Rosalía Gutiérrez Macalupú
CEO y Process Manager de Independiente
Conscientes del cambio climático y la evidente preocupación por el impacto devastador que genera en nuestro medio ambiente, deberemos considerar que temas como estos, tan fundamentales como el cuidado de nuestro planeta, se deben formar en los niños desde temprana edad en el hogar, basándose más que en teoría, en la práctica del uso de actividades como el reciclaje, la implementación de tecnologías para el ahorro energético, promoción de actividades en beneficio de la preservación del medio ambiente y por qué no, aún más tangible y alcanzable: edificaciones sostenibles.
Es justamente mediante la implementación de estructuras visibles, espacios que tienen un uso, lugares cotidianos, que se llega a normalizar el diseño sostenible para el beneficio de nuestro planeta, es aquí que se elevan los estándares de la habitabilidad, y pasamos de ser meros espectadores, a ser protagonistas del cambio, mediante el uso de edificaciones ecológicamente responsables. Esta interacción diaria, permitirá a las generaciones futuras, desarrollarse e un ambiente en el que la cultura ambiental, es coherente y comienza en casa.
Más allá de los parámetros tradicionales de la educación convencional, el desarrollo de una consciencia colectiva se inicia con una semilla de convicción en la persona desde los primeros años de existencia y se da principalmente por experiencias, del contacto con el medio y de la práctica más que de la teoría, es en este tipo de educación en el que ahondar permitirá cosechar frutos positivos para nuestro planeta en los próximos años. Es por eso que la intervención en los espacios urbanos, viviendas, e infraestructura urbana en general es indispensable para el conocimiento vivencial de lo que es el desarrollo sostenible.
Aquí las instituciones gubernamentales juegan un papel fundamental, primero, como entidades ejemplares que mediante su infraestructura promuevan el uso de sistemas de ahorro energético y diseño sostenible, y también por supuesto, mediante el planteamiento de programas de desarrollo sostenible a niveles macro (Ciudad y entorno) así como en el diseño y edificación a nivel más puntual y a menor escala (viviendas, comercio, etc.)
Sin embargo, es indispensable resaltar el desarrollo personal de esa consciencia por el cuidado de nuestro planeta, el aprendizaje empieza cuando alguien desea aprender, no cuando hay alguien que enseña, y esto es una gran verdad de la que nosotros los peruanos debemos apropiarnos y permitir que nos propicie tomar las riendas del futuro de nuestra comunidad, de nuestras próximas generaciones y por supuesto, de nuestro planeta. El poder del conocimiento, es el factor clave, que puede generar la convicción que necesitamos para tomar acción y vivir en el día a día, de forma consecuente con nuestro planteamiento de preservación de nuestro medio. Finalmente, el futuro es de todos.