Cuando los árboles llevan a cabo la fotosíntesis, sus hojas absorben dióxido de carbono (CO2) y lo almacenan como biomasa en sus troncos y ramas, brindando un almacenamiento de carbono a largo plazo. Sin embargo, una reciente investigación reveló otro importante beneficio climático de los árboles: los microbios que viven en su corteza pueden absorber metano a una escala igual o superior de la del suelo, otro importante sumidero (o proceso de eliminación) de metano.
De acuerdo con los científicos, lograr reducciones importantes de metano en la atmósfera tendría un efecto rápido y significativo en la lucha contra el calentamiento global.
Más potente que el CO2
El metano es el segundo gas de efecto invernadero más abundante después del CO2 y es responsable de cerca del 30% del calentamiento global desde la época preindustrial.
En las últimas dos décadas, las concentraciones de metano en la atmósfera se han incrementado rápidamente, principalmente por las actividades humanas.
Esto es un grave problema para el clima de la Tierra porque el metano es 28 veces más potente que el CO2 para atrapar el calor en la atmósfera.
Sin embargo, mientras el CO2 puede durar en la atmósfera cientos de años, el metano tiene una duración de unos 10 años.
“Esta corta vida atmosférica significa que cualquier cambio en las fuentes de metano o en los procesos que lo eliminan de la atmósfera (conocidos como sumideros de metano) puede tener efectos rápidos”, explica Vincent Gauci, investigador de la Escuela de Geografía y Ciencia de la Tierra y Medio Ambiente de la Universidad de Birmingham, y principal autor del estudio.
“Si se mejora la eliminación, esto puede ser un logro climático rápido que contribuirá a mitigar el creciente cambio climático”.
Eliminación de metano
La mayor parte de las emisiones de metano se eliminan mediante procesos en la atmósfera. Pero los suelos están llenos de bacterias que absorben el gas y lo descomponen para utilizarlo como energía.
Se pensaba que el suelo era el único sumidero terrestre de metano, pero la investigación reveló que los árboles pueden ser igual de importantes, o incluso más, para la eliminación del gas.
Para el estudio, los investigadores analizaron árboles de bosques tropicales, templados y boreales de tierras altas.
En concreto, tomaron medidas en bosques tropicales de la Amazonia y Panamá; árboles de hoja ancha templados en Wytham Woods, en Oxfordshire, Reino Unido; y bosques boreales de coníferas en Suecia.
Encontraron que la absorción de metano era más potente en los bosques tropicales, probablemente porque los microbios prosperan en las condiciones cálidas y húmedas que se dan allí.
En promedio, detallan los investigadores, la absorción de metano recién descubierta agrega cerca del 10% al beneficio climático que proporcionan los árboles templados y tropicales.
Al estudiar el intercambio de metano entre la atmósfera y la corteza de los árboles a distintas alturas, pudieron demostrar que, si bien a nivel del suelo los árboles probablemente emitían una pequeña cantidad de metano, a partir de un par de metros hacia arriba la dirección del intercambio cambia y el metano de la atmósfera es absorbido.
Además, para saber si este proceso tenía una importancia global, los investigadores usaron una técnica llamada escaneo de láser terrestre para calcular la superficie total de la corteza de los árboles forestales a nivel mundial.
Descubrieron que, si la corteza de todos los árboles del mundo se extendiera de forma plana, cubriría toda la superficie terrestre.
Sus cálculos preliminares indican que la contribución global total de los árboles es de entre 25 y 50 Tg (millones de toneladas) de metano cada año y la mayor contribución se lleva a cabo en los bosques tropicales.
“Potencialmente, esto representa una vasta área para el intercambio de gases entre la corteza de los árboles y la atmósfera, pero este mecanismo aún se comprende poco”, señala el profesor Gauci.
Aunque los investigadores señalan que la eliminación de carbono de la economía mundial es fundamental para abordar el cambio climático, esta capacidad de los árboles para absorber metano otorga otra herramienta basada en la naturaleza para abordar el problema del clima global.