La mayor parte de la explotación industrial de los océanos permanece oculta al conocimiento público, con lo que las amenazas que se ciernen sobre el medio marino son mucho más graves de lo que se creía, así lo reveló una reciente investigación en la revista Nature. El 75% de toda la pesca industrial se desarrolla a espaldas de cualquier constancia documental o gráfica, sobre todo en Asia. El 25% de otras actividades (energéticas, sobre todo) no se declara.
Dirigida por la organización Global Fishing Watch, la investigación utilizó inteligencia artificial e imágenes de satélite para crear el primer mapa global del tráfico de grandes embarcaciones y de las infraestructuras que hay en las inmediaciones de la costa. De este modo, se halló una cantidad notable de actividad que antes era «oscura» para los sistemas públicos de monitorización.
«Ha estado surgiendo una nueva Revolución Industrial en nuestros mares sin ser detectada, hasta ahora», dijo en un comunicado David Kroodsma, director de investigación e innovación de Global Fishing Watch y coautor principal del estudio.
«En tierra, tenemos mapas detallados de casi todas las carreteras y edificios del planeta. Por el contrario, el crecimiento de nuestro océano ha estado en gran medida oculto a la vista del público. Este estudio ayuda a eliminar los puntos ciegos y arroja luz sobre la amplitud y la intensidad de la actividad humana en el mar», señaló.
Investigadores de Global Fishing Watch, la Universidad de Wisconsin-Madison, la Universidad de Duke, la UC Santa Bárbara y SkyTruth (EEUU) analizaron 2 millones de gigabytes de imágenes satelitales que abarcan el período 2017-2021 para detectar embarcaciones e infraestructuras cercana a tierra en aguas costeras de seis continentes, donde se concentran más de tres cuartas partes de la actividad industrial.
Se pudieron identificar embarcaciones que no transmitían sus posiciones y, por esa razón, no constaba que existieran. Por ejemplo, al combinar datos GPS con cinco años de imágenes ópticas y de radar, los investigadores lograron identificar embarcaciones que no transmitían sus posiciones y, por esa razón, no constaba que existieran. Utilizando sofisticados sistemas informáticos, concluyeron cuáles de esos barcos se dedicaban a actividades pesqueras.
«Históricamente, la actividad de los buques ha estado mal documentada, lo que limita nuestra comprensión de cómo se utiliza el recurso público más grande del mundo, el océano«, explicó el coautor principal Fernando Paolo, ingeniero senior de aprendizaje automático de Global Fishing Watch.
«Al combinar la tecnología espacial con el aprendizaje automático de última generación, mapeamos la actividad industrial no identificada en el mar a una escala nunca antes vista», explicó.
Si bien no todos los barcos están obligados legalmente a transmitir su posición, los buques que no cuentan con los sistemas de rastreo públicos, a menudo denominados ‘flotas oscuras’, suponen un obstáculo para la protección y gestión de los recursos naturales. El estudio revela que el 75 por ciento de los buques pesqueros industriales del mundo están ocultos a la vista del público.
Además, los investigadores hallaron numerosos barcos pesqueros ocultos dentro de áreas marinas protegidas, así como una alta concentración de barcos en aguas de muchos países que anteriormente mostraban poca o ninguna actividad de barcos según los sistemas de monitoreo público.
El estudio también revela cómo está cambiando la actividad humana en el océano. Coincidiendo con la pandemia de COVID-19, la actividad pesquera cayó a nivel mundial alrededor de un 12 por ciento, con una disminución del 8 por ciento en China y una caída del 14 por ciento en otros lugares. Por el contrario, la actividad de los buques de transporte y energía se mantuvo estable.