Por Stakeholders

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El cambio climático tiene efectos en los distintos ecosistemas de nuestro planeta. Cada vez más, aparecen nuevos estudios que dan sustento científico a lo que es evidente, algo a lo que muchas veces no se toma con la seriedad que corresponde.

En ese sentido, un artículo publicado en Science indica que, en las últimas décadas, la crisis climática de origen antrópico es la principal causante del cambio en el caudal de los ríos de todo el mundo, incluso más que la gestión del agua y la tierra.

Si bien la investigación considera que este último aspecto puede provocar “grandes fluctuaciones” locales en los caudales de los ríos, su análisis se centra en aquellos cambios globales que solo pueden ser observados después de largos períodos de tiempo.

La Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich, organización encargada del estudio, indica que “las condiciones climáticas pueden explicar las tendencias observadas en los caudales”, por lo que el equilibrio hídrico puede desencadenar una serie de fenómenos como las sequías o inundaciones, según la época del año y el territorio.

Como ejemplo, los especialistas colocan al Mediterráneo y al noreste de Brasil, regiones que se han vuelto más secas. Caso contrario es Escandinavia, que ha visto un aumento del volumen de agua en sus recursos hídricos.

La importancia de este estudio radica en que es el primero abocado a comprobar el efecto directo de las condiciones climáticas en el caudal de los ríos a través de la observación directa, haciendo uso a la vez de tecnologías que tienen en cuenta modelos hidrológicos globales y datos climáticos entre los años 1971 y 2010.

En esa línea, la fuente de información procedió de 7250 estaciones de todo el mundo, que en sus registros se da cuenta del cambio en el caudal de los ríos en esos años mencionados.

Lukas Gudmundsson, autor principal del estudio, mencionó que “esto significa que las condiciones climáticas pueden explicar las tendencias observadas en los caudales”. Para llegar a esta conclusión, dijo también que en las simulaciones incluyeron la gestión del agua y la tierra, las cuales no afectaron los resultados obtenidos.

“Evidentemente, los cambios en la gestión del agua y de la tierra no son la causa de los cambios globales en los ríos”, subrayó.

Parte de la metodología fue utilizar el modelo de detección y atribución, que consistió en la comparación de las observaciones directas con lo obtenido a través de los simuladores, el cual consideró características climáticas producto de la aplicación de los gases de efecto invernadero, por ejemplo. “Los cambios observados son muy poco probables sin el cambio climático”, enfatizó Gudmundsson.

Agregó que el éxito de esta investigación es producto de la colaboración entre instituciones e investigadores de 12 países. Además, para él este estudio es “una base importante para la planificación en las regiones afectadas con el fin de asegurar el suministro de agua y adaptarse al cambio climático”.







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