Norma Alcantar, investigadora mexicana radicada en Estados Unidos, encontró una manera sencilla y económica para purificar el agua.
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Norma Alcantar, investigadora mexicana radicada en Estados Unidos, encontró una manera sencilla y económica para purificar el agua. Utilizando la técnica empleada por las comunidades mexicanas del siglo XIX, de sumergir trozos de cactus para eliminar los contaminantes del agua, se abre la posibilidad de optimizar la reutilización del recurso.
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Alcantar descubrió, Junto con su equipo de investigación de la Universidad de Florida del Sur, en Tampa, Estados Unidos, que el componente limpiador es el mucílago, un líquido viscoso que se encuentra en las hojas del nopal.
El estudio realizado consistió en mezclar el mucílago con aguas contaminadas con sedimentos y bacterias, encontrando que al poco tiempo, las sustancias disueltas en el agua comenzaban a aglomerarse en núcleos densos que, por su peso, se depositaron en el fondo del recipiente. Encontraron también que el nopal no deja mal sabor en el agua, como sucede cuando se utiliza el hierro con el mismo fin. También hicieron el experimento en aguas contaminadas con arsénico, un compuesto dañino para la salud y muy común en las regiones donde se ha extraído oro, encontrando que la interacción entre el metal y el mucílago empujó los residuos hacia la superficie. Según Colin Horwitz, profesor de la Universidad de Carnegie Mellon, en Pesilvania, la idea es buena “pero aún quedan preguntas sin responder, como cuánto mucílago se necesita por litro de agua, qué clase de bacteria puede eliminar y, sobre todo, cómo conocer cuando el agua está libre de bacterias”. Es una investigación incipiente que promete una manera ecológica de aprovechamiento del recurso hídrico y que puede estar al alcance de todos porque el nopal es abundante en muchos países, crece rápido y se adapta fácilmente a condiciones ambientales. Fuente: |