de numerosos problemas para deshacernos de ellos”. 

Por otro lado, los servidores que alojan las plataformas de comercio electrónico consumen grandes cantidades de energía, en su mayoría proveniente de fuentes no renovables, contribuyendo así a la emisión de gases de efecto invernadero y al cambio climático. Además, el embalaje utilizado para enviar los productos a los consumidores genera desechos que a menudo terminan en vertederos

En ese sentido, adoptar prácticas de consumo responsable, como optar por productos con certificaciones ambientales, reducir el uso de embalajes innecesarios y minimizar las devoluciones, puede marcar la diferencia. Además, las empresas del sector tienen la responsabilidad de implementar tecnologías más eficientes y adoptar estrategias sostenibles en todas las etapas de la cadena de suministro.

Consumo responsable durante los “Cyber days”

Puedes optar por sacar provecho de los descuentos de este evento, considerando un consumo responsable. Bajo ese contexto,  la Asociación General de Consumidores (ASGECO), brinda una serie de consejos prácticos:

  • No dejarse llevar por los impulsos: en este punto, es importante valorar tres elementos esenciales antes de realizar compras: si el precio final es razonable, si el producto resulta necesario o si representa un capricho asumible que no provocará un arriesgado aumento de sus niveles de endeudamiento.
  • Hacer una lista de los productos que se quieren comprar y dividirlos en deseos y necesidades. La Asociación General de Consumidores (ASGECO) recomienda que «el verdadero ahorro no consiste en acaparar productos cuyos precios se han reducido considerablemente, sino en gastar lo menor posible para satisfacer necesidades esenciales».
  • Definir un presupuesto: una vez elaborada la lista de la compra, las organizaciones de consumidores recomiendan calcular un presupuesto y fijar una cantidad máxima de gastos. Establecer un presupuesto ayudará a evitar un consumo excesivo y gastos innecesarios.
  • Comparar precios. Antes de proceder a las compras, la mejor opción es comparar precios entre distintas tiendas, hay aplicaciones muy útiles que muestran el importe de un mismo producto en diferentes tiendas.
  • Evitar comprar un producto si no convence: si el artículo deseado no es lo que se espera o no es el modelo que se busca, la mejor opción es no adquirirlo. Antes de realizar compras impulsivas que puedan provocar arrepentimiento, es preferible esperar a futuros períodos de rebajas.






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