Durante más de un siglo, diversos investigadores peruanos y extranjeros se han preguntado cómo se formó este espacio de nuestro litoral.

Por Stakeholders

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Probablemente, más de una vez has pasado por la Costa Verde, has disfrutado de sus parques, su ciclovía, el circuito de playas o te has movilizado por su autopista. Pero ¿sabes cómo se formó esta emblemática franja costera limeña? Durante más de cien años se han realizado investigaciones al respecto, sin un resultado satisfactorio. Hasta ahora que, después de un trabajo de más de ocho años, el Grupo de investigación en geología sedimentaria (Geosed PUCP), liderado por el Dr. Willem Viveen, ha logrado explicar cómo se formó el subsuelo de la Costa Verde

La respuesta se plasmó en el artículo “A 121-ka record of Western Andean fluvial response to suborbital climate cycles recorded by rhythmic grain size variations of the Lima fluvial fan”, publicado en la prestigiosa revista científica internacional Earth Surface Processes and Landforms, de la editorial Wiley. Este paper fue elaborado por Viveen junto con el Dr. Jorge Sanjurjo, el Mag. Rodrigo Uribe, y el alumno de Ingeniería Geológica Gustavo Bravo.

“Es importante saber las características geológicas del subsuelo de la Costa Verde para la planificación territorial –por ejemplo, saber dónde se puede construir un edificio–, por el conocimiento científico e histórico que aporta o porque puede atraer el turismo”, resalta el profesor principal de la carrera de Ingeniería Geológica Dr. Viveen.

Costa Verde: diversos intentos de explicación sobre su origen

El primer intento de determinar científicamente cómo se formó la Costa Verde, cuenta el profesor Viveen, se realizó en 1907 por investigadores peruanos. Si bien dijeron que parecían ser sedimentos –lo que comúnmente llamamos tierra–, no pudieron determinar su antigüedad. En el 2000, un equipo de Sudáfrica y de la PUCP observó que el tamaño de la piedra variaba sistemáticamente según el caudal del río y estimaron que la Costa Verde tenía 500 mil años. 

Es importante saber las características geológicas del subsuelo de la Costa Verde para la planificación territorial –por ejemplo, saber dónde se puede construir un edificio–, por el conocimiento científico e histórico que aporta o porque puede atraer el turismo”, mencionó Viveen”, Profesor de Ingeniería Geológica PUCP y coordinador del Grupo de investigación en geología sedimentaria

En el 2019, se publicaron dos artículos científicos. Uno de la Universidad de Berna, Suiza, y otro del INGEMMET, en colaboración con universidades españolas y australianas. Viveen resalta que los resultados fueron contradictorios. “En el primero, se señala que toda la sedimentación ocurrió hace 500 mil años. Pero eso no es congruente con el comportamiento de otros sistemas fluviales en el Perú. En el segundo, los resultados son extraños porque el río debería haber depositado todo simultáneamente y ellos encontraron que, por ejemplo, Magdalena tenía 45,000 años de antigüedad y Miraflores, 100 mil. Además, había mucha variedad de edades en un mismo lugar”, sostiene.

El origen de la Costa Verde

La base de la Costa Verde tiene 121 mil años de antigüedad, mientras que su tope –donde está el malecón– alcanza los 6,000 años. Este es uno de los resultados que encontró el Grupo de investigación en geología sedimentaria PUCP tras una exploración en la que se usaron novedosas técnicas. Una de ellas es la datación por luminiscencia –que sirve para fechar diversos materiales– y en la cual habitualmente se usa el cuarzo. Sin embargo, el grupo encontró, gracias a unos estudios publicados sobre el Parque de las Leyendas y el valle del Río Cañete, que el mineral más adecuado en la costa es el feldespato. “Considero que esta técnica ha funcionado muy bien porque las edades que hemos conseguido son muy consistentes entre ellas y con lo que dice la literatura de formaciones geológicas de los ríos peruanos”, dice el docente. 

Asimismo, el equipo PUCP tomó muestras de 5,000 piedras, desde la base hasta el tope, y midió su diámetro. De este modo, se pudo confirmar lo que los investigadores del año 2000 ya habían observado. Es decir, que el tamaño de grano variaba de manera cíclica -de más grande a más pequeña y viceversa- según como cambiaba el caudal del antiguo río Rímac.

En este caso, Viveen y su equipo identificaron 13 ciclos de cambio de tamaño de grano. Esto es mucho más de lo que se había encontrado anteriormente. ¿Río Rímac? ¿Pero no sería el mar? Sucede que en la última Edad de Hielo, el nivel del mar bajó hasta 130 metros del nivel actual. Esto hizo que el río avance, y sea el que llevará la tierra y formará la Costa Verde.

Notaron que mientras más llovía, más aumentaba el tamaño de los granos de la grava, así como cuando disminuía, esta también decrecía. “Se puede correlacionar estas dos variables con total certeza. Lo hemos comparado con diversos ríos en las tres regiones naturales del Perú que hemos investigado”, dice Viveen. Lo curioso es que esas fases de lluvia no se dan por cambios en el Océano Pacífico, como se puede suponer, sino en el Océano Atlántico. “Cuando se quiebran las capas de hielo del Polo Norte, baja la temperatura del lado norte de este océano más no tanto en el sur. Esto generó que toda la franja de lluvia tropical migrara hacia el sur del Perú y lloviera mucho. Así aumentó el caudal del río Rímac”, explica Viveen.

Hace un par de semanas, en su clase del curso Sedimentología y Estratigrafía, de la carrera de Ingeniería Geológica, Viveen enseñó a sus estudiantes cómo se formó la Costa Verde. “Trato siempre de incorporar a los alumnos en mis proyectos, pues lo que investigo repercute en la formación que les brindó y viceversa”, señala el docente. 

Asimismo, el profesor menciona que en el Perú no hay ningún laboratorio de luminiscencia. Esto a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos y Europa donde cada país tiene uno o incluso varios, como es el caso de España, Francia y Alemania.

Para esta investigación, se enviaron muestras al laboratorio de la Universidad de La Coruña, España. “El método de datación por luminiscencia tiene un gran potencial. Se puede usar tanto para la geología como la arqueología, por ejemplo para adobes y cerámica. Sería bueno que la Universidad invierta en este campo e impulse más esta línea de investigación, ya que genera grandes oportunidades de investigación”, resalta Viveen. Ahora, cada vez que pases por la Costa Verde sabrás cómo se formó y desde hace cuántos años es parte del espacio limeño.







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