Las barreras en el acceso a la atención médica llevan a que el 70% de las mujeres peruanas sean diagnosticadas con cáncer de mama en etapas avanzadas. Esto limita las posibilidades de una recuperación exitosa y se asocia con tasas de mortalidad más elevadas, ya que el diagnóstico tardío y la falta de acceso a tratamientos adecuados complican el manejo de la enfermedad. Asimismo, el diagnóstico de cáncer de mama conlleva a un efecto significativo en el bienestar emocional de las mujeres y de sus familias.
Bajo este contexto, el Dr. Mauricio León, profesor de Oncología en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), brinda cinco acciones que considera fundamentales para fortalecer la cultura de prevención del cáncer de mama. Estas iniciativas abordan aspectos sociales, culturales y económicos, además de buscar reforzar el sistema de salud, especialmente en el primer nivel de atención:
- Campañas de concientización: promover la importancia de la detección temprana a través de campañas informativas y educativas en medios escritos, televisivos y así como en redes sociales, que tienen un impacto significativo en el público.
- Acceso gratuito a exámenes: ofrecer mamografías y otros exámenes de detección temprana de forma gratuita o a bajo costo para todas las mujeres, independientemente de su situación económica.
- Fortalecimiento de la atención primaria: capacitar al personal de salud en la detección temprana y asegurar una referencia oportuna de las pacientes a centros especializados.
- Telemedicina: utilizar tecnología para ampliar el acceso a servicios de salud en zonas remotas, llevando equipos y tecnología necesaria a comunidades rurales.
- Empoderamiento de las mujeres: fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre su salud es esencial para crear una cultura de prevención.
“Al tratar estas barreras de manera integral, se puede facilitar el acceso a servicios de prevención y detección temprana del cáncer de mama. Lo que ayudará a disminuir la mortalidad por esta enfermedad en Perú, que actualmente afecta a seis mujeres cada día”, agregó León.
Un enfoque integral para la prevención y el cuidado
El cáncer de mama es una enfermedad compleja influenciada por diversos factores. Aunque la genética solo representa el 10% de los casos, aspectos modificables como el estilo de vida, el sobrepeso, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad física son significativos en el riesgo de desarrollo. Otros factores, como la edad y la exposición a hormonas, también contribuyen.
El doctor especialista sugiere adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada y ejercicio regular, y resalta la importancia de realizar pruebas y exámenes para la detección y prevención del cáncer de mama.
“Se recomienda que las mujeres comiencen a realizarse el autoexamen mamario a los 20 años, mensualmente y preferiblemente 10 días después de la menstruación. A partir de los 30 años, se sugiere un examen mamario anual con un especialista en mastología. Desde los 40 años, deben hacerse mamografías anuales; aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama u ovario deberían empezar a los 35 años, complementando con ecografías mamarias cuando sea necesario”, concluye el Dr. León.
Cabe resaltar que los profesionales de la salud son clave en la educación sobre riesgos y tratamientos, ofreciendo apoyo emocional y promoviendo estilos de vida saludables, lo que mejora la calidad de vida y las posibilidades de recuperación.